La entidad financiera administrará la recaudación del servicio capitalino. El Quebrachal tomará recorridos de la firma estatal. La dupla con Martín Llaryora.
Daniel Passerini y Martín Llaryora en la presentación de colectivos comprados con créditos del Banco de Córdoba
Daniel Passerini y Martín Llaryora en la presentación de nuevas unidades para el transporte de Córdoba
El nuevo sistema integrado de transporte metropolitano, con el que Daniel Passerini y Martín Llaryora intentarán llevar soluciones a uno de los problemas endémicos que comparten la capital y el corredor del Gran Córdoba, plantará su primer mojón en febrero con el ingreso de nuevas empresas y el rol clave de Bancor, la entidad financiera provincial.
En los primeros días del mes, la empresa El Quebrachal tomaría a su cargo tres corredores urbanos que la estatal municipal Tamse había tomado tras la conflictiva salida del sistema de la correntina ERSA.
Semanas después, ya en marzo, podría producirse la adjudicación de otras líneas a prestadores que hoy cubren servicios regionales, mediante habilitaciones que llevarán la firma de la Secretaría de Movilidad Urbana de la Municipalidad, con acuerdo de la Secretaría de Transporte del gobierno de la provincia.
Como anticipara Letra P, El Quebrachal es la firma con licencia para recorridos interurbanos que más ha avanzado en los procesos administrativos para sumarse a la modalidad que permitirá cortar boletos para viajes dentro de la ciudad y hacia localidades contiguas.
Se trata de una empresa habilitada para servicios provinciales, detrás de la cual aparecen nombres de peso. Uno de ellos es Christian D'Alessandro, uno de los directivos de Fonobus, distanciado de su administración pero con vínculos que trascienden fronteras.
El más importante de ellos lleva hacia el poderoso grupo DOTA (Doscientos Ocho Transporte Automotor). Propiedad de una docena de familias, presidida por José Faijá, con sus múltiples tentáculos opera casi 400 líneas en todo el país, la mitad de ellas en el AMBA.
La confirmación de estos nombres apura rumores en el ambiente empresarial y en corrillos políticos, tanto por el volumen de los jugadores como por “la ausencia de reglas de juego”, entendiendo como tales la confección de un marco normativo que asigne previsibilidad para captar a los inversores.
Desde la Municipalidad bajan revoluciones y aseguran que aún no está cerrada la operación. Si bien reconocen que los empresarios de El Quebrachal han avanzado en sus estudios, que incluyen análisis de personal, recorridos y flota, afirman que aún no hay acuerdo cerrado. “Falta que hagan la propuesta formal. Tienen que conocer la operatoria y asegurar unidades nuevas”, remarcan fuentes oficiales.
El intendente Passerini asigna un rol clave al Banco de Córdoba en el diseño del nuevo esquema, El pasado viernes, la entidad crediticia de la provincia quedó confirmada como administradora de los recursos del sistema urbano. Para ello, asumirá el control del fideicomiso que obrará como primer destinatario del dinero que colecten las distintas modalidades de pago habilitadas. Luego, será quien gire los montos correspondientes a cada prestataria del servicio.
Actualmente, la tarea está a cargo de la empresa World Line, titular de la tarjeta Red Bus. Rige para ella la misma prórroga que para las empresas transportistas: un año desde el fin de la concesión adjudicada, por diez años, en 2013.
“Red Bus va a seguir estando. Será un medio de pago más. La gente podrá seguir con esa tarjeta o pagar por otras vías. Pero cada medio va a validar y generar el informe de servicios para que el banco reciba la plata, la administre y pague a cada empresa”, explican desde la Municipalidad.
Las mismas fuentes aseveran que la intervención del banco estatal, que no se extiende a los boletos interurbanos, brindará “transparencia, eficiencia y agilidad” al sistema metropolitano aún en gestación. Indirectamente, responden también a cuestionamientos sobre los plazos de rendición de la recaudación (48 horas) que hoy maneja World Line.
La novedad trasciende las explicaciones administrativas. La elección confirma la importancia de Bancor para la administración del Partido Cordobés que encabeza el gobernador.
Hace dos meses, la Municipalidad de Córdoba realizó la última incorporación de colectivos. Fueron 20 unidades, a GNC, adquiridas gracias a una línea de créditos para municipios y comunas que impulsa el gobierno provincial a través de Bancor.
Créditos a municipios y administración de un fideicomiso para la capital son algunas de las acciones que el Panal instrumenta a través de la banca pública, a la que concibe como una herramienta de gestión política.
A través de ella, Llaryora tiende su mano a intendentes necesitados de fondos, ya por las consecuencias de una crisis económica que impacta en la recaudación, ya por la ausencia de oferta de crédito desde el gobierno nacional.
En esa línea pueden leerse los recientes nombramientos en el directorio del Banco. Particularmente el del riocuartense Juan Manuel Llamosas como vicepresidente de la entidad. Se espera del exintendente un rol de nexo directo con actuales alcaldes, detectando necesidades para ofrecer soluciones.
Esta gestión podría resultar clave en el electoral 2025. Pero sobre todo hacia las elecciones provinciales de 2027, momento en que los intendentes serán puestos a testear lealtades.
La puesta en marcha del nuevo esquema de transporte requiere la articulación entre las administraciones de Passerini y Llaryora. Como contara Letra P, tal engarce no está exento de operaciones.
Buena parte de ellas quedarán dilucidadas con la conformación de la Unidad Ejecutora del sistema. La misma tendrá cinco sillas, dos para el gobierno provincial, dos para la Municipalidad, una para el Ente Metropolitano. La presidencia será definida entre las partes, las apuestas oscilan según la conveniencia de cada sector. Si efectivamente hay mejoras sustanciales, más de uno querrá sumarse el poroto.
En paralelo, desde la intendencia de la capital decidieron realizar una reestructuración de la TAMSE. Eduardo Ramírez, hasta aquí presidente, se desempeñará como subsecretario de Movilidad Urbana, cargo vacante desde la salida de Walter Montenegro, quien renunciara junto a Gabriel Bermúdez en marzo del año pasado.
Ramírez reportará directo a Rodrigo Fernández, secretario de Gobierno que mantendrá la firma de la cartera que maneja el transporte de la ciudad. La presidencia de la Tamse, en tanto, quedará para Julio Secondi, quien oficiaba como director, y es considerado parte del equipo de segundas líneas de Passerini.
Aunque la movida generó especulaciones varias, fuentes municipales desmintieron que refleje aquellas tensiones. “La movida de Ramírez marca buena sintonía entre los gobiernos. Es hombre bien visto en la Provincia y tendrá un importante papel, asumiendo funciones operativas que antes recaían en una sola persona”, explicaron a Letra P.