El PJ en Santa Fe parece querer romper un paradigma impuesto en los últimos años. Tras una serie de derrotas busca, a través de su primer candidato a convencional constituyente, Juan Monteverde, mirar hacia adentro y no hacia Buenos Aires. Sin referencias nacionales, la intención es construir desde un territorio al que consideran “abandonado” en las últimas campañas.
Producto de un acuerdo entre distintos sectores, la lista que encabeza el dirigente de Ciudad Futuradesanda un camino en el que los riesgos son varios y las certezas no tantas. Tras la apabullante derrota de 2023 en Santa Fe, Monteverde quedó a tiro de la intendencia, que finalmente ganó Pablo Javkin, pero ahora debe salir a caminar ciudades y departamentos en los que arranca desde atrás en términos de conocimiento y estructura partidaria.
En ese esquema, la propuesta parte de algunas premisas claras: recuperar el diálogo con las bases peronistas que, según sostienen, quedaron huérfanas en los últimos años, gobernación de Omar Perotti incluida. “Nos agradecen por venir y nos dicen ‘'cuánto hacía que no nos veíamos todos’”, relatan en el comando de campaña de Monteverde sobre su paso por ciudades cabeceras de departamento que recorre a partir de su gira “La Constituyente de la Gente”, como la han denominado.
La más populosa se llevó adelante este sábado en el Club Provincial de Rosario, terreno conocido para el candidato. Allí estuvieron los principales nombres de la lista, como Alejandra Rodenas, Lucila De Ponti, Pablo Corsalini, Martín Lucero y Facundo Olivera, entre otros, pese a que algunos reprochan la poca presencia activa de algunos sectores en la campaña.
Allí hubo un tiro por elevación a quienes decidieron ir por afuera, especialmente a su rival directo, Marcelo Lewandowski, que registra mayores niveles de conocimiento público tras su campaña a la gobernación en 2023. “Hoy los que dividen son funcionales a la crueldad y violencia del gobierno nacional”, tuiteó Monteverde.
La lejanía con Juan Grabois y las referencias nacionales
Tiempo no tan atrás, cuando Monteverde pugnó por la intendencia rosarina, sostenía una alianza con el referente social Juan Grabois. Hoy eso quedó atrás al punto de que el propio Grabois armó sus propias listas, que vino a presentar en persona en febrero pasado. “Hoy hay caminos separados”, reconocen en Ciudad Futura.
De gira de medios por Buenos Aires en las últimas semanas (“Para romper el cerco mediático impuesto en Rosario”, argumentan), niegan contactos con otras terminales o referencias del PJ a nivel nacional, enfrascado en una interna entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof. Apenas por estas horas circuló una foto junto al ministro bonaerense Gabriel Katopodis, con quien se encontraron en Expoagro.
No obstante ello, hay algo en claro: dentro de la propia lista hay representantes de espacios que sí tienen vía directa con esas figuras. El rossismo, La Cámpora, el Frente Renovador de Sergio Massa, Vamos y espacios contenidos por los senadores provinciales ocupan lugares expectantes. Sobre esta construcción electoral los rivales ya empezaron a cargar, sin hacer nombres propios como lo hizo el propio Javkin en su discurso de apertura de sesiones.
La peronización del candidato de Ciudad Futura se da sobre todo de la mano de Corsalini y De Ponti, con construcciones en el territorio que permiten dar anclaje territorial en suelo santafesino. En Buenos Aires miran atentamente el desarrollo de la campaña, primera prueba de fuego electoral para el peronismo en 2025.
Primero la Convención; después, lo local
Sabiendo que el tiempo apremia, Monteverde tiene otra encrucijada: la doble candidatura. Además de encabezar la nómina de convencionales por distrito único, hace lo propio en Rosario para el Concejo Municipal, con PASO incluída y un esquema interno nutrido en el panperonismo rosarino. Hasta abril, el foco estará puesto en intentar cubrir la mayor cantidad posible de territorio en la Bota para luego ir hacia la segunda etapa.
El peronismo no desconoce la importancia de hacer una buena elección con el carril de centroizquierda más despejado que hacia el otro lado, donde Unidos con Maximiliano Pullaro y otros contendientes como La Libertad Avanza con Nicolás Mayoraz y Amalia Granata le hablen a otros sectores.
La incógnita pasa por saber cuánto electorado dividirá con Lewandowski y Roberto Sukerman, dos de los que eligieron ir por fuera del esquema partidario. “Confiamos en nuestra construcción que representa realmente a un sector amplio”, ponderan hacia adentro.
Los temas a discutir
En una discusión que estará signada por la reelección para el cargo de gobernador, en el PJ sostienen que “no hay interés del gobierno en mostrarle a la ciudadanía qué se está discutiendo”. “Es un hecho histórico y a un mes de la votación no vemos que se esté publicitando siquiera qué se vota”, se alarman. En esa lógica, sostienen, se dan los encuentros de “La Constituyente de la Gente”.
Internamente, el peronismo se debate entre la renovación generacional y el laboratorio que implica una campaña casi sin presencia nacional. Hacia afuera, el tono intenta mostrar horizontalidad, recuperar la mística histórica del PJ en el territorio y ahondar en temas neurálgicos como el espacio de las ciudades y sus autonomías, además de la regionalización, con temas como el transporte o la gestión de los residuos.