El armado nacional del cordobesismo fichó a Juan Carlos Tierno, un experonista ortodoxo que se mueve lejos del centrismo. Condena, ficha sucia y peso electoral.
Juan Schiaretti y Juan Carlos Tierno: "“Vamos a liberar a La Pampa de la opresión del kirchnerismo”, dijo el exministro de Seguridad.
El armado del cordobesismo en la Patagonia hizo pie en La Pampa con un actor que lejos está de representar en la provincia a la avenida del medio. Juan Schiaretti sumó al exministro Juan Carlos Tierno para que sea el alfil de su armado nacional, aunque el dirigente pampeano construye desde uno de los extremos en el sistema político local.
Como parte del fernet con rosca de este tiempo, Schiaretti y Tierno se juntaron en la provincia mediterránea, señalaron coincidencias y ya miran de reojo con el sello de Hacemos las elecciones legislativas.
Tierno tiene un largo recorrido como funcionario del peronismo: fue hombre de confianza durante las gobernaciones de los dos grandes caciques pampeanos, Rubén Marín y Carlos Verna, pero terminó corriéndolos por derecha y dándole un sonoro portazo al PJ.
Líder de Comunidad Organizada, conserva una porción del electorado pese a su ficha sucia: fue condenado por abuso de autoridad en ejercicio de la intendencia de Santa Rosa en 2008. Esa sentencia fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia.
Si la lógica del armado de Schiaretti es tender puentes con espacios que no comulguen con el kirchnerismo ni con la tribu libertaria, el paso que acaba de dar Tierno lo aleja en La Pampa de la posibilidad que la oposición tiene bajo análisis cuando observa 2027 en el horizonte. El nuevo rumbo de Comunidad Organizada lo desvía de un gran rejunte para terminar con el invicto del peronismo en la gobernación.
Tierno venía coqueteando con La Libertad Avanza, como antes lo hizo con Patricia Bullrich. Schiaretti tampoco está tan lejos: su esposa, la senadora y exsindicalista Alejandra Vigo es una opositora open mind.
La cumbre la hizo pública el dirigente pampeano, que apuró su difusión. En el encuentro estuvieron también los representantes legislativos que posee su fuerza: el agrodiputado Maximiliano Aliaga y Sandra Fonseca, la esposa de Tierno. Schiaretti acudió con una de sus manos derechas, Juan Carlos Massei.
“Vamos a liberar a La Pampa de la opresión del kirchnerismo”, advirtió Tierno. Tiene una particular inquina por su histórico enemigo, el gobernador Sergio Ziliotto. El líder de Comunidad Organizada dijo además que Schiaretti es “el referente nacional del peronismo genuino”.
Como candidato presidencial, Schiaretti obtuvo en La Pampa el 3,71% de los votos en las PASO de 2023 y creció hasta el 7,44% en la primera vuelta. Su cara visible en la provincia era David Matzkin, primo de Martín "El Facha" Matzkin, el alfil que Bullrich eligió en su Ministerio para negociar con las gobernaciones y el Congreso.
Tierno había tenido una aproximación al cordobesismo en otra época, pero el vínculo se había ido apagando. Ahora, Schiaretti no encontró otros referentes para sostener y hacer crecer las voluntades que tiene en algunas regiones de La Pampa, especialmente en la zona norte.
Cerca del exgobernador de Córdoba señalaron que este tipo de reuniones son habituales y se seguirán desarrollando. Confirmaron las coincidencias en el repaso de los temas, pero no terminaron de dar por cerrado un arreglo electoral.
El anterior desembarco de Schiaretti en la Patagonia había sido su encuentro con la exgobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, con quien hizo visible su encuentro en tierra cordobesa. Como parte de su construcción, teje con paciencia y también quiere cerca al moderado Horacio Rodríguez Larreta.
Tierno viene desde otro lado. Hizo carrera vendiendo mano dura desde el área de Seguridad. Siempre lo persiguió el fantasma de la violencia de género y aunque no avanzaron denuncias formales en su contra, los testimonios y datos conocidos en la provincia hasta se convirtieron en un libro, El golpeador, del escritor y periodista Juan Carlos Martínez.
Tierno había tenido diversos cargos como funcionario de Marín (asesor letrado y director del Banco de La Pampa, entre otros), pero alcanzó la cresta de la ola como ministro de Seguridad de Verna. Fue desplazado cuando el gobierno nacional kirchnerista detectó en 2006 un aumento de los casos de apremios ilegales en comisarías pampeanas.
La imagen de duro igual le sirvió a Tierno para ser intendente de Santa Rosa. Su gestión duró 87 enloquecidos días en los que se rompió la convivencia de la ciudad y se generó una grieta social como nunca antes en la historia de la capital provincial.
El propio PJ intervino la Municipalidad tras la denuncia por abuso de autoridad. Tierno quiso poner en vigencia el Presupuesto y la Ley Tarifaria por resolución, sin pasar por el Concejo Deliberante.
A mediados de 2019, la Corte Suprema dejó firme la sentencia: le dieron dos años de prisión en suspenso y cuatro de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Después de la furia, volvió a pactar con Verna y regresó en 2015 a su lugar en el mundo: el Ministerio de Seguridad. Desde esa plataforma tejió buena onda con Bullrich cuando ella fue por primera vez ministra del área a nivel nacional.
En 2017 volvió a enfrentarse con Verna y salió eyectado del PJ. Armó rancho aparte con Comunidad Organizada. Nunca llegó a ser una tercera fuerza hecha y derecha, pero primero cosechó un caudal electoral capaz de ocasionarle daño al PJ. También le permitió sostener la banca legislativa de su esposa. De a poco, el volumen de votos fue derivando hacia la marginalidad. En 2023 fue candidato a gobernador: sacó el 6,82%.