Javier Milei activó este lunes a su tropa legislativa a despotricar contra el proyecto para restringir el uso de los DNU, dictaminado la semana pasada en la Cámara de Diputados y con respaldo suficiente para lograr una mayoría en el recinto. Ante ese escenario, el Presidente redobló la presión al PRO para que, al menos, blinde un eventual veto.
Como anticipó Letra P, el partido amarillo no se pronunció por pedido de su presidente, Mauricio Macri, quien participó de la última reunión de bloque. El acuerdo para limitar los decretos tiene respaldo de Encuentro Federal (EF), Democracia por Siempre (el nuevo bloque radical), Unión por la Patria (UP) y de Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La iniciativa mantiene la vigencia de los DNU por 90 días. En ese plazo, deberían ser aprobados por las dos cámaras del Congreso para seguir aplicándose por tiempo indefinido.
Los bloques que firmaron el dictamen suman 128 votos, uno menos que la mayoría simple, que podría ser alcanzada con los cinco integrantes de la izquierda. Además, la oposición especula que habrá más radicales que quieren apoyar esta versión o, al menos, no votarán en contra para facilitar la aprobación.
El jefe de LLA, Gabriel Bornoroni, calificó a estas fuerzas de “golpistas” por querer “cambiar las reglas del juego” con la restricción del uso de DNU. “El Presidente está utilizando esta norma, con la menor cantidad de decretos que los gobiernos anteriores. Quieren cambiar las reglas de juego los mismos que en su momento la hicieron a la ley”, acusó el cordobés.
Los caminos del DNU
Esta semana se definirá la fecha de sesión y hay dos posturas. En Encuentro Federal, Nicolás Massot y el cordobés Ignacio García Aresca prefieren esperar que el Gobierno convoque a la sesión de Presupuesto 2025 para adosar este tema.
Otros sectores de esa bancada y la UCR blue prefiere una sesión el miércoles 13 para levantar la mano en contra del uso abusivo de decretos. EF debatirá esa alternativas en una reunión de bloque este martes en el Congreso, donde habrá muy poca actividad porque casi todos los bloques tienen representantes en Estados Unidos para presenciar las elecciones presidenciales.
Unión por la Patria acepta sesionar el 13 y pide agregar la derogación del DNU que flexibiliza el canje de deuda. Hasta podría tener el gesto de incorporar el dictamen de juicio por jurados para que Milei festeje la toga y el martillo que, según el acuerdo de comisión, tendrán los jueces técnicos durante el proceso.
El peronismo desconfía del Gobierno y cree que discutir la restricción a los decretos presidenciales el mismo día que el Presupuesto le permitirá a Milei extorsionar a las provincias y podrían perder votos.
En el oficialismo no se imaginan frenando la aprobación y sólo aspiran a sostener el tercio vetador, la única esperanza libertaria en el Congreso hasta 2026. Es por eso que Santiago Caputo convocó el último jueves a su despacho a los radicales violetas Martín Arjol y Mariano Campero para anunciarles que los iban a necesitar.
El partido centenario ya le había dado un gesto a Milei en el plenario de comisiones: la radical Karina Banfi firmó un dictamen alternativo, que deroga los decretos si son rechazados por una sola cámara. Su correligionario Francisco Monti, cercano al grupo violeta, no lo quiso firmar.
El PRO, con la llave del veto
El partido de Macri no puede evitar una derrota del Gobierno, ni siquiera es suficiente para avalar un veto, aunque en este caso sí es un aporte decisivo si los radicales violetas no fallan.
Fuentes de la bancada confirmaron a LetraP que no tienen una posición tomada y hasta evalúan abstenerse. "Macri sabe que esta es la última oportunidad de negociar un acuerdo con Milei con los votos en el Congreso y lo hará vale", señaló un referente de la bancada que pudo hablar con el expresidente en privado.
Una vez más, Milei está en aprietos, porque si el dictamen se aprueba con dos tercios en el recinto por deserciones del PRO, habrá un mensaje complicado para su gestión.
La semana pasada, luego de la visita de Macri a la la reunión de bloque, no quedó definida una postura sobre la ley de regulación de los DNU que se busca modificar, cuya autoría es de la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner.
Antes de la irrupción de Macri, el bloque PRO estaba dividido y es por eso que no firmaron el dictamen de rechazo con el oficialismo. Silvana Giúdice lidera la postura de rechazar la reforma sin reclamos extras y así lo planteó en el primer plenario de comisiones. La acompaña el quinteto cercano a Patricia Bullrich y otras figuras que tienen línea directa con la Casa Rosada, como Diego Santilli y Hernán Lombardi.
Este sector lanzó la versión de que habría una acuerdo para rechazar la reforma de DNU si Milei derogaba el decreto de reglamentación de la ley de acceso a la información pública, entre otros reclamos.
Del otro lado se para Silvia Lospennato, quien tiene proyectos presentados para restringir los DNU y no abrió la boca en los plenarios, aún cuando es presidenta de una comisiones que intervino, como la de Peticiones, Poderes y Reglamentos. El día del dictamen, ni pisó la Cámara.
Este martes, Ritondo no reunirá al bloque porque buena parte de sus miembros están en Estados Unidos y no apurará una definición sobre los DNU a la distancia. Milei, por si acaso, empezó a tirar flores al PRO y en un entrevista con su novia, Yuyito González, dijo que el debe la presidencia a Macri y Bullrich. Los necesita para gobernar por decreto.