Abrió el año legislativo reivindicando la gestión macrista, con críticas al mileísmo y a Kicillof. Seguridad, diversidad y Estado presente, pero con ajuste.
El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, abrió las sesiones en la Legislatura porteña diferenciándose de los libertarios y reclamando más autonomía para la Ciuda.
Jorge Macri encabezó su segunda apertura de sesiones de la Legislatura porteña en un año clave para el PRO por el avance, con Karina Milei a la cabeza, de La Libertad Avanza en el distrito. Durante su discurso, se diferenció de la gestión libertaria, le pegó al peronismo y reclamó mayor autonomía de la Ciudad de Buenos Aires.
Un cuarto de hora después de lo previsto, el jefe de Gobierno porteño se sentó este sábado en el púlpito de la Legislatura porteña para abrir el año parlamentario. Parado sobre un discurso de fuerte contenido localista, Macri respondió las críticas a su gestión de la tropa violeta, pero también disparó sobre el gobierno bonaerense de Axel Kicillof, a quien buscó como antípoda de las políticas de seguridad.
Durante los 45 minutos que duró su intervención, el alcalde reivindicó lo hecho por el PRO en los últimos 17 años, era que comenzó con su primo Mauricio Macri, repasando algunos de los logros históricos y otros más recientes, y le reclamó a las fuerzas opositoras que encaren el año electoral, clave para su espacio político, "discutiendo el futuro, no el pasado, no fueron votados para boicotear al Gobierno de la Ciudad ni para obstruir su buen funcionamiento". "Si su estrategia es poner trabas, deben saber que nada nos desviará del compromiso asumido con los porteños", cargó contra todos los espacios opositores por igual.
Esa referencia, vertida hacia el final de su discurso, concentró también un tiro por elevación a la dirigencia de LLA, el espacio al que eligió como adversario principal y que desde hace meses viene marcándole la conversación pública de su propio electorado. Macri apeló a un juego de contraste que combinó un balance del camino trazado de austeridad y ajuste fiscal en la Ciudad, y la reivindicación de un Estado presente. Eficiente, eso sí, para evitar la motosierra de Javier Milei.
Antes de anotarse la cucarda de haber suspendido las PASO en el distrito, Macri ya había desdoblado los comicios: el electorado porteño irá a votar el 18 de mayo, en un cronograma anticipado. El jefe de Gobierno precisa blindar la Legislatura de un eventual avance libertario, ya que LLA se ha mostrado hasta ahora como una oposición más férrea que el resto de las bancadas, al no votarle -por ejemplo- el Presupuesto 2025.
"En la Ciudad hemos hecho un culto del equilibrio fiscal, no necesitamos que nos enseñen cómo hacerlo", disparó, en clara referencia a la demanda libertaria de más ajuste que respondió con números: reducción del gasto del 8,6%, eliminación del 10% de los cargos políticos, reducción de 10 mil contratos y del 18% de la contratación de asesores y planta política.
"Se puede ser tan eficiente como eficaz cuando, en vez de querer eliminar el Estado, se gestiona con austeridad", lanzó, sin metáforas contra LLA, a la que agitó en diferentes pasajes de su discurso y en una variedad de temas exponiendo afinidad ideológica entre ambas fuerzas pero con muchos matices.
La continuidad de la obra pública; la inversión pública en movilidad, con el anuncio de una nueva línea de subte a la cabeza; la crítica abierta a los monopolios, públicos o estatales; la reivindicación de la convivencia en la diversidad, resaltando la realización de la Marcha del Orgullo y la del Niño por Nacer; y la mención a la necesidad de políticas para la discapacidad, en la misma semana en que los libertarios trastabillaron en el tema, fueron algunas de las menciones en las que Macri buscó presentar al PRO como la opción conservadora de la Ciudad, pero plural y productivista.
En otros pasajes, la crítica a la tropa libertaria fue más elíptica y estuvo vinculada al reclamo a Milei, a quien ponderó por el buen trabajo para ordenar la macro, para le demandó que acelere la transferencias de competencias y recursos en diferentes temas. Al respecto, anticipó que el bloque PRO presentará en la Legislatura un proyecto de Ley de Emergencia Autonómica, para solicitar al Congreso que avance con los convenios de traspaso que ya están firmados, pero sin aprobación..
Los temas que mencionó como prioritarios fueron el traspaso del Puerto de Buenos Aires y la Terminal de Retiro, la ampliación de la Justicia Penal para que sea competencia local, la transferencia Inspección General de Justicia para que las empresas domiciliadas en la Ciudad se inscriban en el distrito, la incorporación a una mesa donde se define la política energética de AMBA y la devolución de los "casi 6 mil millones de dólares por la deuda de la coparticipación con la Ciudad".
Las escasas menciones al peronismo, hoy la principal fuerza opositora del distrito según los últimos resultados electorales, se concentraron cuando el jefe de Gobierno porteño se refirió a la seguridad, donde disparó contra todos los sectores, pero en particular cargó contra el gobernador bonaerense. Es uno de los temas que más críticas despertó la gestión macrista en las últimas semanas, por las reiteradas fugas de detenidos en comisarías porteñas.
Justamente, el silencio y la quietud de la sesión se interrumpió por las chicanas de opositores que se mofaron de Macri cuando, por error, dijo que quiere terminar las obras de la cárcel de Marcos Paz, que sería el primer penal porteño, "para liberar a los presos de la cárcel de Devoto".
Más allá del furcio, el alcalde disparó munición gruesa contra Kicillof, al que le reclamó apellido que diera a conocer "cuál es su plan contra la inseguridad que golpea a la provincia, que ya se llevó la vida de 13 de nuestros policías". El jefe de Gobierno apunta contra la gestión bonaerense de manera recurrente por la muerte de efectivos, pero también porque la falta de un plan para el AMBA.
A la que también mencionó fue a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, una de las caras libertarias visibles en la pelea con Macri. "Yo sé que, como dice la ministra Bullrich, todas las provincias tienen sus cárceles. Pero también tienen su justicia propia. Y la ministra conoce que, desde que esta Ciudad se creó, nunca tuvimos ni la Justicia plena, ni el Servicio Penitenciario. Entonces, no puede haber magia en la solución. Esto no se resuelve de golpe", dijo.
En ese sentido, involucró a la funcionaria nacional reprochándole que "mientras los delitos sean nacionales, los presos son del Servicio Penitenciario Federal" y dijo que la Ciudad, está "haciéndose cargo de la solución profunda, construyendo la cárcel. Pero no podemos seguir teniendo presos donde no deben estar y son un peligro para todos".