El acto reunió a los nuevos consejeros del peronismo. Los mandatarios y la CGT también pegaron el faltazo. ¿Se viene un encuentro? El mensaje de futuro.
Sin la presencia de los gobernadores peronistas ni la plana mayor de la CGT, Cristina Fernández de Kirchner asumió este miércoles formalmente como titular del Partido Justicialista (PJ) en un clima de tensión interna con Axel Kicillof, a quien la expresidenta criticó, sin nombrarlo, en su discurso.
La ausencia de Kicillof y el resto de los gobernadores se llevó parte de la atención previa del acto de asunción de CFK, pero quedó más en el foco cuando la flamante titular del PJ dijo que los dirigentes tenían que volver a ser “militantes políticos, no electorales” y habló de “algunos compañeros de peronismo tardío”.
En el auditorio de la Universidad Metropolitana (UMET) se escuchó una exclamación de sorpresa, seguido de un murmullo. Era evidente que la exmandataria se había referido a Kicillof. Por si quedaba alguna duda, dirigentes cercanos a ella se encargaron de confirmarlo después. La alusión tiene que ver con la lectura que hace el cristinismo sobre la posición del gobernador de la provincia de Buenos Aires y de su entorno, a quienes acusan de estar “demasiado apurado” por resolver las candidaturas de la elección presidencial de 2027.
“Esto es una pavada, ya se va a acomodar todo. Pero Axel tendría que haber venido. Se lo dije, no tenemos que hacer estas cosas”, apuntó a la salida del acto un intendente de peso en el conurbano que había hablado con Kicillof. Mientras, el gobernador daba por concluida su extensa recorrida en territorio bonaerense, que este miércoles incluyó visitas a Pehuajó, Bragado y Carlos Casares. Justificó esa agenda para no asistir a la asunción de CFK.
El faltazo de Kicillof había sido anunciado ya el miércoles al mediodía, con un cruce de versiones sobre si había sido debidamente invitado por el entorno de Cristina. En el entorno del gobernador se encargaron de detallar la agenda que tenía comprometida para toda la jornada.
Tal como dijo la exmandataria durante su discurso, en un principio, el acto iba a celebrarse el 3 de diciembre, pero finalmente tuvo que postergarse hasta este miércoles. Según pudo saber Letra P, las invitaciones de cursaron directamente desde el PJ a la mayoría de los consejeros. El equipo de Cristina se reservó el llamado a invitados especiales, como los gobernadores.
En ese marco, el encargado de llamar a los gobernadores fue el flamante vicepresidente del partido y titular del bloque de Unión por la Patria en el Senado, José Mayans. A su llegada a la sede la UMET, ubicada en la calle Sarmiento, el formoseño explicó que los mandatarios le habían respondido que no podrían asistir por “cuestiones de agenda”.
Lo cierto es que los gobernadores tomaron la decisión de no asistir al evento y enviar un mensaje político, tras la tensión que se generó en el proceso de elección de autoridades y la interna con Kicillof, que se vio expuesta el lunes en el acto de cúpula del peronismo bonaerense que convocó Máximo Kirchner en Moreno.
“Hay que desdramatizar esto, no es la muerte de nadie, hay internas y estamos debatiendo estrategias para resolverlas”, minimizó el episodio un integrante de la nueva conducción del PJ. Mientras, un referente del peronismo bonaerense consideró que la reunión del lunes fue “muy positiva” porque tuvo asistencia perfecta de toda la cúpula y dio el puntapié inicial para el debate sobre cómo ordenar la interna. “Esto se va a resolver el año que viene, cuando veamos quién queda en pie después de las elecciones y quién conduce”, apuntó otro referente del kirchnerismo.
Además de los gobernadores, en el acto de Cristina tampoco hubo representantes de la cúpula de la CGT, aunque en el cristinismo contaban la presencia de dirigentes sindicales, como el nuevo vicepresidente del PJ Ricardo Pignanelli, Abel Furlán (UOM), Mario Paco Manrique (Smata), Norberto Di Próspero (APL), Sergio Palazzo (La Bancaria) y el anfitrión, Víctor Santa María (Suterh). Pero hubo ausencias renombradas como las del triunvirato de conducción que forman Héctor Daer, Carlos Acuña y el recién incorporado Octavio Argüello, de Camioneros.
En la central obrera no recibieron ninguna invitación, y Cristina aprovechó para recordar durante su discurso una vieja tapa de Clarín para pegarle. “La CGT paraba en esa época”, recordó sobre una huelga contra el pago del Impuesto a las Ganancias que los gremios impulsaron en 2015, durante su gobierno.
Más allá de la chicana, en el entorno de Cristina explicaron que los invitados fueron los nuevos consejeros del partido. La CGT se negó a formar parte de la nueva conducción, a pesar de que recibió el ofrecimiento. Así, la expresidenta apreció rodeada por los integrantes de su lista, Primero La Patria, dirigentes de La Cámpora y del cristinismo más fiel.
Pese a las resonantes ausencias, Cristina sorprendió durante su discurso con una mención especial a Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja que intentó darle pelea interna en el PJ. “Un fuerte saludo al compañero Quíntela y a todos los compañeros que integraron la lista Federales”, dijo la expresidenta. Lo mismo hizo por la noche con un tuit.
Como los demás gobernadores del peronismo, Quintela tampoco estuvo en el acto. Los otros ausentes fueron Kicillof, Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa). El faltazo del formoseño fue especialmente llamativo ya que el cacique peronista es, a su vez, presidente del Congreso Nacional del PJ y puso como vice del partido a su mano derecha, Mayans. No suele perderse ninguna instancia de decisión. A diferencia de sus colegas, Insfrán acusó un problema de salud que le aquejó este martes, luego de participar de un acto en su provincia.
El cálido saludo de Cristina hacia Quintela dejó flotando una duda sobre el estado de la relación de la expresidenta con los gobernadores. Hay indicios de que, en los próximos días, la expresidenta podría mantener un encuentro público con los mandatarios de Unión por la Patria (UP), donde también se anotan el fueguino Gustavo Melella y el santiagueño Gerardo Zamora. ¿Irá Kicillof?
Por lo pronto, tras el acto, Cristina tenia agendada una reunión con el bloque se senadores de UP para empezar a ordenar las internas.
Más allá de las tensiones internas, la flamante titular del PK enfocó su discurso en tres preguntas fundamentales hacia adentro del peronismo y hacia el país: qué está pasando, qué nos pasó y cómo seguimos, planteó.
Se refirió al plan económico del gobierno de Javier Milei, dijo que es “un modelo de valorización financiera” al estilo de José Alfredo Martínez de Hoz y que el endeudamiento creció este año en 100 mil millones de dólares.
Por último dijo que el peronismo tiene como tarea fundamental “abocarse a la formación de cuadros políticos y técnicos” y anunció que, en marzo, presentará una propuesta de trabajo en ese sentido, que tiene que ver con la creación de una universidad. “Tenemos que volver a ser militantes políticos. No puede ser que todo se reduzca a una pelea de carácter electoral. Es parte del desastre de la política”, dijo. Y convocó a generar “un modelo que incorpore a las mayorías cuando esto termine”.