Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/GAFrancosOk/status/1902153262230302778&partner=&hide_thread=false
El riojano venía de chocar feo la semana anterior, cuando no evitó que fuera habilitado en comisiones el debate del Libragate. Con el DNU para negociar con el FMI la historia fue otra, porque los mandatarios provinciales jugaron más fuerte para el Gobierno (como los radicales Maximiliano Pullaro -Santa Fe- y Carlos Sadir -Jujuy-), y la Coalición Cívica cambió de equipo.
Por primera vez, el bloque liderado por Elisa Carrió avaló un DNU en el recinto y lo hizo para favorecer a Milei, justo cuando la chaqueña está por empezar su campaña como candidata a diputada por Buenos Aires. ¿El motivo? Quienes provienen del radicalismo tienen claro que desestabilizar a un Gobierno te puede jugar en contra.
Con el sexteto lilito, los votos en el recinto estaban asegurados para el oficialismo, pero el dictamen en la bicameral no tenía las firmas. Hay peleas de Milei con figuras del Congreso que sólo le trajeron problemas. Los diputados Nicolás Massot, Emilio Monzó y Oscar Carreño (Encuentro Federal) no dominan provincias, se mueven en círculos pequeños, pero son capaces de armar roscas legislativas que erosionan a la Casa Rosada.
En la bicameral de DNU, Massot, una vez más, desgastó a Menem y lo obligó a darle la presidencia a Oscar Zago, el diputado que presidió el bloque oficialista hasta hace un año y una semana antes se había intentado tomar a los golpes con el libertario Lisandro Almirón.
La interna de la Rosada se trasladó al Congreso como nunca. Zago, se supo, mantuvo un contacto con Santiago Caputo, quien usa la rosca legislativa para tensar con Karina Milei, jefa directa de Menem.
El asesor no puede dirigirle la palabra a otro exlibertario que tenía un voto decisivo en la bicameral: el senador Francisco Paoltroni, quien no quería votar la reelección en la presidencia de su excompañero de bloque, Juan Carlos Pagotto. Ante la vista de todos, Menem fue al salón Azul, aceptó a Zago, pero gestionó con Paoltroni la firma del dictamen de minoría que le permitió validar el oficial y llevarlo al recinto al día siguiente.
Basta de internas
Desde la Casa Rosada, el Presidente bajó una orden que Karina Milei debió cumplir y que repiten sus súbditos, como Menem y la diputada Lilia Lemoine: las internas legislativas no pueden restar votos, justo lo que menos sobra. Milei recrimina que los cuatro miembros del bloque de Diputados que se fueron hace un año habilitaran la investigación del Libragate. Su hermana es la única que puede dar explicaciones.
Menem cumplió con ese precepto. Almirón sobreactuó su reconciliación con Zago, con una oferta de pico incluida. LLA tampoco expulsará a Marcela Pagano, aun cuando insultó a Menem desde su banca, con nombre y apellido, un hecho inédito. Si vota con el Gobierno, se le permitirá todo. Así de simple. La filtración de los audios del riojano en televisión es otro motivo de caza de brujas entre los libertarios. ¿Acaso Caputo aprovechó sus contactos en los medios para jugar su interna? Sospechas.
La pericia parlamentaria del Libragate se definirá en el recinto, en 15 días, cuando deban votarse los proyectos para interpelar a funcionarios y crear una comisión investigadora sobre la actuación del Presidente, quien el 14 de febrero promocionó en sus redes la criptomoneda $LIBRA. Su tuit provocó la suba y la baja de la cotización y quedó envuelto en una denuncia por estafas.
Para que la investigación no prospere, Guillermo Francos repetirá fórmula: buscará la ayuda de los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), quienes frustraron la sesión para fijar fecha al debate de la moratoria previsional. El diputado santiagueño Ricardo Daives, de UP, ya dio una señal y pidió ser reemplazado de las comisiones para esconder su firma de la comisión investigadora. No podrán sacarlo del recinto.
Interna peronista
El show de Pagano con el megáfono fue celebrado por Cristina Fernández de Kirchner, quien de esa manera pudo esconder la interna peronista que empezó a explotarle en el Congreso.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/notisolidaria/status/1902385608288252378&partner=&hide_thread=false
Letra P había adelantado en diciembre que en los bloques de UP existen grupos que estaban dispuestos a romper en marzo, si antes la titular del PJ no daba señales de integración. En el Senado se produjo el primer quiebre impulsado por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien en octubre intentó sin éxito competir contra CFK por el PJ nacional. Lo acompañó su colega Jalil, casi un infiltrado libertario en el peronismo.
