Arrancó la era libertaria con tono opositor, pero se fragmentó en la rosca parlamentaria. Dialoguismo provincialista y panperonistas en guerra con el Gobierno.
Gobernadores de la Patagonia. El grupo se fragmentó tras la aprobación de la ley ómnibus y el diálogo con la Casa Rosada.
Reactivada para defender intereses de la región en tiempos de ajuste libertario, la liga de gobernadores de la Patagonia viró en su relación con la Casa Rosada desde el comienzo del año hasta la votación de la ley ómnibus. Fragmentado entre dialoguistas dadores de gobernabilidad y opositores, el grupo pierde el espíritu crítico que lo reflotó.
Poco queda de aquellas reuniones en Villa La Angostura y en Puerto Madryn, donde se aplaudían discursos contra las medidas del presidente Javier Milei. En una muestra del pendular tiempo político, la liga llega despedazada al receso invernal entre opositores ultras y quienes prefirieron la negociación con el flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, principal interlocutor del Ejecutivo con las provincias.
La ofrenda de un ingreso de divisas impulsado por el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) sedujo a la mayoría de los integrantes de un grupo que tuvo acciones de batalla contra la Nación, pero que hoy parece naufragar como colectivo.
Si de afinidad se habla, Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro) destrabaron la votación en la cámara alta con las senadoras Lucila Crexell y Mónica Silva, garantes de gobernabilidad para el modelo libertario. La dupla terminó de empatar el plebiscito que definió la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Similar bajada de línea hicieron Ignacio Torres (Chubut), que suma adeptos a un modelo provincialista que lo despega del PRO, al igual que Claudio Vidal (Santa Cruz), otro que en la instancia particular logró beneficios y bañó de oro los dos votos de quienes se le reportan en el Senado. Del grupo de los seis, solo uno se radicalizó en forma crítica al modelo social y económico libertario.
Sergio Ziliotto (La Pampa) es el enemigo público entre los gobernadores peronistas, al igual que Axel Kicillof. Sin vasos comunicantes con la Nación, sostiene un enfrentamiento visceral con La Libertad Avanza (LLA) y se apresta a conformar un gran frente en su provincia para contener un aluvión oficialista en 2025.
Gustavo Melella (Tierra del Fuego), jugado a modificar la Constitución fueguina para ir por un tercer mandato, es otro contrincante, aunque bajó el perfil en el último tiempo. Coincide con el pampeano en su pertenencia a Unión por la Patria, aunque en el cotilleo de la política fueguina advierten señales a Milei en el voto del senador Pablo Blanco, en las facultades delegadas para mantener el Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FAMP).
Weretilneck y Figueroa fueron los primeros que se desprendieron de la línea crítica inicial de la Liga. Accionaron en tándem para obtener beneficios, se reunieron a solas con Toto Caputo y Francos, antes de que avanzara la ley XS en el Senado.
La señal inicial la dieron cuando Nacho Torres amenazó con cortar el envío de hidrocarburos, generando así el primer sismo en el homogéneo grupo. Llamados mediante, hizo su juego la dupla que protege intereses en Vaca Muerta y apuesta al modelo minero como la esperanza –al menos en el caso rionegrino– de sortear históricos problemas en las cuentas públicas.
Lo significativo es que las provincias del norte patagónico fueron de las más perjudicadas por el brutal ajuste, que implicó reducción de fondos nacionales en diversas áreas y la reconfiguración del subsidio que regulaba el precio del transporte público, uno de los motivos de polémica que complicó la gestión de todas las intendencias. Algo similar ocurrió con el necesario Fondo de Incentivo Docente que hoy les genera un dolor de cabeza.
Lo que los sedujo fue el guiño de YPF a Río Negro para construir una planta de GNL. La avanzada minera es otra de las esperanzas. En ambos gobiernos las empresas aguardan con ansias, exploran y desarrollan proyectos como Calcatreu, un emblemático yacimiento de oro y plaza en el límite con Chubut. También Blue Sky busca uranio en las dos provincias, ricas en recursos.
