"Estamos trabajando en un nuevo Código Penal mucho más punitivista". Pronunciada este martes por una voz encumbrada de la Casa Rosada, la frase explicitó la idea del presidente Javier Milei de debatir en plena campaña electoral un paquete de proyectos que agrave todas las penas para los delitos, desde robos y homicidios, hasta violaciones. "Queremos que los delincuentes tengan miedo", amplían en el Gobierno.
En medio de una tensión política con Axel Kicillof, con el eje de la inseguridad en el conurbano marcado desde el gobierno libertario, la instalación de una agenda que contratta con "la doctrina garantista" atribuida al kirchnerismo no parece ser una mera casualidad. El jefe de Estado, confiaron en Balcarce 50, le encargó el proyecto a los equipos legales y técnicos del Ministerio de Justicia: quien está al frente de la letra chica de la reforma es Sebastian Amerio, el número dos de Mariano Cúneo Libarona que ingresó a la gestión libertaria gracias al respaldo del asesor Santiago Caputo, principal estratega de campaña de LLA.
Fuentes oficiales estimaron que la iniciativa estará lista en pocos meses, y tendrá como premisa general "aumentar todas las penas" y cambiar la figura de "cadena perpetua", que en Argentina de acuerdo al Código Penal actual, las personas condenadas a prisión perpetua pueden acceder a la libertad condicional luego de cumplir 35 años de pena y, si se cumplen ciertas condiciones, la pena se extingue 10 años más tarde.
"La reforma previsional no puede pensarse si antes no se arregla la cuestión laboral", justificó Milei, al explicar la abrupta salida de Mariano de los Heros de la ANSES. Con un Congreso con menor actividad, al tratarse de un año electoral, el Presidente prepara otro paquete legislativo para debatir en plena campaña: precisamente uno que le permitirá ahondar en su narrativa de mano dura, que inició con la implementación del Protocolo Antipiquete al inicio de su gestión.
"El derecho penal ha sido muy condescendiente con los victimarios y es algo que vamos a cambiar", amplió la misma fuente de Balcarce 50, que tiene diálogo directo con el Presidente. La propuesta incluye derogar la figura de femicidio, aunque aumentando las penas por homicidio "sin distinción de género".
De esta forma, el mandatario insistirá con eliminar la figura de femicidio como un agravante al tipo penal básico de homicidio, pese a que parecía que iba a dar marcha atrás con la propuesta después de la masiva movilización federal de la comunidad LGBTI el 1F.
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Sebastián Amerio, el hombre detrás de la reforma de Javier Milei.
Javier Milei y la apertura de sesiones ordinarias
Tan avanzado está el tema que los lineamientos generales de la reforma al Código Penal podrían ser parte del discurso del jefe de Estado del 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa, en la que Milei también hará un balance de su primer año de gestión, sobre todo en materia económica, y detallará otros proyectos de ley que pretende sancionar este año. En el Congreso, mientras se discute la suspensión de las PASO, el oficialismo quiere asegurarse completar las vacantes en la Corte Suprema de Justicia, en el caso que no lo logre el próximo jueves 20 en sesiones extraordinarias del Senado.
Pese al optimismo que en las últimas semanas copó los pasillos de Balcarce 50, alimentado con el apoyo legislativo que obtuvo el mileísmo a pesar de estar en minoría en ambos recintos, en la administración libertaria reconocieron a Letra P que por el calendario electoral "será muy difícil sancionar todos los proyectos" que tienen en carpeta.
Los principales estrategas políticos del Presidente sueñan con dar batacazos en las urnas en la mayoría de las jurisdicciones del país, con el objetivo de teñir de violeta ambas cámaras del Congreso para el 2026, año en el que sí podrían impulsar una reforma laboral y, luego, una reforma previsional. Por lo pronto, el 2025 prometen que será el turno de una reforma del Código Penal.