El estadio mutará en centro de salud tras una inversión millonaria. El empresario recibirá exenciones impositivas por $20 millones anuales. Apoyo opositor.
Daniel Passerini despeja dos preocupaciones del horizonte cercano.
Daniel Passerini puso como condición a Euclides Bugliotti que desista de las acciones judiciales iniciadas contra el municipio.
Con la refuncionalización del Orfeo Superdomo, que readaptará su estructura para alojar un gran centro privado de atención médica, el intendente Daniel Passerini habrá puesto en movimiento a uno de los últimos elefantes blancos que se cuentan en la ciudad de Córdoba.
La propuesta de reconversión del estadio cubierto, impulsada por su titular, el megaempresario Euclides Bugliotti, será tratada en el recinto del Concejo Deliberante en la próxima sesión, para la cual no hay fecha precisa aún.
Allí llegará con despachos favorables de las tres comisiones que abordaron el proyecto, que lleva la firma del bloque oficialista y fue girado desde el Ejecutivo. La pasada semana había sorteado el trámite en Desarrollo Urbano, aunque sólo con votos oficialistas.
Los representantes de la oposición habían votado en contra, exigiendo información sobre dos aspectos clave: el monto de las exenciones impositivas que beneficiarían a Bugliotti y las exigencias de mantenimiento de estructuras y fachadas del domo más importante de la zona norte de la ciudad.
Este miércoles, en sesión conjunta de las comisiones de Economía y Finanzas, y de Legislación General, Asuntos Constitucionales, Peticiones y Poderes del Concejo Deliberante, el proyecto obtuvo el apoyo de todas las bancadas, excepto la del FIT-U, en manos de Laura Vilches.
Los avales permiten inferir que el proyecto se convertirá en ordenanza con un amplio apoyo del cuerpo legislativo cordobés.
La correspondiente sesión se realizaría en al menos un par de semanas, luego que culminen las tareas de mudanza de la vieja sede legislativa al nuevo edificio del Concejo Deliberante. Hasta hace cuatro meses, ese era precisamente otra de las grandes obras que permanecía abandonada en la ciudad.
La recuperación de los denominados elefantes blancos es una de las metas que marca la continuidad entre las administraciones de Martín Llaryora y Passerini en la intendencia. Además de cumplir con inauguraciones de rigor, permite al oficialismo tachar dos casilleros clave en el juego del Partido Cordobés: obras y gestión.
Para el intendente capitalino, la solución a la problemática del Orfeo Superdomo supone despejar el horizonte cercano de dos preocupaciones. Por un lado, la resolución a la presentación judicial iniciada por Bugliotti contra la Municipalidad, en noviembre de 2020, luego que el propio Llaryora declarara al inmueble como patrimonio municipal como primer paso para evitar su demolición.
Fuentes judiciales habían anticipado ya que la Justicia fallaría a favor del titular del Grupo Dinosaurio, quien había pedido que se declare inconstitucional la correspondiente ordenanza, a la que consideraba lesiva para su libre actividad empresarial
Por otro lado, la refuncionalización del estadio, ubicado en la zona norte de la ciudad, insumirá unos 14 millones de dólares, en trabajos proyectados por dos años. Durante ese plazo los funcionarios prevén una reactivación de la deprimida actividad de la construcción, con oportunidades para proveedores y mano de obra locales.
Despejar el horizonte aparece como urgente para un municipio que atraviesa un contexto de restricciones, en el que se entrecruzan los recortes de fondos desde el gobierno nacional, una pesada deuda en dólares y una caída de la recaudación.
Por ello, el proyecto de ordenanza establece un plazo perentorio de 60 días, desde su aprobación, para que el multifacético empresario retire su demanda, hoy en órbita del Tribunal Superior de Justicia.
Las preocupaciones son compartidas por los principales bloques de la oposición, cuyos referencias anticiparon su intención de votar favorablemente a proyectos que supongan soluciones para problemas que podrían prolongarse por más de una gestión. Es decir, podrían afectar a futuras administraciones que desean de signo contrario al peronismo.
Esta consideración incluye también complacencia con dos decisiones del intendente. La primera fue comisionar a tres integrantes de su gobierno para participar de la segunda reunión de comisiones y brindar la información requerida en el encuentro previo. La responsabilidad recayó en Guillermo Pizarro, subsecretario de Finanzas y Presupuesto; Magalí Díaz, subsecretaria de Ingresos Públicos; y Emanuel Galetto, director de Legales.
Por otra parte, reconocen el gesto de hacer pasar el proyecto por el Legislativo, pese a que el Ejecutivo podría haber avanzado por cuenta propia.
Según la iniciativa que llegará al Concejo, el grupo Dinosaurio, poseedor del Orfeo, obtendrá exenciones impositivas de $20 millones anuales. Las mismas se extenderán por una década.
La cifra es considerada racional por oficialismo y oposición, atendiendo que la reconversión del edificio no podrá alterar su fachada y sólo parcialmente su fisonomía. Según la letra, un 60% de la superficie podrá destinarse a consultorios médicos y el 40% restante a actividades oficiales y administrativas.
Por otra parte, queda expresado el compromiso del propietario de realizar las reformas con módulos desmontables, bajo concepto de “construcción seca”, lo que podría rehabilitarlo para eventos masivos en caso de cambio de criterio.
Hasta hoy, Bugliotti repite su hartazgo con el rubro de los espectáculos musicales. También incluye el temor a repetir fatalidades, como la muerte de una mujer, por consumo de éxtasis, durante una fiesta realizada en el domo hace ocho años. El caso, por el que están acusados los organizadores, llegará a juicio en noviembre.
El polo sanitario proyectado, único en su tipo, sería entregado en concesión a un reconocido hospital privado de la capital. Sanitario también era el último registro de actividad del estadio, en agosto de 2022, por entonces usado como vacunatorio en la campaña contra el coronavirus.
Bien lejos habían quedado ya entonces las melodías y los gritos. En sus 20 años de existencia, había visto pasar decenas de shows musicales de nivel internacional, espectáculos infantiles, eventos deportivos y hasta el Mundial de Voley disputado en 2002.
Hoy, bajo gobierno de un médico que menciona a la salud como referencia para su gestión, “el Orfeo” se prepara para salir de una impensada hibernación.