En el inicio del año electoral, la Mesa de Enlace pidió retenciones cero a Javier Milei. Martín Llaryora hizo los deberes. El ADN boinablanca del organismo.
La Mesa de Enlace pidió el fin de la retenciones y Martín Llayora afirmó que "llegó la hora del campo".
La Mesa de Enlace de Córdoba plantó la primera red flag en la relación con Javier Milei. El campo todavía banca, pero empieza a desmalezar la promesa de retenciones cero. Interpela a todas las fuerzas políticas y pasa la boina por el apoyo electoral que le dio, sobre todo en el sur provincial, a Luis Juez y a la UCR.
Lo hizo con un comunicado a través del cual no sólo le habla a la escudería libertaria, sino también a todo el arco político y productivo una provincia que aporta US$ 3.000 millones anuales en este concepto.
“El sector agropecuario lleva más de 20 años soportando un estado de ineficiencia, con gastos insostenibles y una presión fiscal incompatible con la producción. A esto se suma la coyuntura climática y de mercados internacionales adversa, que ha puesto de manifiesto el tremendo daño que producen las retenciones: un impuesto distorsivo y discriminatorio que, por su magnitud y persistencia, está asfixiando al sector”, expresaron en la nota las referencias cordobesas de Coninagro, la Sociedad Rural, la Federación Agraria y Cartez.
La Mesa de Enlace de Córdoba tiene sus internas y es probable que la unificación de criterios para socializar un posicionamiento único responda al malestar detectado en “las bases”, es decir, en los productores que empiezan a ver que el negocio empieza a hacer agua.
Sin embargo, el planteo púbico lo vuelve un problema político: no sólo busca acelerar una determinación libertaria al respecto, sino que interpela a todo el arco dirigencial y productivo de Córdoba.
El hecho que se ponga en agenda la preocupación inclina la cancha de aquellas figuras del Círculo Rojo que hablan de la importancia de cuidar el entramado productivo y a las fuerzas partidarias que se pretenden aliadas del oficialismo, como el radicalismo con peluca.
El presidente de Cartez, Patricio Kilmurray, compitió en las elecciones municipales de La Carlota con los colores de Juntos por el Cambio. Antes, el dirigente ruralista fue presidente de la Juventud Radical y concejal en esa localidad.
La presidenta de Coninagro, Vanesa Padullés, también tiene vinculaciones con el centenario partido. Su pareja, Carlos Garetto, gobernó la Municipalidad de Leones con los colores rojo y blanco. “Es una familia radical de pura cepa”, refrescan voces de la ciudad conocida como la capital del trigo, en manos del cristinista Fabián Francioni.
El director de la Sociedad Rural Argentina en Córdoba, Guillermo Vitelli, es un hombre de perfil liberal conservador, pero su segundo en el organismo, Sebastián Laborde, fue presidente del Comité de la UCR de Río Cuarto antes del último recambio de autoridades.
Coincidencias partidarias, acuerdos sobre la presión injusta de las retenciones, pero diferentes estrategias políticas en un año electoral donde la crítica a las políticas de Milei se decodificará de otra forma.
La posición cerrada de la entidad generó un mar de fondo. Algunas voces que tienen contacto con las fuerzas del cielo deslizaron que Llaryora estaba detrás de la cocina de este documento que marca el primer punto de quiebre del ruralismo de la Región Centro con Milei. En el Panal negaron de plano la versión y los alfiles del Presidente también se encargaron de bajar la espuma especulativa.
La última reunión que tuvo el gobernador con las referencias de la Mesa de Enlace fue en el brindis de fin de año, invitado por la entidad. Es cierto que Llaryora se apropió de esa bandera tempranamente. Cuando los anfitriones de almuerzos empresariales no tocaban el tema, el peronista open mind planteó en esos potentes micrófonos.
Cierto es que la estrategia de verano cordobesista incluía en su diseño un combo antimileísta cuidado: el apoyo a los festivales y el reclamo por el final de las retenciones. Este miércoles, el mensaje fue contundente en sus redes sociales.
“Llegó la hora del campo. Argentina aún está a tiempo de evitar una crisis profunda que golpee a su interior productivo. Por eso acompañamos el legítimo reclamo de las entidades agropecuarias, que exigen al Gobierno nacional medidas concretas para enfrentar esta difícil situación”, escribió en X.
El radicalismo cordobés se pronunció en contra de las retenciones en reiteradas oportunidades. El agrodiputado Luis Picat, ex presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, lo ha hecho públicamente, pero integra el lote de los que piden paciencia y destacan algunos gestos de la política libertaria.
En concreto, bajo la dirección de Toto Caputo sigue el debate si bajarán primero el impuesto al cheque y las retenciones después, o viceversa. Lo cierto es que el cordobesismo hizo la punta y monopoliza la posición pro campo. "Si hubieran querido hacer algo podrían haber sacado las retenciones a la ganadería", chiflan consejos voces cordobesas que no se comen el caramelito.
Hay un sector productivo, extremadamente cercano a Milei, que todavía que cree que hay margen para el gradualismo en la materia. Sostiene que la caída de agroindustrias como Los Grobo, Agrofina y Surcos obedecen a desmanejos especulativos y estrategias financieras presuntamente inadecuadas. Para la otra cantera, si caen gigantes es todo un síntoma.
Como sea, sin querer queriendo, Gregorio Hernández Maqueda, el legislador filolibertario, exintegrante de la Coalición Cívica de Córdoba y miembro de Juntos por el Cambio, terminó exponiendo la prioridad de uno y el silencio de otros. Lo hizo en una curiosa réplica al tuit citado del gobernador que muestra que la Mesa de Enlace empezó a cumplir con el objetivo de interpelación del Círculo Rojo.
“Cuánta demagogia. El campo no te votó en 2023, ni te va a votar”, disparó comparándolo con el kirchnerismo. En parte es cierto: el campo votó a Luis Juez, en especial en el potente sur productivo cordobés. Patricia Bullrich, por caso, cerró su campaña nacional en la Sociedad Rural de Río Cuartocon foco en los altos impuestos.
La Mesa de Enlace jugo fuerte y empieza a pasar lista para ver con quiénes cuenta en su lucha contra las retenciones el campo.