Por primera vez en 80 años hubo elecciones para dirimir la conducción de la Sociedad Rural de Jesús María, una entidad relevante en el frente gremial del campo, pero también un factor de poder real en esa región, con influencia hacia el norte de Córdoba. El oficialista Eduardo Riera logró su reelección por 145 votos. Pablo Martínez sacó 93.
Además de los votos en contra de su candidato, el diputado cosechó también duras críticas que fueron desde señalamientos verbales por haber utilizado a la institución políticamente hasta el aprovechamiento su banca en la cámara baja para beneficio personal, según se encargaron de remarcar desde el oficialismo de la entidad ruralista.
El productor Ariel Cadamuro, compañero de lista de Riera, puso en palabras ese malestar durante la campaña. “En nuestra lista son todos productores agropecuarios y ganaderos de la zona, no vamos a prestar la entidad para sellos políticos, ni para trampolines individuales, o para personas que quieran hacer otro tipo de carrera”.
Luis Riera Sociedad Rural Jesús María reelecto.jpg
Eduardo Riera continuará al frente de la Sociedad Rural de Jesús María que, por primera vez, eligió democráticamente a sus autoridades.
Luego afinó aún más la puntería: “Estamos para representar al socio y no para estar haciéndole la fiesta a alguno que después se va, como el caso de Luis (Picat), que le fue bien, es diputado. Estamos esperando que venga a traernos algunos resultados de lo que ha conseguido él y compartirlo con las bases”, dijo.
La agenda de Luis Picat
Picat siempre se reconoció a sí mismo como un “agrodiputado”, que iba a llevar al Congreso casi exclusivamente la agenda de los productores, reclamando el fin de las retenciones.
Pero las miradas se posaron sobre él el año pasado. En agosto, el gobierno de Javier Milei eliminó por completo las retenciones a las exportaciones de carne y cerdo, una medida que lo benefició particularmente ya que tiene cadena de producción porcina, desde criadero hasta frigorífico propio.
Sugestivamente, un mes después de aquella medida del Gobierno nacional, Picat volvió sobre sus pasos de opositor y cambió su voto sobre el proyecto de recomposición de ingresos a los jubilados, que impulsaba su partido, la UCR, y acompañó el veto presidencial a esa medida. Desde entonces, se plegó abiertamente a La Libertad Avanza y es uno de los denominados “radicales con peluca”.
Pablo Martinez Sociedad Rural Jesús María.png
Pablo Martínez, el alfil del agrodiputado Luis Picat en la Sociedad Rural de Jesús María.
Esa repentina conversión al oficialismo, que le valió ser expulsado de la UCR, y críticas del arco opositor por su posición camaleónica, ahora también moviliza críticas hasta de sus propios pares de la Rural, como blanqueó Cadamuro en el fragor de la campaña electoral.
Ahora lo están mirando con recelo, para ver si así como consiguió librarse de las retenciones a la carne, mantiene la misma pelea por las retenciones a la soja, por ejemplo, cuyo debate se está por reactualizar en la agenda legislativa.
En tal caso, ¿priorizará los intereses de los productores o su alianza política con Milei?
Con sello del campo, a la intendencia y la banca
El cuestionamiento del actual oficialismo ruralista a Picat por haber “utilizado” a la entidad, tiene su primer punto de referencia en 2019. El diputado presidió la SRJM entre 2016 y 2018. Se recluyó ahí después de perder ante Gabriel Frizza, en su intento por ser intendente de Jesús María en 2015.
Desde esa entidad construyó su segunda candidatura, que le permitió llegar, esta vez sí, a la intendencia en 2019. Para eso, resultó decisiva la alianza que trabó, desde la Rural, con el entonces gobernador Juan Schiaretti.
Schiaretti-con-Luis-Picat-.jpeg
Luis Picat pasó por el despacho de Juan Schiaretti horas después de haber ganado la intendencia de Jesús María en 2019.
Logrado ese objetivo de saltar a la política y al municipio, dejó la conducción de la entidad ruralista en manos de su amigo Luis Magliano, quien en 2021 terminó preso, acusado por la desaparición de 3.500 vacas en Santiago del Estero, en una causa judicial que tuvo alto impacto nacional.
Caído en desgracia, el picatista Magliano fue echado de la Rural y en la presidencia lo sucedió otro dirigente del mismo palo político, el ya mencionado Pablo Martínez, que ahora perdió en su intento de volver a la conducción de la entidad.
Con el eje Picat-Maglino-Martínez, la SRJM tuvo un altísimo perfil político, que al parecer no redundó en beneficios concretos para los productores, pero sí para ellos y sus aspiraciones políticas.
En la votación de este viernes, los productores rechazaron volver a ese modelo de gestión, que quedaron muy contrastados y a la vista al cotejar el perfil de los dos postulantes a la presidencia.
Los dos modelos de la Sociedad Rural de Jesús María
Riera, reelecto en la SRJM, es un productor más, no de los principales, y es reconocido en la zona como director de la Escuela de la Familia Agrícola, institución de nivel secundario, de gestión privada comunitaria, en Colonia Caroya. Se lo considera un duro en sus posturas, pero siempre encuadrado en la defensa gremial de los productores.
Martínez, por su lado, responde incondicionalmente al diputado Picat y presidió la SRJM entre 2021 y 2023, con un estilo altamente confrontativo, que dejó su marca.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/srjmcba/status/1915038342640529416&partner=&hide_thread=false
Con editoriales furibundas, en ese período desde la Rural se denostaba sin media tintas a los gobiernos nacional y provincial, con el pedido de quita de retenciones como eje, pero sumando planteos políticos sobre el gasto y la recaudación, la forma de gobernar, la integración de gabinetes y hasta las políticas sociales. Casi como un partido político.
Martínez no ocultaba incluso su intención de colarse en alguna lista de candidatos. Como Picat, siempre fue afín a Juntos por el Cambio, con marcada simpatía hacia Patricia Bullrich, y ahora alineados con Milei en la Casa Rosada.