Dos horas después de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos confirmara la intención de Javier Milei de nombrar en la Corte Suprema por decreto a los candidatos Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, el bloque Unión por la Patria mostró músculo político para complicar esa maniobra.
El jefe de la bancada, José Mayans, entregó una nota a Francos con la firma de los 33 miembros, en la que se impulsa el “inmediato rechazo de cualquier persona que acepte ser nombrada como juez o jueza de la Corte en comisión”.
La misiva señala que la Corte Suprema, por ser parte de otro poder, no puede ser incluida en el marco del artículo 99 inciso 19 de la Constitución, que permite cubrir vacantes que tengan acuerdos del Senado durante los recesos legislativos. "La designación en comisión resulta inconstitucional", señala la carta y anticipa además posibles acciones "legalmente necesarias".
En el recinto, Mayans fue claro: "La persona que acepte, vamos a pedir que sea destituida inmediatamente en la primera sesión. Esto es una democracia. No es una dictadura", dijo el jefe de bancada, con Francos a pocos metros.
El formoseño incluyó en la amenaza a las dos vacantes de la Corte, al procurador general y al defensor general, cargos que requieren los dos tercios del Senado, o sea 48 votos. Como en el recinto hay 72 bancas, con 25 se puede bloquear esa mayoría. Las 33 de UP sobran para eso.
La Corte Suprema, sin DNU
En su primera ronda de respuestas, Francos había dicho que Milei evalúa nombrar a Lijo y García-Mansilla por decreto si no tienen acuerdo del Senado. El jefe de Gabinete aseguró que es una facultad constitucional y afirmó que hay antecedentes, en Argentina y en otros países con una carta magna similar.
Con esta advertencia de los senadores de UP, los candidatos deberían pensar dos veces antes de jurar por DNU porque no tendrían ninguna chance luego de ser votados en el recinto. No es lo que ocurrió con Juan Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, quienes en 2016 fueron nombrados por decreto de Mauricio Macri y luego sus pliegos se aprobaron en el Senado. Esta vez, esa misma secuencia no será posible.
La nota de UP mostró además la unidad de los 33 miembros, justo cuando el Gobierno aspiraba a dividirlos y lograr acercarse a un grupo que no tenga relación con Cristina Fernández de Kirchner y negociar una mayoría. El plan de Milei era que esas gestiones se realicen con Lijo y García-Mansilla como supremos, luego de un DNU de su firma.
Era la forma de no dejar la Corte cerca de la acefalía, como estará desde el 1 de enero, con la salida de Juan Carlos Maqueda por su jubilación. Sólo quedarán tres jueces: Rosenkranz, Rosastti y Ricardo Lorenzetti, auspiciante del ingreso de Lijo. Los fallos deberían ser unánimes.
Sin jueces
El Presidente contemplaba además la idea de avanzar una posible ampliación de la Corte, ya con Lijo y García-Mansilla asumidos por DNU, para dejarlos firmes en cualquier composición que votara el Congreso. Nada de eso será posible con la postura unánime de UP.
Esta semana, además, se supo que Lijo tenía las nueve firmas para su dictamen, aunque aún no cuenta con el compromiso de UP para que sea votado. "No tiene los dos tercios", aclaró Mayans este martes. García-Mansilla está lejos de tener las firmas para el despacho.
El peronismo pide una candidata mujer en lugar del académica, a quien un sector de UP no le perdona su rechazo al aborto. Piden a la exsenadora María de los Ángeles Sacnun. Por ahora esa oferta no fue considerada por Milei ni por su operador judicial, Santiago Caputo, quien quiere a Sebastián Amerio como procurador. Debe negociar con el peronismo, que también espera la lista de 150 candidatos a ocupar vacantes judiciales. Por ahora no llegó.