Soldado libertario en el Congreso, el agrodiputado anda a la pesca en el revuelto río amarillo. Busca puentes con La Libertad Avanza.
El diputado nacional Martín Ardohain, de fiesta, el día en que fue elegido por el PRO de La Pampa para estar en el Congreso. FOTO: www.radiokermes.com
Martín Ardohain busca probarse el traje de líder del PRO en La Pampa, después de haber sido elevado a la categoría de “héroe” por el presidente Javier Milei. Desde su banca, teje en base a sus aspiraciones y pretende idependizarse de quienes hasta ahora le marcaron el camino, como el líder amarillo en el distrito, Carlos Javier Mac Allister.
En el río revuelto en que se ha convertido el partido de Mauricio Macri, aparecen pescadores cada semana. Con la conducción bajo cuestionamiento y movimientos internos cuyos desenlaces son un misterio, cada cual atiende su juego y el primo de la modelo Carolina “Pampita” Ardohain no es la excepción.
"Cato", como se lo conoce en la provincia, ha sido un soldado libertario en el Congreso y ahora aspira a ser la cara pampeana más visible de una posible alianza con La Libertad Avanza. La interna amarilla supone no sólo tironeos con Mac Allister, el "Colo", y su diputada provincial Laura Trapaglia, sino también con el armado del otro diputado nacional, Martín Maquieyra, y con lo que pueda estar tramando Martín Matzkincomo mano derecha de Patricia Bullrich.
Ardohain preside el partido, pero es una formalidad. El liderazgo de Mac Allister no estaba cuestionado hasta estos tiempos de operaciones y movidas. Además el diputado tiene la manzana rodeada. El reparto de autoridades es diverso y en la Asamblea mandan el presidente Luis Arias y la vice y comandanta María Alejandra Mac Allister, "Marita" .
El poder del piquense Maquieyra también está a la luz, aunque este año termina su mandato. Tiene en Noelia Viara y Celeste Rivas sus propias escuderas en la Legislatura. Tanto el ala de Mac Allister como el de Maquieyra, que originalmente fue delfín de Horacio Rodríguez Larreta, fueron distanciándose en este tiempo de los caminos de Patricia Bullrich, que siempre fue una debilidad de "Cato".
Aunque Ardohain no parece dispuesto a confrontar sin red, sí opera para que su autonomía crezca. Se envalentonó con aquel twitter en el que Macri saludó al "querido Javier", aunque después esa aproximación retrocedió varios casilleros. Esa movida del titular nacional del PRO, que fue difícil de tragar para la conducción local, ilusionó a "Cato".
En ese clima enrarecido el que apareció para empoderar a Ardohain como referencia central para una coalición con LLA, fue el presidente de la Juventud PRO de La Pampa, Bautista Céstac Cofré. El concejal de Catriló, localidad a 80 kilómetros al este de Santa Rosa dijo que Ardohain es “el líder del PRO, el que representa al partido en La Pampa" y no le pareció "desmedido" decirlo. Hizo ruido.
“Cato” también le pone unas fichas a su 2027. La banca nacional le da seguridad y es trampolín. Ahora sueña con un llamado desde LLA para aceitar la alianza, pero no tiene gran consideración de la dirigencia libertaria local. El jefe de LLA en La Pampa, Juan Pablo Patterer, sí respeta la figura de Mac Allister. Aunque ahora Patterer tiene otros problemas que resolver.
“Cato” tiene 56 años, dos hijos, es licenciado en Administración Agraria y propietario rural en la rica zona de Doblas, unos 80 kilómetros al sur de la capital provincial. Ahí se afincó su bisabuelo Michel, que llegó de Europa con 16 años.
En esa misma zona también se crió la prima famosa de la familia. Aunque “Cato” no tiene vínculo tan seguido con ella, cuando Roberto García Moritán era "el marido de Pampita", lo acompañó en campaña.
Siempre haciendo oposición furiosa contra los gobiernos peronistas de la provincia, Ardohain llegó a diputado para defender el interés del sector patronal agropecuario. Tuvo un guiño de la suerte cuando en 2023, La Libertad Avanza quedó floja de papeles en la provincia y no pudo participar de la elección al Congreso. En La Pampa “ganaron” los votos en blanco y Ardohain arribó a la cámara baja.
Antes le ganó al radical Francisco Torroba en la PASO de agosto. Seis meses antes, los mismos protagonistas habían competido en una interna por la postulación para la intendencia de Santa Rosa, y en ese caso venció el boinablanca, después derrotado por el peronista Luciano di Nápoli.
Ardohain bancó fuerte la candidatura presidencial de Bullrich, cuando la ministra de Seguridad Nacional era definida por Milei como “la montonera asesina” que “ponía bombas en los jardines de infantes”.
Desde esa posición, exacerbó sus diatribas contra Milei. Dijo que su hipotética presidencia era “un salto al vacío”. Y redondeó: “Milei da miedo. Porque un día te dice una cosa y otro día otra. Y si no pensás como él, sos un tonto o no sabés pensar. La verdad es que si esa persona es la que va a conducir el destino de este país, da mucho miedo”.
Con Milei ya conduciendo el país, a Ardohain fue parte de los dirigentes que, luego de una voltereta, se convirtieron en oficialistas. Hizo todo para congraciarse con el gobierno libertario. Milei lo invitó al asado de los “héroes” que lo acompañaron cuando vetó los cambios en la fórmula jubilatoria y levantó la mano cada vez que le hizo falta al gobierno nacional. Estas semanas en que salió al cruce de las marchas antifascistas.
Mientras Maquieyra avisaba, tras su foto con Macri, que no había lugar para voltear la figura del “femicidio”, Ardohain bancó en las pantallas el discurso presidencial. En algún momento en el PRO pampeano lo llamaron al orden por la intensidad de sus apariciones mediáticas personales, siempre a favor de Milei, en plena guerra entre El Gato y El León.