El jefe de Gobierno quiere suspender las PASO y adelantaría las elecciones a mayo. UP quiere ver si el PRO y LLA van separados. Recalde iría al Senado.
Leandro Santoro.
A la espera de que Jorge Macri convoque a sesiones extraordinarias para que la Legislatura suspenda las PASO de la Ciudad y adelante la fecha de celebración, el peronismo porteño diseña cómo repartirá de los roles de sus principales dirigentes y piensa en Leandro Santoro como posible candidato a legislador.
La plana mayor de Unión por la Patria (UP) en la Ciudad esperará hasta febrero para tomar decisiones. Recién entonces se sabrá si el Congreso aprueba la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales y si la Legislatura porteña hace lo mismo en el distrito que gobierna el PRO. Una vez definido ese escenario, se empezarán a acomodar las piezas de los nombres.
Este año, UP renueva ocho bancas en la Legislatura porteña, sobre un bloque de 18 integrantes. Además, pone en juego una banca en el Senado, que está en manos de Mariano Recalde, presidente del PJ porteño y referente de La Cámpora en el distrito. En Diputados, en tanto, terminan su mandato tres dirigentes: Leandro Santoro, Gisela Marziotta y Carlos Heller.
Santoro está hace años en carrera para ser jefe de Gobierno. En diciembre cerró la recorrida por los 48 barrios porteños que hizo durante todo el año. Su discurso está totalmente enfocado a la problemática de la Ciudad. Por eso, en UP empezaron a barajar la posibilidad de que el diputado encabece la lista de legisladores porteños del espacio este año, en lugar de una boleta nacional para revalidar su título como diputado o para saltar al Senado.
Según piensan algunos operadores de UP, la candidatura porteña sacaría a Santoro de la discusión nacional contra Javier Milei, lo concentraría en las críticas hacia Macri y le daría una plataforma de lanzamiento para 2027. Además, evitaría que quede opacado por una eventual candidatura a diputada nacional de Cristina Fernández de Kirchner por la provincia de Buenos Aires, en octubre.
Pero ese escenario solo será posible si el alcalde porteño consigue suspender las PASO y si el PRO no cierra un acuerdo a nivel local con La Libertad Avanza. Las encuestas indican que el macrismo y los libertarios juntos podrían superar el 50 por ciento de los votos, mientras que UP sacó en la última elección casi 25 puntos.
Una diferencia semejante le generaría a UP una derrota electoral que nadie tiene voluntad de asumir. Sin embargo, la unidad entre los libertarios y los macristas está lejos de lograrse. Jorge Macri ya dio señales de que buscará “defender” su bastión del avance mileista. Por eso, anunció que desdoblará las elecciones porteñas para el 6 de julio.
Pero esa fecha está sujeta a modificación. Según el artículo 58 del Código Electoral porteño, el jefe de Gobierno “debe efectuar la convocatoria a elecciones generales al menos 185 corridos antes de su realización”. Para respetar ese plazo, Macri convocó a elecciones el 6 de julio. El decreto se publicó el 27 de diciembre.
El período de 185 días establecido en la ley contempla la celebración de las PASO. Ergo, si las primarias se suspendieran, también podría modificarse la convocatoria a las elecciones generales. Según pudo saber Letra P, Macri apuntaría a celebrarlas en mayo. De esta forma, despegaría la discusión local de la nacional. Además, de tener éxito en la Ciudad, el PRO podría sentarse a discutir con mayor fortaleza con LLA para definir el tablero nacional. En UP habría acuerdo para avalar el desdoblamiento, que le permitiría meterse como segunda fuerza en la discusión local.
Para octubre quedaría postergada la discusión sobre los dirigentes que podrían encabezar las listas de Diputados y del Senado. La cámara alta es el lugar más codiciado por cualquier dirigente. Si las condiciones de la Ciudad no fueran las óptimas, Santoro también apuntaría a esa banca, que hoy ocupa Recalde. Pero el senador ya dijo públicamente que irá por la reelección. “Por supuesto que estoy dispuesto, me parece que sería natural”, afirmó en una entrevista en La Política Online.
La reelección de Recalde tiene el visto bueno de CFK, que apunta siempre a mantener su poder en el Senado con dirigentes que le responden políticamente. En tanto, el cristinismo no considera propio a Santoro, al tiempo que remarca que “el que va por la banca en el Senado no compite por la Jefatura de Gobierno”. “Es una cosa o la otra. Todo no”, dicen quienes reportan al Instituto Patria.
Restará ver cómo se repartiría la lista de diputados nacionales. Todo se definirá en la mesa que maneja UP en la Ciudad, donde se sientan Juan Manuel Olmos, Recalde, Víctor Santa María y la CGT. Olmos es el principal armador del peronismo, tiene diálogo directo con Cristina y con Sergio Massa y es sponsor de la candidatura de Santoro. También se mantiene en línea con Matías Lammens, vicepresidente segundo de la Legislatura.
De recorrida por la Costa con la presentación de su libro, La Argentina Humana, Juan Grabois también se anota en la discusión. El dirigente social estará esta semana estará en Villa Gesell y en Mar del Plata. Quiere ser candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, pero su situación depende de lo que decida Cristina.
Grabois ya hizo saber que se bajaría de la candidatura a diputado por la provincia si la expresidenta decidiera encabezar la lista del peronismo en territorio bonaerense. En ese caso, dice, podría competir por la Ciudad. Por ahora, en el distrito porteño apuntala como candidata a diputada nacional a la exlegisladora porteña Ofelia Fernández.
Por fuera de ese espacio correría la candidatura de Juan Manuel Abal Medina. Con apoyo de los gremios, liderados por Andrés Rodríguez (UPCN), el año pasado, el exjefe de Gabinete intentó pelear en la interna del PJ porteño. Finalmente, tras varias negociaciones, fue integrado a la lista oficial, que encabezó Recalde, y quedó como vicepresidente cuarto del PJ, que selló la unidad.
Ahora, el exsenador ya hizo saber que buscará volver a la cámara alta, con el apoyo de UPCN y otros gremios, y también del Movimiento Evita, que puso a uno de sus referentes, Jonathan Thea, a trabajar en el armado. Abal Medina también tendió puentes con Axel Kicillof, que tiene en la Ciudad a dos referentes, el ministro de Producción, Augusto Costa, y su par de Desarrollo para la Comunidad, Andrés Cuervo Larroque.
Abal Medina plantea que es momento de dar la discusión en la Ciudad y que el peronismo debe llevar un referente “propio”, ya que los últimos dos candidatos del espacio, Lammens y Santoro, no tienen origen en el partido.