“No solo imagino” una confluencia del peronismo y el radicalismo como plataforma para salir de la crisis actual y la encrucijada que supone la emergencia de una fuerza de ultraderecha competitiva, “sino que la considero necesaria”, asiente Federico Storani mientras la UCR se despega del pacto sellado entre Mauricio Macri, socio de partido centenario en Juntos por el Cambio, y Javier Milei en el camino hacia el ballotage del domingo 19. Para fundamentar su posición, el exministro de Interior rescata la experiencia bipartidista que permitió salir del caos de 2001 e inaugurar “un ciclo virtuoso” en el que la fuerza fundada por Leandro Alem “cogobernó” con el justicialismo. “En momentos de crisis muy profundas, esas experiencias son válidas”, sostiene.
Entrevistado por Marcelo Falak en el marco de Democracia, 40 años: deudas y desafíos, un ciclo audiovisual de conversaciones producido por Letra P y la Universidad Abierta Interamericana (UAI), Storani hace énfasis en la urgencia de construir acuerdos que permitan atender lo que considera la gran asignatura pendiente del proceso de vigencia del Estado de Derecho más duradero de la historia nacional. “Un 43% de pobreza estructural y un 8% de indigencia es muy doloroso. Ahí hay que poner el foco y eso requiere un nivel de consenso muy amplio para hacer políticas proactivas en favor de la producción y el desarrollo”, afirma.
Una de las figuras centrales de la primavera alfonsinista por su rol en la Cámara de Diputados y como uno de los referentes principales de la Junta Coordinadora Nacional, el dirigente dobló la apuesta de la consulta de Letra P acerca de si imagina una suerte de confluencia del peronismo y el radicalismo en algún modelo que ponga un dique al avance de la ultraderecha y ayude a formar, como propone Sergio Massa, un “gobierno de unidad nacional”. “No solo la imagino, sino que la creo necesaria”, admite, aunque advierte que “eso tiene que articularse con contenidos y con instrumentos muy claros”.
“La experiencia de 2001 inauguró un período virtuoso: en ese momento, se salió de la trampa de la Convertibilidad, primero con (Jorge) Remes Lenicov y luego con (Roberto) Lavagna, y se inauguró un período de crecimiento de la economía”, destaca y apunta: “Los dos grandes actores de ese momento fueron Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde”. No solo eso: “El radicalismo -agrega- cogobernó en ese momento con (Jorge) Jaunarena en (el MInisterio de) Defensa, (Jorge) Vanosi en Justicia y un acuerdo parlamentario que permitió avanzar" en ese camino.
“Esas experiencias, en momentos de crisis muy profundas, son válidas”, sostiene Storani y le pone actualidad a una charla pensada para reflexionar sobre el invalorable patrimonio institucional, político y cultural construido en libertad durante estas cuatro décadas, pero, también, sobre lo que falló, desde la promesa fundacional de que con la democracia se come, se cura y se educa, para que el país llegara a esta efeméride exhibiendo un deterioro insoportable de las condiciones materiales de una enorme franja de la población y con un tercio del electorado buscando la salida en un movimiento de rasgos peligrosamente autoritarios.
La entrevista fue grabada en esa coyuntura caliente, con “una crisis muy profunda” y con la UCR tratando de sostener una neutralidad frente al dilema Massa o Milei pero con importantes figuras saltando ese cerco y pronunciándose públicamente en favor del postulante de Unión por la Patria.
En esa línea se anota Storani, referente del sector progresista del partido que miró siempre de reojo el rol del radicalismo en la alianza con el PRO, pero también otros nombres que han sido menos combativos en la interna juntista, como Martín Lousteau. Hasta Daniel Angelici, de origen radical pero ladero fiel de Macri durante muchos años, ha planteado que se debate entre votar en blanco y darle su respaldo al candidato peronista.
#40D DEMOCRACIA, DEUDAS Y DESAFÍOS | FELIPE SOLÁ
En la primera de las entrevistas presentadas por Letra P, Felipe Solá, contemporáneo de Storani, como gobernador de Buenos Aires, en aquella crisis de la que el país emergió a partir de un acuerdo radical-peronista, se animó a cuestionar aquella promesa fundacional de Raúl Alfonsín que, 40 años después, naufraga en un mar de frustraciones. "'Con la democracia se come, se cura y se educa' fue una frase voluntarista, bien intencionada, pero un error. Con el diario del lunes, yo hubiera dicho 'con la democracia se convive', aunque en ese momento hubiera parecido poco", señaló el también excanciller.
#40D DEMOCRACIA, DEUDAS Y DESAFÍOS | MARÍA EUGENIA VIDAL
En la segunda entrega, María Eugenia Vidal cuestionó "el mensaje" sobre el que Javier MIlei construyó el batacazo que lo puso en la final de las elecciones 2023, pero prefierió ver la paja en el ojo propio. "Hay una enorme responsabilidad nuestra" en la emergencia de esa consigna que llama a destruir, advierte y aclara que se refiere a "todos los que formamos parte del sistema político". "Dejamos de representar", sentenció y adviertió que, en ese sentido, "la política" se debe "una autocrítica enorme".
En este interregno entre el aniversario del triunfo radical del 30 de octubre de 1983 y el de la asunción de Alfonsín, el 10 de diciembre de ese año, Letra P seguirá publicando las entrevistas de Democracia, 40 años: deudas y desafíos. Pasarán por esta tribuna Eduardo Belliboni, Vilma Ibarra, Carlos Corach, Teddy Karagozian, Miriam Lewin, Héctor Daer, Analía del Franco, Ricardo Delgado, Cristina Caamaño y Federico Pinedo.