Busca volver a la arena política tras la derrota en 2023. No definió si competirá a nivel nacional o local. Mientras, arma equipos y da batalla en las redes.
Horacio Rodríguez Larreta
Horacio Rodríguez Larreta y Guadalupe Tagliaferri
El escenario porteño se sacudió en los últimos días con la posibilidad de que Horacio Rodríguez Larreta se sume al pelotón de las propuestas electorales. El entorno del exalcalde intenta poner paños fríos a la definiciones, pero se da por descontado que competirá en las elecciones. Resta definir si dará batalla a nivel nacional o local.
En un época de desencuentros y desacuerdo, hay una coincidencia que atraviesa a todos los espacios políticos: Larreta se prepara para volver a jugar políticamente. En una especie de revancha de la dura derrota que sufrió en las PASO 2023 frente a su excompañera de coalición, Patricia Bullrich, el exjefe de Gobierno pule un discurso moderado que contraste con la radicalización del discurso político reinante dentro y fuera del macrismo.
Con un capital político anclado en la Ciudad, se prepara para disputar "sin golpes bajos" con su sucesor, Jorge Macri, quien se encuentra bajo fuego cruzado de los libertarios que buscan copar el distrito históricamente amarillo, pero también de los sectores del PRO, encabezados por su primo y líder partidario, Mauricio Macri.
La definición es agitar una agenda woke casi como una provocación al auge de una derecha ultra. En este sentido, levantará las banderas de defensa de la educación y la universidad pública, criticará el aumento de la pobreza y apelará a la convivencia democrática sin agresiones. Esos serán los ejes de sus intervenciones en las redes sociales, un campo de batalla adverso al que no renuncia pese a la hegemonía libertaria.
En ese campo se muestran cada vez más activos los integrantes de la mesa chica de Larreta. El legislador y virtual jefe de campaña, Emmanuel Ferrario, disparó en los últimos días críticas contra la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio, a quien calificó como "terraplanista" por hacerse eco de las primitivas declaraciones de Donald Trump sobre cuestiones de género. El castañazo fue acompañado con una foto de un encuentro del politólogo, que tiene una buena relación con el Círculo Rojo, con la legisladora Guadalupe Tagliaferri y el exministro de Cultura Pablo Avelluto.
El equipo se completa con el exministro Hernán Lacunza como principal asesor económico de Larreta y el legislador Claudio Romero, quien se diferencia de Gimena Villafruela que ingresó a la cámara de la mano del exalcalde pero ahora se alinea con Macri.
La posible candidatura de Larreta encendió las alarmas en el oficialismo porteño, donde ven con preocupación la creciente dispersión del voto de derecha en la Ciudad. Hasta ahora, el macrismo confiaba en que Larreta podría competir a nivel nacional y especulaba con una eventual alianza con el peronismo anti kirchnerista que encarnan Emilio Monzó y Miguel Ángel Pichetto.
Sin embargo, el desdoblamiento de las elecciones porteñas habilitado por Jorge Macri y la eventual suspensión de las elecciones primarias, abrieron un nuevo escenario en el que se sumó la hipótesis de una candidatura a legislador. Si bien todavía está en estudio, la opción de competir bajo el sello Transformación del ex libertario Eugenio Casielles implica competir por el cargo de menor jerarquía. Sin embargo, sería un punto de partida seguro para volver al escenario nacional.
La postulación a legislador porteño implicaría que el espectro político de derecha se presente en cuatro opciones que dañaría su competitividad. El oficialismo macrista, más local que nunca; la versión porteña de La Libertad Avanza que conduce Pilar Ramírez; los libertarios disidentes de Ramiro Marra, que debe renovar su banca y el espacio de Larreta, configurarían el escenario ideal para el peronismo metropolitano.