El gobernador desmiente los argumentos del ministro sobre la indisciplina fiscal provincial. Los números del cordobesismo. El gol de los mandatarios del Centro.
Martín Llaryora celebró la baja de las retenciones al campo.
Martín Llaryora agradeció al gobierno de Javier Milei la baja temporaria de las retenciones que anunció Toto Caputo este jueves. La medida ocurrió inmediatamente después de la cumbre protagonizada por el gobernador de Córdoba y sus pares de la Región Centro, Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos).
¿El anuncio oficial fue consecuencia de la presión de las provincias que se erigieron en voceras de un sector clave? ¿O una jugada del ministro de Economía libertario para alentar la liquidación de exportaciones y, de paso, presionar sobre los cuadros impositivos de los gobiernos locales? ¿Primero fue el huevo o la gallina?
En el Panal, anotan el punto para los gobernadores, porque la rebaja de las retenciones llegó inmediatamente después de la acción organizada de la zona núcleo y los contrapuntos virtuales con Toto Caputo de horas posteriores al encuentro de Rosario, que tuvieron como protagonistas al intendente de Alta Gracia, Marcos Torres, y al diputado Carlos Gutiérrez. La cumbre fue un paso más de una serie de acciones que venían sosteniendo los mandatarios para lograr medidas de alivio a un sector golpeado por el precio de los granos, el dólar bajo y la sequía.
Pese a la satisfacción que reinaba en los pasillos del Panal, la celebración virtual que redactó Llaryora desde la Feria Internacional de Turismo de Madrid se acompañó con datos que anticipan la lucha de relatos que marcará el segundo mes del año electoral. Llaryora sostiene que acompañó los lineamientos de la ley ómnibus, en concreto, las medidas de orden y alivio fiscal. El gobierno de Milei insiste en instalar que los gobernadores son “degenerados fiscales”.
El staff del gobierno provincial ya tiene el machete escrito en la mano con los números para asegurar que el “costo Córdoba” del que empieza a hablar la tropa libertaria y las fuerzas aliadas no sería tal.
El cordobesismo open mind sostiene que las alícuotas de Ingresos Brutos efectivas promedio son menores a la media nacional y el campo está eximido. Lo mismo sucede con las alícuotas que gravan las actividades agrícolas, ganaderas e industriales. Sostienen que Córdoba es la segunda provincia que más bajó la presión desde la firma del Pacto Fiscal de 2017 y que eximió del impuesto a la mera compra y para zonas rojas.
El punteo sigue con el aumento del mínimo no imponible para la industria hasta $2.512 millones y la disminución de la cantidad de agentes de retención. El remate llega con la anécdota política.
En la última reunión de la Mesa de Enlace de Córdoba hubo un fuerte cruce con el ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, que refleja un poco más el complejo cuadro de situación. Ese cónclave, que terminó con el anuncio que hizo Llaryora con medidas de alivio al sector, tuvo un “principio de revelación”.
La conversación se iba calentando y en el oficialismo provincial crecía la convicción de que en varios sectores del Círculo Rojo hacen “mileísmo bobo”. Busso les ofreció eliminar el impuesto inmobiliario rural destinado al desarrollo de la infraestructura en el campo y su mantenimiento. Esto supondría la retirada del Estado de ese frente y los chacareros tendrían la libertad de apostar al sector privado para hacer obras que, se sabe, pocos agarran o se cobran caras.
El grito de “viva la libertad, carajo” dejó de escucharse porque el 98% de esa recaudación vuelve a caminos y rutas que movilizan la producción. La Mesa de Enlace avaló ese impuesto. El cordobesismo empieza a hablar de impuestos "buenos". De hecho, este viernes, Llaryora dijo que "los impuestos sostienen la educación, la salud y la infraestructura en Córdoba” y completó: “Si dejamos de invertir, en dos, tres o cuatro años no habrá condiciones para el desarrollo".
La relación de Llaryora con el campo no está exenta de tironeos y también se encuentra atravesada por la expectativa que genera Milei entre los productores. Como contó Letra P, la Sociedad Rural de Río Cuarto salió a despegarse de la cumbre de los tres gobernadores y denunció tufillo electoral en la puesta. También hay un juego político y una agenda infinita. Por caso, el campo ahora va por la devaluación del dólar.
Lo cierto es que la batalla discursiva continuará porque el gobierno nacional asegura que las provincias y municipios siguen con la presión fiscal alta. Busca dar vuelta la tortilla y desarticular un eje central en la estrategia política de los gobernadores, que logra otros matices en un año electoral.
Llaryora apostará a mostrar que es “el mejor alumno” y sus alfiles buscarán exponer a la oposición local que este jueves cobró el gol para el equipo libertario, en el que se incluyen.
Después de que Luis Juez y Rodrigo de Loredo, anotados en la carrera por la sucesión provincial en 2027, festejaran la baja temporaria de las retenciones, el jefe de la bancada cordobesista en la Legislatura, Miguel Siciliano, salió al cruce.
“¿Dónde estaban cuando había que defender al campo? ¿Dónde estaban cuando reclamábamos por las retenciones? ¿Dónde estaban cuando los gobernadores peleaban por sus provincias junto a los productores? Estaban callados y escondidos”, tuitéo.