La posta del Congreso

El maldito Senado de Javier Milei

Es la piedra en el zapato del Presidente. A diferencia de Diputados, ahí no logra negociar ni una derrota digna. Pliegos de la Corte, AGN y dietas, esta semana.

A 15 meses de llegar a la Casa Rosada, Javier Milei ya tiene claro su panorama en el Congreso. En Diputados, la cámara más ruidosa, armó alianzas que le permitieron cumplir sus planes. Al Senado el Presidente no le encontró la vuelta. Enfrentado a Victoria Villarruel, ni siquiera consiguió a alguien capaz de guiar una negociación.

La estrategia para blindar el DNU que habilita a negociar con el FMI (Fondo Monetario Internacional) tuvo en cuenta este escenario. Como sólo necesitaba el aval de una cámara (frente al rechazo de ambas para voltearlo), Milei apostó a Diputados y ganó. También eligió ese recinto el año pasado para proteger los vetos a leyes que aumentaban fondos para jubilaciones y universidades.

El problema para el Presidente es que para algunos objetivos el Senado no puede permanecer cerrado y la semana próxima habrá tres ejemplos. El primero: el jueves está citada una sesión para tratar los pliegos de los candidatos a jueces de la Corte, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. Ese día, además, podrían votarse representantes en la Auditoría General de la Nación (AGN) y volverá la discusión por las dietas que se cobran en la cámara alta, que superarán los 9 millones de pesos brutos si nadie hace nada.

Milei no controla ninguna de estas discusiones y tampoco encuentra interlocutores válidos. Ni Santiago Caputo ni el vicejefe de Gabinete José Rolandi hallaron la fórmula para, al menos, tener derrotas dignas.

En Diputados, seguirá la tensa calma por unas semanas. Mientras tanto, Unión por la Patria recolecta voluntades para una megasesión que sume todos los temas hostiles para el Gobierno: el escándalo $LIBRA, jubilaciones, discapacidad y parálisis de la obra pública.

Javier Milei, a todo o nada

La elección porteña reflejó cómo la dinámica política desde 2023 y, tal vez por mucho tiempo, está determinada por una fragmentación extrema, sin liderazgos claros y con resultados impredecibles. El escenario se repetirá en la mayoría de las provincias y es el que muestra el Congreso cada semana.

En el Senado se trabaja a ciegas: por lo general, nadie, ni del Gobierno ni de la oposición, puede saber con exactitud cuál es el panorama de una votación antes de la sesión. El jueves, cuando se debatan los dos pliegos para la Corte, la situación no será diferente.

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Ariel Lijo.

Ariel Lijo.

Los habituales aliados del Gobierno (un sector mayoritario de la UCR, los partidos provinciales y el PRO) no quieren abrir el recinto sin garantías de ganar la batalla. Fue por esa razón que en febrero bloquearon la sesión que reclamaban desde la Casa Rosada para tratar los pliegos. Esa vez, Milei siguió la hoja de ruta que había prometido: iniciado el periodo ordinario del Congreso, nombró a los candidatos en la Corte por decreto, aunque sólo pudo asumir Gacía-Mansilla porque el máximo tribunal no le aceptó la licencia a Lijo.

UP también cumplió con su promesa de pedir una sesión para rechazar ambos pliegos si el Presidente seguía ese camino y la vicepresidenta le puso fecha para el próximo jueves, cuando nadie sabe qué puede pasar.

Me quiero ir

Por falta de acuerdo, la cámara alta mantiene acéfala la Defensoría del pueblo, la Procuración y la Corte, pero hasta ahora nadie pagó el costo de esos fracasos. El jueves, por primera vez, en el Senado se verán las caras de una fallida negociación política de la que nadie se hace cargo.

El Presidente, esta vez, coincide con el kirchnerismo: lo mejor es votar y terminar con la agonía. Los números mágicos de la sesión son 37 y 25. El primero para alcanzar el cuórum y UP puede lograrlo si muestra plantel completo y suma tres aliados: Martín Lousteau, Pablo Blanco (UCR) y la larretista Guadalupe Tagliaferri se anotaron para ayudar. La segunda cifra representa la tercera parte del recinto, lo máximo necesario para voltear un pliego, si la reunión está en marcha.

