El delfín de Karina Milei quedó encerrado en medio de una situación que los mismos libertarios definen como "un cachivacherío". El manejo de fondos, en foco.
El sector de La Libertad Avanza de La Pampa que responde a Juan Pablo Patterer: el delegado de Karina Milei aparece bajo doble fuego amigo.
La Libertad Avanzaen La Pampa es, oficialmente, un “cachivacherío”. Hasta la apoderada del partido eligió esa figura para definir la comedia de enredos que sacude al partido de Javier Milei en la provincia, cruzado por una furiosa interna marcada por las denuncias por eventuales irregularidades en el manejo de fondos.
Karina Mileiy Lule Menem eligieron a Juan Pablo Patterer como su delfín para ordenar a una fuerza que exhibía desprolijidades y desmanejos. Al principio, pareció que había pasos adelante en lo organizativo y lo legal. Pero pasaron cosas.
La conducción que en su momento se formalizó a pedido de Karina y Lule duró lo que canta un gallo porque la Justicia Federal volteó el trámite que había derivado en esas designaciones. Luciano Ortiz, que había sido derrocado a pedido de la Casa Rosada, fue repuesto como presidente y la interna entre los dos espacios se tensó a tal punto que surgió una Tercera Posición, como se bautiza a sí mismo un nuevo sector que pelea por el poder en LLA.
El partido que en 2023 no pudo participar de las elecciones porque estaba flojo de papeles, nunca se ordenó, ni administrativa ni políticamente. Tanto así, que hoy no puede ni sacar una cuenta bancaria. En medio de eso, la desginación de una decena de funcionarios en PAMI disparó nuevas acusaciones internas. Encima, parece alejarse la posibilidad de convencer al docente Adrián Ravier de que se ponga la camiseta de candidato en las legislativas de octubre. Ni hablar de conversar de una alianza extendida al PRO u otras fuerzas.
"Acá hay un cachivacherío dando vueltas, supuestamente mandaron a ordenar el partido a esta persona (Patterer) y ves los mamarrachos que hay y no lo podés creer. Para mí que lo asesora el ChatGPT. Errores se pueden cometer, pero una cosa es un error y otra cosa es un horror y esto que está pasando es una seguidilla de pifies...", sintetizó María Victoria Rambur, una de las tres personas apoderadas de LLA. Su antecesor fue justamente Patterer.
Rambur dice que el abogado “tuvo que ir a Casa Rosada para echarle tierra”. También lo acusó de ser parte de un sector del PJ oficial. “Se mandaron la pavada de que me patrocina Ziliotto. Le debe estar errando de CBU Ziliotto porque no veo un mango. Es absurdo, les respondo como Moria Casán: ¿quiénes son?”.
Rambur es parte de la actual conducción de Ortiz, sin embargo ya es referente del espacio que se dice a sí mismo Tercera Posición, integrado por dirigentes y militantes que rechazan tanto el modus operandi de Ortiz como el del tándem Patterer-Nicolás Boschi.
En estas condiciones, el papel electoral de LLA entra en zona pantanosa. Aunque hay dirigentes que confían en la marca libertaria, la falta de presencia de los Milei en La Pampa y las vueltas en torno a las candidaturas genera incertidumbre. Sucede que Milei ganó la segunda vuelta presidencial en la provincia, pero es un territorio históricamente peronista.
Una encuesta que ordenó la UCR pampeana atribuye a LLA 15,7% de los votos contra el 37,3% del PJ. Cuando se aportan nombres concretos, hipotéticos postulantes como Ortiz, Ravier y Boschi cosechan el 2,6%, 2,4% y 1,7% respectivamente. Pero además, no parece haber freno para la escalada de los ataques internos.
Uno de los escándalos que en las últimas semanas convulsionó al espacio es el descubrimiento de que los aportes de funcionarios y funcionarias para solventar al partido iban destinados a una cuenta personal, la del dirigente Julio Jamad. Cada autoridad depositaba unos $150 mil mensuales, según confirmó la apoderada. En esa tarea la acompañan Sebastián Abt y Moisés Ortiz.
El propio Jamad admitió esa maniobra. El recaudador blue es parte del sector de Patterer y dijo que “la cuenta personal fue utilizada de manera excepcional. Todo fue acordado con transparencia desde el primer momento. No hubo coimas, ni beneficios personales, ni manejos indebidos”, trató de aclarar.
Las autoridades ya anunciaron que motorizarán una sanción y la investigación judicial que corresponda.
Además, Jamad se quejó del retardo de Ortiz para formalizar aspectos básicos por no iniciar "el trámite para abrir la cuenta oficial”. El cruce de acusaciones entre los espacios a cada lado de la grieta es interminable y cada vez más picante.
La novela con ribetes de sainete ya había tenido otros capítulos inolvidables, como la reunión que uno de los sectores internos tuvo que hacer en la vereda porque el espacio de los enemigos íntimos no facilitó las llaves del local partidario.
Otra gota que colmó el vaso fue la designación de nuevas autoridades en el PAMI, un organismo en el que se había ajustado y dejado sin trabajo a personal histórico. Después de militar esos recortes bajo el argumento del achique del gasto público, ahora La Libertad Avanza pobló con nombres propios esas oficinas públicas, al parecer con la venia de la Casa Rosada.
El sector Tercera Posición salió al cruce de esa maniobra: “la casta de siempre, disfrazada de cambio”. Un documento del espacio acusó directamente a Patterer, “un ingeniero del caos, que vino a destruir, a generar discordia y que desde hace más de 20 años parasita el sistema y reparte cargos como trofeos personales”.
La apoderada Rambur aseguró que fue una movida para “comprar lealtades” con vistas al congreso partidario de junio: “acomodo político y pago de favores, personas carentes de toda capacidad técnica o idoneidad”.