La dirigencia neuquina tiene un pacto explícito con Rolando Figueroa y mide riesgos. En tierras de Alberto Weretilneck aguardan precisiones.
El PRO de Río Negro esperará un llamado de Mauricio Macri para avanzar con la estrategia provincial.
El cruce de mensajes públicos entre Javier Milei y Mauricio Macri fue recepcionado de manera bien diferente en Neuquén y Río Negro, dos provincias estratégicas de la Patagonia que en las elecciones de medio término renovarán bancas en el Senado y la Cámara de Diputados.
El mayor impacto se dio donde manda Rolando Figueroa, que llegó a la gobernación acompañado por un frente multicolor que incluyó al PRO. Ya en la gestión, las espadas de esa fuerza se sumaron al gabinete o le dieron vigor al interbloque de la Legislatura. Sus compromisos son un condicionante a la hora de imitar la estrategia en el sur del país.
Para los macristas rionegrinos, la situación es bien diferente. Comandada exclusivamente por el legislador Juan Martín, la tropa aguarda coordenadas más precisas para interpretar los mensajes entre el expresidente y el libertario. A partir de ahí, accionar en el armado que buscará ganar espacios ante el gobierno de Alberto Weretilneck.
Rolo Figueroa no solo sumó desencantados del Movimiento Popular Neuquino (MPN), también le dio espacio al peronismo ortodoxo, algunos radicales y al PRO.
Antes de la destitución de la ya exvicegobernadora Gloria Ruiz, el diputado Marcelo Bermúdez, actual presidente del partido en el distrito, le blanqueó a Letra P que estaba dispuesto a “respaldar el ordenamiento macro del Presidente”. Su descarnada frase ponía en duda, en la instancia nacional, el pacto territorial de Neuquinizate.
En 2023, con el único objetivo de doblegar al todopoderoso MPN, el PRO se anexó al espacio variopinto que condujo el contador que fuera intendente de Chos Malal, vicegobernador de Omar Gutiérrez, y diputado nacional. Esa es la intención de la mayoría de los representantes, a pesar de la declaración de Bermúdez.
Fuentes del espacio con llegada a la gobernación advirtieron que no tuvieron contacto con Macri y citaron el único acuerdo vigente a nivel nacional: que cada provincia tenga libertad de acción en el cierre de alianzas. Ergo: la idea es mantener los pies dentro del plato de Neuquinizate.
“Esto es un mensaje para la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, nosotros tenemos nuestra propia agenda”, razonó una de las caras más importantes del PRO neuquino. “Cada provincia va a tener un cierre distinto, eso está muy claro”, atizó la fuente partidaria.
Actualmente, el PRO de Neuquén sufre la acción de algunas figuras disidentes. El exsecretario de Culto, Francisco Sánchez, que intentara sin éxito competir por la gobernación con la venia de Patricia Bullrich, trabaja en una alternativa. Antes concejal por la capital patagónica y diputado nacional, construye masa crítica para una nueva vuelta que compromete un acuerdo con la pastora evangélica Nadia Márquez, que fue denunciada en medio del revuelo institucional que generó la salida de Ruiz.
Martín tomó la noticia de manera positiva. Como ya explicó Letra P, el roquense aguardaba la señal para incrementar el acercamiento que parece inevitable con La Libertad Avanza. Debe negociar con Lorena Villaverde, cuestionada diputada nacional que sortea obstáculos ante el crecimiento de opciones de mismo corte como la del exintendente de Campo Grande y candidato a gobernador de Milei, Ariel Rivero.
“Vamos a presentar las mejores candidaturas”, machacó Martín, cuando se enteró del posteo de Macri.
Las próximas horas parecen determinantes para todos. Resta esperar cómo la comisión de notables que se armó termina de cocinar la alianza, que parece inminente.