El intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, abrió su segundo periodo de sesiones ordinarias con un discurso medido y sin estridencias. El “doctor” -así se presentó- buscó cuidar su aura de outsider, hizo un repaso de lo realizado y multiplicó la palabra gestión a lo largo de su alocución. Guiños, abrazos y pulgar para arriba al gobernador Maximiliano Pullaro.
En la recta final hacia el comienzo de la campaña que auditará la primera mitad de su mandato, Poletti pintó la ciudad que ve con los ojos de intendente y mostró sus armas. Gestión, gestión y más gestión -palabra que utilizó 23 veces-. Ese tinte le imprimió al discurso, con eje en temas hiperlocales, que duró una hora y veinte minutos en el auditorio del Museo de la Constitución.
“No conozco otra forma que no sea con trabajo”, lanzó Poletti. Dividió su exposición en 14 puntos donde habló de distintas cuestiones como obras, luminarias, educación, residuos, transporte, presupuesto, integración regional, entre otras cuestiones. El patrón que se repitió en cada fragmento fue el empeño en gestionar. Estar activo y receptivo, Poletti quiere mostrar que eso está en su ADN político.
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Apertura de sesiones ordinarias del Concejo de Santa Fe.
La misión de Juan Pablo Poletti: seguir siendo un outsider
“Me conocen como “el doctor”, “el doc” o, los más cercanos me apodan Mono”, lanzó el intendente casi al comienzo de la apertura de sesiones. Poletti no quiere moverse del carril que lo llevó al cargo: su origen extrapolítico. Hay que ser y parecer -dicen- y al exdirector del Hospital Cullen le sale genuinamente. Reconoce que le resultó complejo moverse en las arenas de la rosca política.
Hay pruebas objetivas de que la ciudad tiene inconvenientes. El mal estado de las calles y la iluminación son apenas dos temas que podrían citarse. De manera cuidadosa, reconoció errores y que “aún falta”, sin embargo en el cierre del discursó remató: “Confío en el corazón y la garra de cada santafesino, al que conozco no por ser médico, no por ser intendente, sino por ser como ellos, un vecino más de nuestra querida Santa Fe”. Como contrapeso a los inconvenientes lanzó la promesa de diferentes licitaciones relacionadas a cámaras, quita de tasa, entre otros anuncios.
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Antes de ser intendente, Juan Pablo Poletti fue director del Hospital Cullen.
Más allá de que le escapó a las estridencia, intentó mostrarse firme en ciertos puntos como la seguridad. En más de una ocasión sacó la carta “cuidacoches”, un caballito de batalla ya que durante su gobierno prohibió esa actividad. “Levantar, pacificar y ordenar la ciudad”, dijo en dos ocasiones, misma frase que repite desde que asumió.
El agradecimiento a Maximiliano Pullaro
El mandatario local se encargó de dejar en claro que el vínculo con Pullaro está -probablemente- en su mejor momento. Después de algunos chispazos entre municipio y provincia, la relación se encauzó. Eso se refleja en el acuerdo electoral y lista de unidad que encabezará María Luengo y secundará el radical Sergio Basile. Poletti nombró en reiteradas ocasiones al gobernador, hizo mención al trabajo en conjunto y le agradeció por distintas obras y gestiones. En tantp, hizo críticas moderadas a la Nación.
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“Gracias a nuestro gobernador Maximiliano Pullaro, porque me acompañó con diálogo, consensos, obras, charlas y trabajo 24/7 para lograr hacer de la ciudad de Santa Fe, la capital grande de esta invencible provincia”, declaró el “doctor”. Previamente había agradecido a su gabinete, al Concejo y su presidenta, Adriana “Chuchi” Molina, y a la ciudadanía. Un dato político no menor es que también mencionó al senador por La Capital, el socialista Julio "Paco" Garibaldi.