Para Rolo Figueroa, la ecuación es sencilla: lo que beneficie a Neuquén, sin importar el origen, será aceptado. Hasta recibió al ministro de Economía, Toto Caputo, para recorrer algunos activos de la petrolera nacional en Añelo. La caminata ayudó en la negociación ante el BID y la CAF por créditos que le permitan avanzar en obras estratégicas para su gestión, sobre todo para mejorar el trazado de rutas de la actividad petrolera o en regiones de alta complejidad como la cordillera.
"Neuquén produce hidrocarburos, Río Negro los exporta", repiten en los despachos de los gobernadores que celebraron el avance del oleoducto Vaca Muerta sur.
El principal revés de ambos, que respaldaron el capítulo de grandes inversiones, es la reversión del impuesto a las ganancias que selló Diputados este jueves. Un vasto sector de trabajadores volverá a tributar por sus oficios, principalmente ligados a la minería o el mundo de los hidrocarburos. Ése es un foco de conflicto con el sindicato que comanda Marcelo Rucci, un peso pesado de la política doméstica.
Más al sur, Nacho Torres y Vidal transitaron caminos paralelos. El más joven de los gobernadores se sumó al pedido de voto a favor en Juntos por el Cambio, que con matices operaron para que se aprobara la ley en ambas cámaras: hasta se fue de gira a Europa y se fotografió con la cuestionada canciller Diana Mondino cuando buscaba las inversiones que el Gobierno promete con el RIGI.
La prospección de uranio, concediéndo exploración, podría dar un salto de calidad en el mandato del chubutense. Si eventualmente se habilita en la provincia, con una meseta que pudo ser epicentro de inversiones con el repudiado Proyecto Navidad, la ecuación financiera se modificará a mediano y largo plazo.
La idea de Torres es construir licencia social, ya que el uranio presenta notables diferencias con la extracción metalífera a gran escala que sí organiza resistencia en Chubut.
El santacruceño Vidal, tras moldear su candidatura en 2023 desde el sindicato petrolero y con un antikirchnerismo ferviente, zigzagueó todo el semestre. Se distanció del discurso crítico, negoció y terminó en un acuerdo con Francos. Mientras se votaba en Diputados, se fotografió en la Casa Rosada y anunció fondos más un avión Hércules con alimentos para los sectores “más vulnerables”.
“Estas gestiones fueron realizadas con el acompañamiento de los representantes del pueblo de Santa Cruz en el Congreso Nacional. No de todos, es cierto, pero sí de la mayoría”, chicaneó el gobernador a sus detractores.
Ziliotto es el opositor a ultranza de la liga. Ni siquiera tiene vasos comunicantes con el funcionariado libertario. Su última provocación fue recibir a Kicillof en Santa Rosa para firmar convenios y criticar el respaldo a la ley Bases, con el histórico pedido de federalismo.
En reclamo de un cambio de rumbo y de los recursos que le corresponden por coparticipación, volvió a atomizar la liga. “Vamos a defender un país con la gente adentro, no encontramos la posibilidad de que este modelo político y económico tenga éxito”, lanzó el pampeano.
Como sucedió en los tiempos de Carlos Verna al frente de la provincia, al iniciar un enfrentamiento sin retorno con Mauricio Macri, Ziliotto imita al viejo caudillo de General Pico en una guerra absoluta. Batiendo el parche del interior profundo, se aleja de los colegas vecinos. "Todos los que negociaron con Milei no vieron un mango y lo que vean, no les va a servir para nada", dijo a Letra P un hombre del peronismo pampeano, de asiduo contacto con el jefe provincial.
El caso Melella es llamativo. En la isla corre el rumor de su influencia en el voto del senador Blanco, a quien se lo arrojó a la hoguera de los traidores por acompañar las facultades delegadas para Milei. Según fuentes vinculadas a la política local, todo se justificó para abrazarse al régimen que protege a la industria fueguina. Además del Correo Argentino, RTA y Aerolíneas Argentinas, empresas estatales que quedaron afuera de la privatizaciones.
La liga de gobernadores del sur derivó en un presente de mayoría dialoguista cuando se cumplen seis meses de aquella cumbre volcánica en la cordillera de Neuquén. El pasado estuvo lleno de discursos ásperos. Hoy, su futuro es incierto.