Los expedientes queman y es por eso que los aliados piden a Milei que los retire. Nadie podrá desentenderse de su decisión.Santiago Caputo anunció que tomará represalias: quien no vote los pliegos no podrá ingresar a la mesa negociación para cubrir las vacantes de la justicia federal. En el radicalismo no se quieren quedar sin esa rosca. Gobernadores de UP también recibieron el llamado del asesor.

Lijo se aseguró su continuidad como juez federal y las autoridades de UP contabilizan que entre ocho y 14 miembros de la bancada votarán su pliego. El respaldo llega desde gobernadores del más amplio espectro, como Gildo Insfran (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). También de figuras que cuestionan la conducción en el PJ de Cristina Fernández de Kirchner, como la jujeña Carolina Moises, referente de Convicción Federal, el nuevo bloque que nació en UP. Habrá una cumbre el martes para contar los porotos.

Esta eventual ayuda peronista no sería suficiente para convertir al magistrado en cortesano, si cumplen su promesa de rechazar su pliego Blanco, Lousteau, Tagliaferri, la radical Carolina Losada, el exlibertario Francisco Paoltroni; Luis Juez, Alfredo De Ángeli y Carmen Álvarez Rivero (PRO). Claro que la mayoría de ese grupo prefiere que no haya sesión y hasta esparce el rumor de que no habrá cuórum para que nadie viaje a Buenos Aires.

Cuántos votos

Lijo alardeó durante un año de haber conseguido los dos tercios del recinto para aprobar su pliego y tiene la posibilidad de demostrarlo. Necesita ampliar el respaldo de UP, donde CFK , por primera vez, juega fuerte en su contra. No es personal: en esta etapa, la expresidenta prefiere chocar de frente contra Milei y la Corte, a quienes responsabiliza por sus eventuales nuevas condenas. El período para negociar una tregua con el Gobierno se terminó y el llamado de Caputo nunca llegó.

El caso de García-Mansilla es más complejo. Nadie en el Congreso lo respaldó públicamente y dejó los dedos marcados cuando, durante la audiencia del 28 de agosto, prometió no asumir en la Corte si era nombrado por decreto. Está claro que no cumplió.

Caputo, quien prefiere los trucos de magia a las roscas de pasillo, también se las ingenió para amedrentar a quienes no voten al académico: dejó trascender que, aún si se rechaza su pliego, García-Mansilla seguirá siendo juez de la Corte hasta el 30 de noviembre, como indica el decreto de designación.

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Alfredo De Ángeli y Eduardo Vischi, jefe del PRO y la UCR en el Senado.

Alfredo De Ángeli y Eduardo Vischi, jefe del PRO y la UCR en el Senado.

El nuevo cortesano fue aceptado y cobijado por Horacio Rosatti y Carlos Rosenkratz. Durante nueve meses, los tres pueden armar una mayoría automática capaz de hacer mucho daño a los enemigos. La guerra de rumores es total: el UP aseguran que García-Mansilla tiene previsto renunciar a la Corte si el Senado rechaza su pliego.

Desorientados, los aliados prefieren no tomar riesgos y piden (suplican) que Milei retire los pliegos. Como el Presidente no aceptó, le solicitaron a Villarruel, por ahora informalmente, postergar la sesión. Pero la vicepresidenta no quiere volver a ser rehén de un Senado a quien nadie le encuentra la vuelta y en tal caso les pide a los aliados que dejen la sesión sin cuórum, lo que bien pueden hacer si no tienen fisuras. “Dejé pasar tres semanas para que negocien. ¿Cuánto más necesitan?”, responde ante las presiones.

La vice, por si fuera poco, deberá afrontar una nueva semana de hostigamiento del Gobierno por no poder evitar un nuevo aumento de las dietas. El lunes vence el congelamiento que Villarruel dispuso en enero, con la excusa de que no había sesiones ordinarias ni extraordinarias convocadas. Ningún bloque quiso avanzar en una resolución y desde abril las dietas recibirán los aumentos que tuvieron los salarios del personal legislativo. Milei insiste en que Villarruel puede impedirlo, aunque no dice cómo.

