El Presidente retira de la contienda a Viola. Respaldo de Pichetto. La UCR no resuelve su interna. Pelea entre Massa y la tropa K por el lugar de UP.
Javier Milei y Mauricio Macri.
La Cámara de Diputados volverá a sesionar en agosto y Martín Menem intentará que se voten los tres representantes para la Auditoría General de la Nación. Para destrabar la discusión, el presidente Javier Milei aceptó cederle al PRO el lugar que iría para La Libertad Avanza (LLA). Mauricio Macri eligió a Jorge Triaca para ocupar ese lugar.
La definición se tomó este lunes en una reunión entre Menem y el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, quien llegó a las oficinas del presidente de la cámara con respaldo a Triaca de Miguel Pichetto, jefe de Hacemos Coalición Federal (HCF).
Los otros dos lugares serían para la UCR y Unión por la Patria (UP). Macri tiene un motivo para pedir un director: aún resta que se auditen cuentas de su gestión. Los gastos de sus primeros años de gobierno no fueron aprobados.
Según informaron a Letra P fuentes del oficialismo parlamentario, en la Rosada aceptaron que LLA no tenga representantes en la AGN pese a que es la segunda fuerza de la cámara baja.
El elegido para ocupar el cargo de director era Santiago Viola, apoderado del partido y a cargo de la inscripción nacional. Necesita que al menos cinco provincias acepten los avales.
“Viola tiene un lugar mejor. Para nosotros nunca fue candidato”, se desentendieron voceros libertarios a este medio. No precisaron si se trataba de un cargo ejecutivo o judicial. Por lo pronto, Viola no puede desentenderse de la tarea de registrar a LLA en las provincias, tarea que monitorea la secretaria general de Presidencia, Karina Milei.
Como explicó Letra P, el nombramiento de los auditores por Diputados se retrasó por la interna de la UCR, que no logra definir a su representante.
Puja por ese lugar el exdiputado Mario Negri, pero el jefe de bloque, Rodrigo De Loredo, pide por su secretario parlamentario, Alejandro Cacace. Cerca del cordobés aseguran que tienen a 22 de los 34 miembros de la bancada a su favor y que además cuentan con el respaldo de Pichetto.
La ley obliga a repartir los tres lugares según la proporción que cada fuerza representa en el recinto. Con esa letra, los elegidos se votan en el recinto, por lo que son claves los consensos.
Triaca tiene respaldo de LLA, el PRO y también de Pichetto, aunque en HCF conviven tribus con autonomía. En la UCR también aseguran que estos grupos no tendrán problemas para respaldar a quien resulte elegido.
UP reclama dos lugares, por tener 99 bancas, más del doble de las que ostenta LLA, que tiene 38. El PRO tiene 37 y la UCR, 34. Como la definición se toma en una votación, el oficialismo y aliados sólo le darán un lugar al peronismo.
La bancada conducida por Germán Martínez tendrá un debate difícil entre los sectores que tuvieron un auditor hasta abril: el massismo (Gabriel Mihuara Estrada) y La Cámpora (Juan Ignacio Forlón).
La AGN es el organismo encargado de estudiar los gastos públicos luego de su ejecución. Sus informes pasan el filtro del Congreso a través de la bicameral mixta revisora de cuentas, encargada de dictaminar. La última palabra la tiene el recinto.
Al margen de la definición de Diputados, la AGN seguirá controlada por Unión por la Patria. Será así porque la preside Juan Manuel Olmos, elegido por el PJ, por ser la fuerza opositora con más representación en el Congreso.
En el Senado, el PJ es el bloque más numeroso y sostiene dos de los tres directores: Javier Fernández y Graciela de la Rosa. La UCR tiene a Alejandro Nieva.
El mejor escenario para LLA es que la oposición dialoguista empate en votos en el directorio para emitir dictámenes de minoría. La sanción de la ley bases le da confianza al oficialismo en sus aliados.
Macri podrá resistir los embates contra su gestión con Triaca, cuyo nombramiento no fue consultado con Patricia Bullrich, quien prefería al diputado Luciano Laspina. No se la tuvo en cuenta.