Fue una división light, con sólo cuatro integrantes (Fernando Salino, Carolina Moisés, Fernando Rejal y Guillermo Andrada) que armaron un bloque para seguir dentro del interbloque UP. No sacaron del todo los pies del plato, pero el cuarteto estaban dispuesto a hacerlo si José Mayans y Juliana Di Tullio, jefe y jefa de los otros dos bloques que conviven en UP, no aceptaban el nuevo formato. Fue necesaria una charla privada entre el grupo rebelde y las autoridades para ratificar que este esquema es posible. Luego hubo una reunión de los 34, con reproches cruzados y acusaciones.
Mayans, siempre en contacto con CFK, pidió como premio consuelo que al menos no haya catamarqueños dando cuórum en la sesión de Diputados que debatió el DNU sobre el FMI. Lo logró, pero Jalil luego cumplió con el Gobierno al dejar bancas vacías en la votación y en la fallida sesión sobre la moratoria previsional.
La ruptura de UP podría repetirse en Diputados, donde hay un grupo que evalúa pedir que se replique el sistema de interbloque del Senado. Son quienes en noviembre dejaron varias sesiones sin cuórum. Victoria Tolosa Paz, quien se muestra cercana a Axel Kicillof, podría llevar la voz cantante e importar al Congreso la interna de la Legislatura bonaerense. La sigue en ese juego Santiago Cafiero, enfrentado a La Cámpora.
El sector rebelde lo completan figuras enfrentadas al kirchnerismo duro como la chubutense Eugenia Aianiello, la mendocina Liliana Paponet, el jujeño Guillermo Snopek y la neuquina Tanya Bertoldi. “Estamos viendo cuántos somos, pero la tensión está cada vez peor”, confió a Letra P una diputada que participa de la camarilla.
La pelea por la Corte
La semana siguiente casi no tendrá actividad en el Congreso. En la Cámara de Diputados el debate más importante será sobre el funcionamiento de las sesiones, el jueves, cuando la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos. Silvia Lospennato (PRO) buscará cumplirle el deseo a Menem de acotar las cuestiones de privilegio.
En el Senado las oficinas estarán cerradas pero habrá mucha rosca con un tema excluyente: la sesión del 3 de abril para tratar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para integrar la Corte Suprema.
La sesión fue pedida por Unión por la Patria y citada por Victoria Villarruel, tras un silencio cómplice desde la Casa Rosada, donde tampoco quieren prolongar la agonía: el 30 de noviembre, si los dictámenes no se debaten, se caen.
En la UCR hay desesperación. La mayoría de sus referentes se resisten a tomar postura y piden retirar los pliegos. Están solos en ese planteo y no tendrán otra opción que arriesgar. Lo que más les cuesta.
corte insolita.webp
Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Manuel García-Mansilla, integrantes de la "nueva" Corte.
La interna de UP es feroz: al menos 20 de los 34 miembros del interbloque están contabilizados para votar en contra de Lijo. Serían necesarios cinco más para garantizar el rechazo -un tercio del recinto-, siempre que antes haya 37 bancas ocupadas para abrir la sesión.
El candidato se mantuvo en su cargo de juez federal para presionar. Tiene una libreta preparada para anotar quiénes se animan a votar en contra de su pliego y tomarse revancha. En el radicalismo entraron en pánico. Los gobernadores peronistas también. Sólo el kirchnerismo está decidido a jugar a fondo.
Francos comenzó a operar: el gobernador Jalil ya le informó a su senador, Guillermo Andrada, que debe votar a favor de los dos pliegos, como harán todos los representantes de partidos provinciales. Otros mandatarios recibirán llamados del jefe de Gabinete los próximos días.
No parece posible que se eviten los 25 votos en contra de García-Mansilla. El académico dejó trascender en el Senado que si eso ocurre podría renunciar a la Corte, donde asumió por decreto de Milei. Antes de irse, estaría dispuesto a firmar fallos hostiles para sus verdugos.
En este clima, Caputo sacó sus cartas y sumó a la negociación las vacantes de la justicia federal. A los radicales se les hizo agua la boca. No quieren que ese premio sea cobrado por peronistas y bloques provinciales que voten a Lijo. Queda mucha negociación por delante. Demasiada.