Recorre Buenos Aires con prédica de paz en medio de la balacera peronista. De trinchera en trinchera, sin éxito aparente. Acusaciones de tibieza y oportunismo.
Gabriel Katopodis
El ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, inició una nueva gira por las secciones electorales de la provincia de Buenos Aires para discutir política en medio de la interna feroz. Lo hace en apoyo a Axel Kicillof, pero también para llevar paz. A diferencia del grupo radicalizado que agita las armas, “no le ve el negocio” a una ruptura con el cristinismo.
La disputa del gobernador con el tándem Cristina Fernández de Kirchner - La Cámpora dejó todo roto, o casi todo, porque aún quedan cosas por romperse. Es lo que busca evitar Katopodis, que comenzó una peregrinación para cortar la sangría que comenzó a derramar en los concejos deliberantes. Se puso en marcha la semana pasada con un encuentro con intendentes y otros dirigentes de la Sexta sección electoral, conformada por 22 municipios.
Las próximas paradas serán la Segunda y la Quinta. Al periplo suma las recorridas por temas de gestión en las que busca tender puentes, como lo hizo en su visita a Quilmes, donde estuvo con la intendenta Mayra Mendoza, incondicional de Máximo Kirchner y muy crítica de Kicillof.
El titular de Infraestructura estuvo activo todo el año, recorriendo la provincia. Es uno de los dirigentes que suena para pelear por la gobernación en 2027. Durante meses visitó distritos en el marco de las charlas que denominó “Peronismo para qué” y sigue haciendo otros encuentros con militantes.
Pero la recorrida iniciada la semana pasada tiene otras características. Mantiene reuniones cerradas y sin foto con dirigentes de distinto peso y extracción. Participan centralmente quienes ven en el gobernador la carta de triunfo para la próxima elección de cargos ejecutivos.
La primera fue el jueves en Sierra de la Ventana. Participaron cuarenta dirigentes de la región, entre otros, los intendentes Ariel Sucurro (Salliqueló), José Nobre Ferreira (Guaminí), Julio Marini (Benito Juárez), Alfredo Fisher (Laprida) y Alejandro Acerbo (Daireaux). Se extendió por más de cuatro horas. “Fue un debate intenso”, según un participante. Hablaron de reforma electoral, desdoblamiento de la elección, interna, armado de listas y hasta análisis de encuestas.
Paz en medio de la interna. Esa es la obsesión del dirigente que formó parte del gabinete de Alberto Fernández, siempre mantuvo buen vínculo con los Kirchner y fue acercándose más y más a Kicillof hasta convertirse en ministro.
“Kato no le ve el negocio” a una ruptura entre el kicillofismo y el cristinismo, dice a este medio alguien que compartió reuniones con él.
El ministro cree que el movimiento debe fortalecer al gobernador para que sea quien conduzca al peronismo en la provincia de Buenos Aires. La Cámpora no acepta eso: Máximo es el presidente del PJ bonaerense. El mensaje también baja de la conducción del PJ grande: la única conductora es CFK.
Katopodis impulsa la idea de que con la provincialización de la elección -más si esta se separa de la nacional- Kicillof tiene una gran oportunidad, pero también que eso debería poder convivir con una CFK que conduzca el proceso y la estrategia de la elección nacional, sea o no candidata. “En todo caso que se estire, pero que no se rompa”, reversiona la consigna radical un peronista que conoce al ministro.
Días atrás visitó Quilmes y estuvo con Mendoza poco después de que la intendenta lanzara una catarata de críticas contra gobernador tras el desembarco del jefe comunal Jorge Ferraresi en territorio quilmeño. El de Avellaneda le declaró la guerra a Kirchner hace tiempo. Es uno de los que propone el derribo de todos los puentes.
“Hoy inauguramos con Mayra Mendoza la recuperación y puesta en valor del espacio público para más de 500 familias del barrio Sayonara de San Francisco Solano, con más servicios, lugares de recreación, deportes y una nueva posta policial. Hay una decisión de Kicillof que haya una continuidad de la obra pública en cada municipio, eso significa inversión, empleo, inclusión y oportunidades para más bonaerenses”, dijo Katopodis en un esfuerzo por unir el agua y el aceite.
La postura de Katopodis no convence a todos y menos aún a quienes batallan desde los extremos de la grieta. “Juega la propia, por eso se pone en el lugar que se pone”, planteó a Letra P un dirigente alineado al gobernador que cree que hay que ir “más a fondo”. Lo mismo apunta la fuente sobre aquellos intendentes que juegan de equilibristas en medio de la interna.
Alguien que orbita en el ecosistema de CFK, vierte una crítica parecida: “Poniéndote en el medio pueden pasar dos cosas: lograr ser síntesis de los sectores en pugna, que es lo que parece que está haciendo Kato, o que no seas de nadie y que por eso al final del camino a nadie le interese que seas protagonista. El tiempo lo dirá”.