Ariel Lijo cree que está cerca de lograr una mayoría especial en el Senado para ser votado como juez de la Corte Supremay hasta especula con coronarlo con una sesión el 13. El mayor obstáculo, cuentan en su entorno, es el rechazo del bloque PRO, que lo obliga a conseguir un respaldo casi unánime de Unión por la Patria.
Este martes, luego de ser elegido jefe de bloque PRO de la cámara alta, en reemplazo de Luis Juez, Alfredo De Angeli informó que la posición de su bancada es el rechazo al pliego de Lijo. En agosto, poco antes de las audiencias, Mauricio Macri consideró “un error” la nominación del magistrado por parte de Javier MIlei.
Aquella frase del expresidente fue considerada como una orden de votar en contra, aunque entre los operadores del Gobierno y el juez hay quienes creen que Macri dejó una puerta abierta y tratarán de corroborarlo en los próximos días. “El problema más grande que tenemos para llegar a los dos tercios es el macrismo residual. Tenemos que lograr que se ausenten o voten a favor”, confió uno de ellos a Letra P.
Los pliego de la Corte requiere del voto de los dos tercios de los presentes. El tope de bancas ocupadas es 71, por la expulsión de Edgardo Kueider. Con asistencia perfecta, se necesitan 48 votos, pero el número baja si hay ausentes. Es necesario un aporte de Unión por la Patria, que tiene 33 miembros, ocho más que el tercio del recinto.
La rosca por Ariel Lijo
La negociación por los pliegos de la Corte, que incluyen a Lijo y Manuel García-Mansilla, casi que estuvo ausente en la reunión que Guillermo Francos tuvo con los jefes de bancada la semana pasada. El tema lo llevó a la mesa el radical Pablo Blanco, quien se opone a Lijo. “Se están buscando los consensos”, respondió el jefe de Gabinete.
A su manera, Francos blanqueó que la negociación por los pliegos es un asunto de Santiago Caputo. La información que llega a los voceros de la Casa Rosada es que el número para nombrar Lijo está y podría aprobarse si Milei acepta postergar el de García-Mansilla, que ni siquiera tiene dictamen. Pero las bancadas opositoras niegan haber recibido un llamado en los últimos días.
Las cuentas del Gobierno, que comparten con el propio Lijo, suman el respaldo de una quincena de miembros de UP, que podría arrastrar al resto. Algunos mostraron sus cartas, como Sergio Uñac, Lucía Corpacci y el trío santiagueño, quienes ayudaron a firmar el despacho.
Las autoridades de UP aseguran que existe una negociación. La bancada ya hizo saber que si Milei levanta el teléfono, puede haber acuerdo, pero le pedirán algo a cambio. El objetivo de máxima es que Milei proponga para completar la Corte a María de los Ángeles Sacnun. La otra prenda de cambio son las 150 vacantes judiciales.
En el kirchnerismo de la cámara alta nadie se hace cargo de los rumores sobre negociaciones entre Caputo y el senador Wado de Pedro, aunque algunas fuentes kirchneristas admiten una bajada de línea de Cristina Fernández de Kirchner para no despotricar contra el magistrado.
Los números del Senado
Entre los 13 referentes de la UCR hay dos rechazos a Lijo: Carolina Losada y Pablo Blanco. En cambio, no hay objeciones en los partidos provinciales y outsiders. Con ese panorama, en la Casa Rosada y en el juzgado del candidato a supremo coinciden en que si el PRO no se opusiera habría un panorama favorable.
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El gobierno de Javier Milei en tensión permanente con Mauricio Macri
Con los ocho votos controlados por Macri, Lijo se garantiza una base de apoyo que puede completar con una quincena de peronistas para llegar a los dos tercios. Podría llegarse a ese número sin hablar con el kirchnerismo duro. De lo contrario, Caputo deberá hacer un acuerdo de cúpulas con CFK, justo lo que no quiere.
Los pliegos de Lijo y García-Mansilla fueron incorporados por Milei a las sesiones extraordinarias, que vencen el 21 de febrero, pero pueden tratase hasta el 10 de diciembre. Después de esa fecha, sería necesario volver a realizar las audiencias públicas.
Milei tenía decidido nombrar a ambos candidatos por decreto en enero, pero desistió y los sumó a extraordinarias. El motivo, como explicó Letra P, es que Lijo advirtió que no aceptaría asumir, porque correría riesgo su retorno al juzgado que ocupa. Además, UP había avisado que no aprobaría su pliego en esa instancia. El juez prefiere seguir negociando en el Senado. Se tiene fe.