Tras un primer año con foco en lo social, el intendente capitalino apuntará a servicios básicos y obras. Anuncios en salud y educación. Refuerzos en seguridad.
Daniel Passerini inaugurá el año legislativo en la ciudad de Córdoba, este sábado, en el nuevo edificio del Concejo.
Daniel Passerini iniciará el período legislativo 2025 del Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba, este sábado por la mañana, con un discurso en que intentará dejar en claro que su prioridad para este año serán los puntos medulares de una gestión municipal: educación, salud, seguridad y obra pública.
Con anuncios concretos para cada uno de esos ejes, que incluirán proyectos de obras (algunos ya en marcha), el intendente buscará dar otra impronta a su segundo año de gestión, tras un 2024 en que concentró buena parte tiempo en mostrarse como una referencia de asistencia social frente a un Estado nacional en proceso de repliegue.
Consecuentemente, insistirá en sus críticas a la gestión libertaria que encabeza el presidente Javier Milei, al que achaca un completo abandono de sus obligaciones hacia el interior del país.
Educación, salud y seguridad, repiten en el entorno del intendente, serán los ejes discernibles de su alocución ante el pleno legislativo municipal.
Son aspectos básicos de la gestión municipal, claro está. Pero se trata también de conceptos que él mismo subrayara durante su campaña hacia la intendencia. Por ende, ya en ejercicio del poder, se convierten en ítems sobre los que se concentran las apreciaciones de la ciudadanía. También las de la oposición, que acude al lápiz rojo para evaluar el primer año de gestión.
Atento a ello, el intendente volverá a destacar el desempeño del sistema educativo municipal, al que asisten más de 16 mil estudiantes de nivel inicial, primario y personas adultas, con bajísimos índices de deserción.
Algunas especulaciones indican que, entre los anuncios para el sector, además de incorporación de tecnología, incluirá la construcción de una nueva escuela, que se sumará a las 38 con que cuenta la ciudad.
En materia de salud, Passerini incluirá (nuevamente) la ampliación del Hospital Príncipe de Asturias, ubicado en Villa El Libertador. También incluiría el proyecto para la construcción de un segundo centro municipal de salud mental: el primero había sido inaugurado en octubre.
Para la seguridad, punto nodal del proyecto cordobesista que hoy lidera Martín Llaryora, el alcalde anunciará un incremento en la cantidad de corredores patrullados por las guardias urbanas.
Vinculado a ello, en su presentación el médico generalista enfatizará la necesidad de los operativos de control y fiscalización en espacios públicos y ante la realización de actividades clandestinas
Desde la intendencia destacan que Passerini asigna especial significación a que el acto de inicio de sesiones acontezca en el nuevo edificio del Concejo Deliberante de la ciudad, inaugurado en 2024 tras varios años de abandono.
Además de incluirlo en la recapitulación del primer período completo de su administración, lo tomará como ejemplo para el avance de la obra pública en la ciudad. Junto a ello, incluirá la bulevarización de la avenida Maipú y el avance de los desagües en el corredor de avenida Sagrada Familia.
Desagües, cloacas, cordón cuneta y pavimento para barrios de la ciudad deberán estar presentes también en su alocución. Nuevamente, se trata de promesas de campaña, sobre cuya ausencia martillan las críticas.
Para su realización, la Municipalidad no ha comunicado la toma de nuevos empréstitos. Por el contrario, siguen destacando que cumplirán con el pago de la deuda externa tomada por la gestión de Ramón Mestre y refinanciada por Llaryora.
Tal deuda es señalada por el oficialismo como uno de los principales obstáculos para el cumplimiento de algunas promesas de campaña. El otro, disparan, es el ajuste que ha realizado el gobierno nacional en nombre del superávit fiscal.
Desde sus primeros pasos en la Municipalidad el passerinismo ha intentado ofrecerse como la contracara de la gestión libertaria. Por un lado, mostrando un “rostro humano”, con la mano extendida hacia quienes padecen las consecuencias del recorte de la asistencia estatal.
Como en la gobernación, en la intendencia destacan que la retirada de la Nación de sus tareas de asistencia social impacta de lleno en las administraciones de segundo y tercer nivel. Incrementos en la matrícula de las escuelas municipales, en la asistencia de los dispensarios y centros de atención de primer nivel constituyen la prueba de ello. “Se desentienden de la salud y la educación”, remarcan.
Por otra parte, destacan que el proceso de ajuste incluye la poda de fondos específicos, tal el caso del transporte urbano. Sobre ese eje también discurrirá este sábado Passerini.
Aunque destacará la inminente aplicación del sistema de tarjetas SUBE para la ciudad, que permitirá el subsidio a la demanda, lo presentará como un acto de justicia ante los reclamos cursados insistentemente desde el Palacio 6 de Julio.
De tal manera, no sólo relativizará interpretaciones sobre una mejor sintonía con la Casa Rosada; también intentará plantarse ante las críticas que la oposición ya articula en el propio Concejo Deliberante.
Más que respuestas a lo que distintos proyectos proponen, (por la vigencia de un marco regulatorio desactualizado, por los antecedentes de las empresas que entran al sistema, por el estado de la TAMSE), Passerini prefiere tomar el tema como ejemplo de las dificultades que ha enfrentado en su primer año como jefe comunal.