La oposición dialoguista descarta esa alternativa y exige un puente Nación-PBA para que actúen fuerzas federales. El PRO, el único bloque en silencio.
Javier Milei en el Congreso.
La propuesta de Javier Milei de intervenir la provincia de Buenos Aires para solucionar la crisis de inseguridad no fue bien recibida en el Congreso, donde hubo rechazos a la idea de casi toda la oposición dialoguista y del peronismo, que se unió después de votar dividido en las últimas sesiones. El PRO fue el único bloque que se mantuvo en silencio.
El artículo 6 de la Constitución Nacional faculta al Presidente a intervenir un distrito en circunstancias excepcionales "para garantizar la forma republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores". También por pedido de las autoridades, "para sostenerlas o reestablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra provincia".
Ninguna de estas situaciones parecen encuadradas en este caso. Además, según la interpretación de juristas parlamentarios, para intervenir una provincia es necesaria la aprobación de las dos cámaras, a no ser que el Congreso se encuentre en período extraordinario, como el que finaliza este mismo viernes.
La diputada socialista Mónica Fein, que también integra EF y fue intendenta de Rosario en épocas de brotes de violencia por narcotráfico, también descartó una intervención. "El Presidente tiene que trabajar para coordinar acciones de seguridad. Intervenir una provincia habla de su baja convicción democrática. Es destituyente. El combate contra la inseguridad no debe quedar en conflictos interjurisdiccionales", sostuvo ante Letra P.
El último caso de intervención de una provincia fue Santiago del Estero, en 2025, cuando Néstor Kirchner despojó del poder a Carlos Juárez. Se abrió paso para la asunción del radical Gerardo Zamora, quien luego mutó al kirchnerismo y se mantiene como aliado ocasional del gobierno libertario. Pero este viernes fue uno de los mandatarios que repudió la idea de intervención.
En estas dos décadas los presidentes olvidaron el artículo sexto de la Constitución y ante cada conflicto local, apelaron a las artes de la política para colaborar con los gobernadores, pero la amenaza nacional de una intervención casi que se había extinguido hasta la mañana de este viernes.
El PRO se mantuvo en silencio y sus referentes de sus bloques legislativos prefirieron no pronunciarse. En la UCR también hubo cautela, aunque las principales figuras del Congreso no avalan una intervención. "Es una discusión entre ellos que no tiene ningún asidero. Milei provoca para que el otro le conteste. Sus legisladores debería dejar de votarle todo a Kicillof", sostuvo, en estricto off the récord, una autoridad del bloque de Diputados.
El diputado bonaerense Pablo Juliano, de Democracia Por Siempre, el bloque de los migrados de la UCR, rechazó de plano que Milei tome la administración de la provincia. "No oculto mis diferencias con Kicillof, pero ¿qué importa qué partido la gobierna? Lo que está en juego es mucho más grande: un jefe de Estado que avanza sin límites y cada vez se asemeja más a un tirano"
En el Senado, Maximiliano Abad, referente de la UCR bonaerense fue al grano: "Los problemas de seguridad de los bonaerenses necesitan respuestas urgentes. Señor presidente: respete el mandato constitucional del gobernador y ponga las fuerzas federales y al Estado nacional a disposición", le exigió a Milei en Twitter.
Abad le pidió además a Kicillof aceptar la ayuda de fuerzas federales y trabajar "de manera conjunta priorizando a los vecinos de la provincia". "Tenemos un ejemplo cercano de coordinación en seguridad: la provincia de Santa Fe. Ése es el camino", acotó.
El senador Martín Lousteau, presidente de la UCR, también descartó avalar una intervención en Buenos Aires. "La amenaza es gravísima. El Gobierno todo el tiempo dice que trabaja con Pullaro ¿En qué se diferencia un santafesino que está sufriendo la inseguridad de un bonaerense que también la sufre? ¿Por qué el Gobierno en un caso dice que colabora y en el otro le dice al gobernador que se vaya?", se preguntó.
Con rechazo del dialoguismo, Milei no tiene ninguna chance de intervenir la provincia de Buenos Aires, pero su amenaza provocó la unidad del peronismo en el Congreso, luego de votaciones divididas en las últimas sesiones, en temas como PASO o la agenda de seguridad.
El kirchnerismo, los gobernadores, el massismo y hasta los grupos díscolos que hay en cada bancada de UP se unieron en repudio al jefe de Estado. Los mandatarios provinciales cundieron en pánico: si el método de la intervención federal se naturaliza, no habrá líder territorial que esté a salvo. Los partidos provinciales prefirieron el silencio, pero a nadie le hace gracia los tuit de Milei.
El diputado Ramiro Gutiérrez, cercano a Sergio Massa, le pidió a Milei "garantizar las instituciones de cada provincia" y sostuvo que gobernar por decreto y sin la constitución "no solo es 'estafar' a la gente, sino es 'propiciar' un camino peligroso y grave que en Argentina siempre salió mal".
El interbloque de UP en el Senado emitió un comunicado de repudio a Milei por atacar la intervención. "Muestra desprecio a las instituciones, a la democracia y a la voluntad popular", señalaron. Buenos Aires en el Senado está representada por Wado de Pedro y Juliana Di Tullio, cercanos a Cristina Fernández de Kirchner.
"Los golpes de Estado también están fuera de la Constitución, por eso a usted le encantan. Acá hay un primer ladrón de la riqueza de la provincia más importante y ese, es usted", sostuvo Di Tullio. En Diputados, Victoria Tolosa Paz, enfrentada a CFK y cercana a Kicillof, fue la primera en repudiar las advertencias libertarias.
"Presidente: ¿Qué tal si empieza a cumplir con sus funciones y le devuelve a la Provincia los $750 mil millones del Fondo para la Seguridad que USTED le sacó a los bonaerenses? Esa suma equivale a 10 mil patrulleros o 30 mil cámaras", posteó temprano. La siguieron casi todos sus pares.