SE DOBLÓ

Ganó Rodrigo De Loredo: el bloque UCR no se rompe en Diputados y se quedan los cinco radicales violetas

Crearon una mesa de unidad para que todos los sectores acuerden una hoja de ruta. La tropa de Manes y Lousteau, adentro. Tensión por una reunión en Casa Rosada.

Los cinco diputados radicales violetas, así llamados porque apoyaron a Javier Milei a sostener los vetos a la reforma previsional y a la ley de presupuesto universitario, resistieron la presión y permanecerán en el bloque. Prosperó una maniobra del presidente de la bancada, Rodrigo De Loredo, que consistió en armar una mesa de unidad, que se reunirá este miércoles.

Este miércoles, la mesa chica tendrá su primer encuentro. Definirán si asisten a la reunión de mesa legislativa de la Casa Rosada, prevista para las 13 horas, como proponen el grupo violeta, o si prospera la idea de los más moderados de no participar.

Este grupo afín al Gobierno lo integran Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Pablo Cervi y Federico Tournier. El primero tiene la tarjeta lista para ir a la Casa de Gobierno, donde demoraron dos días la tradicional reunión de la mesa legislativa a la espera de representantes del partido centenario.

El desenlace de la reunión de bloque llegó luego de arduas negociaciones para evitar una ruptura, que incluyeron diálogos de Karina Banfi (vicejefe del bloque), con Daya Tavela (Evolución, sector de Lousteau) y Pablo Juliano (Manes).

Este grupo vinculado al neurólogo no participó de la reunión, pero sí estuvo Tavella, quien aceptó dar marcha atrás con la idea de alejarse del bloque si los violetas no se iban este martes.

El scrum de Rodrigo de Loredo

Para evitar la ruptura, en la reunión de la semana pasada, el diputado Julio Cobos había propuesto que los violetas firmaran un compromiso de no volver a sacar los pies del plato.

La idea prosperó y hasta se desempolvó un reglamento del bloque, de 1991, que obliga a sus integrantes a no votar distinto a la decisión mayoritaria.

De Loredo y Banfi tenían previsto pasar a la firma un acta con el estatuto de la bancada, para que, en tal caso, quienes no firmaran se hicieran cargo. Nadie estaba cómodo con ese ultimátum, que obligaba a comprometerse a una votación mayoritaria cada martes.

Los violetas habían garantizado que iban a adherir, pero que no iban a apoyar proyectos que aumenten el déficit fiscal, alteren el equilibrio institucional o atenten contra la voluntad de los gobiernos locales.

No estaban solos, tienen el apoyo de Francisco Monti (Catamarca) y Roxana Reyes (Santa Cruz); y la cobertura de referentes de gobernadores como Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero.

La definición de la batalla entre dialoguistas y rebeldes estaría en manos del grupo moderado, que Cobos integra con Mario Barletta, Fabio Quetglas, Atilio Benedetti y los exEvolución Martín Tetaz y Gabriela Brouwer de Koning, entre otros.

Entre los árbitros de la contienda primó el convencimiento de que no era buen negocio una ruptura y surgió la propuesta de crear una mesa d diálogo. Prosperó rápidamente, en una reunión que no se demoró ni dos horas.

La presencia de Tavella ayudó a apurar un acuerdo, que de todos modos aún debe materializarse en las reuniones de la mesa de conducción. Los rebeldes tampoco tenían chances de improvisar un bloque este mismo martes.

De hecho, el lunes ya había habido una pelea por una eventual jefatura de esa bancada, que se disputaban Carla Carrizo (Evolución) y Fernando Carbajal, del sector de Manes, y el más decidido a romper. Este martes en conversaciones informales supieron que podrían ser muy pocos quienes se animaran a irse.

Las zonas grises

La unidad del bloque radical pende de un hilo, porque entre los rebeldes hay quienes buscan un operativo desgaste para forzar la salida de los violetas.

Este grupo lo integran Tavella, Marcela Antola, Mariela Coletta y Carla Carrizo, por Evolución. A Manes lo acompañan Carbajal, Juliano, el jujeño Jorge Rizotti (cercano a Gerardo Morales) y el correntino Manuel Aguirre, enfrentado a su gobernador, Gustavo Valdés; la pampeana Marcela Coli y el chaqueño Juan Carlos Polini.

Estos 11 se unieron en septiembre para firmar un documento para pedir la expulsión de los cinco violetas, cuando votaron contra la reforma previsional. Los más entusiastas querían sumar. La ruptura a la jujeña Natalia Sarapura y a la santafesina Melina Giorgi, cercana al gobernador Maximiliano Pullaro. Ninguna fue a la reunión. Hubo charlas entre este grupo y las alternativas que barajaron están la de pedir más lugares en las comisiones y pelear por cargos internos, como la secretaria parlamentaria.

Del otro lado, De Loredo deberá lidiar con los violetas, que están decididos a sumarse a las cumbres semanales en la Casa Rosada, a las que asisten comitivas de Diputados del La libertad Avanza, el PRO y los exlibertarios del MID. Durante la reunión, Tetaz les pidió a los violetas un gesto: no ir a la Rosada, a no ser que ingrese una invitación institucional y que en tal caso sean De Loredo y Banfi quienes definan la comitiva. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, está a la espera de una definición, que llegará este miércoles, después de la primera reunión de la flamante mesa de unidad. No será la última.

Facundo Manes, diputado del bloque UCR.
Mariano Campero, uno de los violetas de la UCR. 

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