La cámara que dirige el empresario del maní Luis Macario presentó su informe de coyuntura. Números rojos, a contrapelo de la confianza en el rumbo libertario.
Luis Macario, junto a industriales de Córdoba.
La Unión Industrial de Córdoba publicó su primer monitoreo de la actividad económica de este año con resultados poco alentadores, pero con una expectativa positiva con respecto al rumbo que propone Javier Milei.
La entidad que dirige Luis Macario, empresario del rubro manicero que en el último coloquio pidió humanizar el programa libertario, informó que el 48% de las empresas encuestadas enfrentó una pérdida de rentabilidad. Entre las razones esgrimidas se encuentran el aumento de costos y la caída de la demanda interna.
Sin embargo, el 71% de las compañías confía en una recuperación en los próximos meses y apuesta por la inversión.
El informe dirigido por Josefina Schapira refleja una baja producción en la mayoría de las industrias comparado con el último trimestre de 2024. Sólo el 22% de las empresas logró aumentarla, mientras que un 37% la mantuvo estable.
Conforme a los datos recolectados en febrero entre las más de 60 compañías que integran la UIC, la rentabilidad fue uno de los principales desafíos: el encarecimiento de insumos y salarios, junto con la caída de la demanda, redujeron los márgenes de ganancia.
Además, el 41% de las empresas reportó una contracción del mercado nacional, afectando su capacidad de crecimiento.
Pese al contexto difícil, el 53% de las industrias cordobesas mantuvo su nivel de inversión, mientras que un 24% lo aumentó. Además, el 69% considera que es un buen momento para apostar por nuevos productos y procesos, toda una señal de confianza en el rumbo económico.
En cuanto al empleo, el 68% de las empresas sostuvo su plantilla sin cambios, sin registrar una fuerte caída en la ocupación industrial.
Las empresas lograron cumplir con el pago de salarios y proveedores, aunque un 24% solo pudo abonar impuestos de manera parcial. Ahora bien, las tarifas públicas siguen siendo un factor de presión sobre los costos operativos.
El gobierno de Martín Llaryora busca mantener un ecosistema propicio para la industria no sólo por el impacto productivo, sino también político. El cordobesismo a pleno viene exigiendo medidas que atiendan a las empresas generadoras de divisas y trabajo, siendo las retenciones el principal punto de conflicto.
Lo cierto es que las cámaras empresariales de la provincia exigen, también, mayores medidas de alivio fiscal, en especial, a los municipios.
A pesar del retroceso en la rentabilidad, la mayoría de las industrias mantiene una visión optimista para el corto y mediano plazo.
Entre los factores que sustentan esta expectativa, se destacan la mayor estabilidad macroeconómica, percibida por las empresas como un factor clave; y la proyección de crecimiento en la producción. Sobre este punto, un 53% de las industrias reporta mejoras en su balance anual.
“Estamos con muchas dificultades, el país no cambia de un año a otro. Hay optimismo porque las variables macro empezaron a acomodarse como el equilibrio fiscal y el arreglo de la deuda comercial. Hoy hay mayor fluidez”, sintetizó Macario a Letra P. El referente de la industria local también alertó sobre los efectos negativos del atraso cambiario.
Consultado sobre la caída de la credibilidad presidencial después del Libragate, Macario se mostró cauto y evitó ingresar a la polémica. No obstante, remarcando una postura personal sobre el tema, pidió anteponer el respeto por las instituciones. Para el empresario, el Presidente ya no es un ciudadano común, sino que tiene las responsabilidades que emanan del cargo.
La industria sabe que es una carrera de largo aliento y aguanta. Un dato fuerte en la pretemporada del año electoral.