Auditores, se buscan

Otra novela que llegó al Senado, por si le faltaba algo, es la designación de los miembros de la Auditoría General de la Nación (AGN). Hace un año que Diputados no puede elegir sus tres representantes; y desde la semana siguiente, la cámara alta también tendrá esa misión, con la presión extra de que el organismo quedará acéfalo.

Martín Menem volverá a la carga para que por esa casa haya un auditor de UP (el kirchnerismo exige la continuidad de Juan Carlos Forlón), otro del PRO (el candidato es el exministro de Trabajo, Jorge Triaca) y el restante del oficialismo (Santiago Viola). Quiere dejar afuera al exdiputado radical Mario Negri, propuesto por su bloque, pero necesita los votos de las dos bancadas del partido centenario para excluirlo.

En el Senado la rosca empezó esta semana y la apuesta del Gobierno es repetir el esquema de Diputados, que sería inédito en la cámara alta: definir los auditores por acuerdos entre bloques y no por el número de cada fuerza. Sólo así el peronismo perder a uno de los dos representantes que intenta renovar: Javier Fernández y Graciela De la Rosa.

El aliado del oficialismo Juan Carlos Romero inició las gestiones para marginar a UP, que necesitan de un aval de la UCR para prosperar. El partido centenario sabe que en cualquier caso sostendrá un auditor, que será Luis Naidenoff, y deshoja la margarita.

Germán Martínez, jefe de la bancada de Unión por la Patria en Diputados
Germán Martínez, jefe de la bancada de Unión por la Patria en Diputados

Germán Martínez, jefe de la bancada de Unión por la Patria en Diputados

El sector del radicalismo más cercano al Gobierno no se imagina ayudando al peronismo; pero hay otro más propenso a cubrir las vacantes de la AGN rápido acordando una votación con UP y dejándole los dos cupos que, ni más ni menos, le permitirían mantener una mayoría en el organismo encargado de controlar las cuentas públicas. En el kirchnerismo aseguran que el acuerdo con la UCR está cerrado. El jefe de la bancada radical, el correntino Eduardo Vischi, no lo niega. Aunque por sus antecedentes erráticos, nadie confía en él, ya que es quien firmó el proyecto para crear una comisión investigadora del caso $LIBRA y luego lo votó en contra.

Nueva embestida en Diputados

La cámara baja transita dos semanas de comisiones. Este martes, dos días antes del paro de la CGT, volverá el debate de proyectos que modifican el régimen sindical, para limitar los descuentos compulsivos y las reelecciones de los líderes gremiales.

El año pasado la iniciativa, impulsada por el radical Martín Tetaz, no tuvo respaldo de la mayoría opositora y en el Gobierno también hicieron alguna maniobra para dilatarla. A Milei no le interesa intervenir gremios: prefiere gastar la pólvora en reducir los derechos laborales. Tampoco quiere reflotar su fallida sociedad con Luis Barrionuevo.

Germán Martínez, jefe de Unión por la Patria, aprovecha la calma de la cámara baja para juntar los votos y armar una sesión que acorrale a Milei. Los temas principales son los referidos al caso $Libra: hay dictámenes para citar funcionarios y crear una comisión investigadora.

Menem cree que puede frenarlos con ayuda de los eventuales aliados que tiene en UP (catamarqueños y santiagueños). El riojano ya jugó su carta: confirmó que la segunda quincena de abril, Francos dará su informe de gestión, con el Libragate como tema central. Cada bloque puede enviar preguntas.

El plan de Martínez es sumar a la sesión temas que incomodan al resto de la oposición, como el dictamen para declarar la emergencia en discapacidad hasta 2027 o la prórroga o sustitución de la moratoria previsional, que se debate en comisión de Previsión y Seguridad Social el miércoles 9.

Para ambos casos es necesario emplazar a la comisión de presupuesto, que preside José Luis Espert. El peronismo también sumará a un eventual temario la resolución para instar al Gobierno a retomar las obras viales. Sería pronto.

Anabel Fernández Sagasti y José Mayans, de UP del Senado, el bloque que Javier Milei quiere perjudicar en la AGN. 
Calos Espínola, Juan Carlos Romero (Provincias Unidas) junto al secretario parlamentario, Agustín Giutinian. Este bloque es clave en el futuro de la Corte Suprema. 

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