Javier Milei habló de un gran acuerdo entre LLA-PRO para ganarle al kirchnerismo y Mauricio Macri ofreció acordar las condiciones en una mesa. Todo parecía ir sobre rieles hasta que apareció el resto del triángulo de hierro libertario: Karina Milei y Santiago Caputo avisan que no es momento de sentarse con el quinteto de enviados macrista.
"No tenemos nada que discutir por ahora en ninguna mesa política. Las únicas propuestas y proyectos serán los que ordene el Presidente", afirmó de manera categórica una fuente inobjetable de la Casa Rosada que interpreta con precisión los pensamientos del jefe de Estado.
Al menos hasta el advenimiento del calendario electoral, que todavía está por determinarse dependiendo si se eliminan las PASO o no, la administración libertaria no tiene planeado sentarse con Macri a negociar ninguna confluencia electoral. Lo que sí descarta de plano el entorno presidencial en poner a consideración del líder del PRO un programa de gobierno.
Najo la premisa de Milei de mantener abiertos puentes de diálogo entre las partes en el inicio del calendario electoral, los operadores habituales de Balcarce 50 aclararon que sí están dispuestos a sentarse a negociar las listas legislativas, pero avisando que esperan armar de manera conjunta teniendo en cuenta el peso específico del partido amarillo jurisdicción por jurisdicción.
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Javier Milei y Karina Milei.
Con un cronograma electoral que, de mínima, arrancaría en mayo, recién por esas fechas la Casa Rosada estima abrir una negociación, al filo del cierre de listas. "El Presidente cree que Argentina se debe un reordenamiento ideológico, en el que todos los que estemos de acuerdo con las ideas de la libertad estemos del mismo lado", interpretan a Milei en Balcarce 50.
A diferencia de Macri, que ya designó sus embajadores, en LLA evitan los nombres. Sin embargo, la mesa partidaria está integrada por la secretaria general de la Presidencia, así como sus laderos Martín Menem y Lule Menem. El triángulo de hierro mileísta mantiene contactos con uno de los delegados designados por el exmandatario: Cristian Ritondo, aunque también pondera a Soledad Martínez.
La sospecha de la Casa Rosada
En otros encumbrados despachos de Balcarce 50 analizaron el posteo de Macri como "un grito de desesperación" ante el desvanecimiento de su electorado. Incluso, a juzgar por las encuestas que dicen observar de manera regular, estiman que sin un acuerdo electoral con LLA, el PRO irá camino a convertirse en "un partido boutique" que sume apenas un 5% de los votos a nivel nacional.
"Macri con esto abrió el paraguas para resguardarse ante cualquier caso", comentó a Letra P un funcionario que se pasea de manera habitual en el primer piso de la Casa Rosada. Su presunción es que el expresidente buscó sacar rédito político ante los dos posibles escenarios, ya fuera que Milei aceptara su mesa; o, por el contrario, si la rechazaba, podía usarlo para volver a atacar al entorno presidencial. "Si más adelante se conforma una mesa va a salir a decir que fue su idea y si no se llega le va a servir para decir que somos todos malos menos Javier", amplió la misma fuente libertaria horas después del posteo de Macri.
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El mensaje del líder del PRO fue métodicamente planificado el día anterior por la mesa ejecutiva del partido con la idea de dar algún tipo de respuesta pública después de que el Presidente los apurara - en dos entrevistas casi consecutivas - a conformar un gran acuerdo electoral contra el kirchnerismo. "No podíamos seguir sin decir nada, necesitábamos responderles", reconoció a Letra P una fuente relevante del macrismo.
La culpa es del entorno
En el entorno del exmandatario aseguraron que todavía no están en condiciones de dar una definición política concreta, y mucho menos una de tipo electoral, más allá que coinciden con los libertarios con el deseo de "arrasar con el kirchnerismo". Sucede que mucho antes de llegar a esto, Macri quiere tener ciertas certezas de que tomarán en cuenta algunas de sus propuestas para la gestión y, en paralelo, que no lo volverán a vapulearlo con algunos temas sensibles para su electorado, como cuando la semana pasada acusaron a su administración de haber beneficiado a empresarios kirchneristas a través de la AFIP.
"El Presidente dice que quiere un acuerdo, pero su entorno después sale a decir que somos corruptos o que salimos a buscar ventajas políticas en la Ciudad y no es así", se lamentó de manera enfática una persona que dialogó con Macri este miércoles, minutos antes de que decidiera responderle a Milei.