El gobernador de Córdoba inició el proceso de concesión de casinos y slots en Córdoba. Las firmas en puja y el pedido de cinco bloques para abrir el debate.
Martín Llaryora avanza con la licitación del juego en Córdoba.
Mientras el gobernador Martín Llaryora avanza con una nueva licitación para el manejo de casinos y máquinas tragamonedas, la oposición en la Legislatura de Córdoba ya respondió a la determinación oficial con un pedido de consulta popular.
Este miércoles, el gobierno provincial empezará con el proceso de concesión de siete casinos y la nueva redistribución de slots, que estuvieron bajo la órbita de Aldo Roggio y Miguel Ángel Caruso por más de dos décadas y que significó una apuesta política fuerte del mandamás del cordobesismo.
Además de esa dupla, participarán de la compulsa las empresas Boldt, Casino Victoria -propiedad de Daniel Angelici-; Andesmar y Fuente Mayor.
Rodrigo Agrelo (Encuentro Vecinal Córdoba), Alejandra Ferrero (interbloque Juntos por el Cambio), Walter Nostrala (Frente Cívico), Matías Gvozdenovich (Unión Cívica Radical) y Gregorio Hernández Maqueda (Mejor Futuro) exigieron el debate ciudadano, denunciando que la proliferación de apuestas y el avance de la ludopatía son preocupaciones crecientes en la sociedad cordobesa.
"Creemos que es esencial que el gobernador escuche una opinión objetiva de los ciudadanos. La mejor herramienta es una consulta popular", expresó Agrelo, el alfil del vecinalista Aurelio García Elorrio. Sostiene que la medida permitiría transparentar un tema que impacta directamente en el tejido social y económico local.
La oposición advierte que la expansión del juego no solo “privatiza” un recurso público clave, sino que también deja a los municipios expuestos a los efectos sociales de la ludopatía, como el endeudamiento y la exclusión familiar.
“No se trata solo de números o inversiones; estamos hablando de vidas que pueden quedar atrapadas en un espiral de apuestas y desesperación”, agregó Ferrero.
“La ludopatía no se soluciona con licitaciones ni más tragamonedas; se enfrenta con políticas responsables y una visión de largo plazo”, cerró Hernández Maqueda.
La postura del gobierno provincial es clara. Llaryora apuesta a los juegos de azar como una herramienta para generar ingresos y dinamizar sectores económicos asociados, como el turismo y el entretenimiento.
Sin embargo, esta estrategia encuentra resistencia no solo en los bloques opositores, sino también en distintos sectores de poder como la iglesia.
En el núcleo del conflicto, la consulta popular aparece como un terreno donde ambas posturas podrían medir fuerzas. La propuesta aún debe sortear el filtro legislativo, donde el oficialismo tiene leve ventaje con las fuerzas aliadas.
Por lo pronto, la oposición busca instalar el debate en la agenda pública a pocos días de reabrirse el período ordinario de sesiones. Será este 1 de febrero, en Deán Funes, localidad ubicada en el norte provincial.