En el Panal no descartan al exjugador de Atenas como cabeza de lista. La largada anticipada y los roces del pasado en el PJ de Córdoba. ¿Candidatura sorpresa?
Pichi Campana.
Pichi Campana se mete en la lista de precandidatos de Martín Llaryora.
Martín Llaryora ya anota con lápiz los nombres que podrían integrar su lista para la Cámara de Diputados. El gobernador de Córdoba bajó la ansiedad peronista dejando correr que el escaparate será para “compañeros" con el perfil open mind de su Partido Cordobés, variopinto y transversal. El exbasquetbolsita y funcionario de Daniel Passerini, Héctor Pichi Campana, empieza a ganar casilleros.
El excandidato presidencial Juan Schiaretti mantiene firme su postura. “El Papa no puede ser obispo”, rezan sus cardenales políticos. Llaryora lo sabe e invitó a toda la dirigencia a peregrinar por mejores posiciones en las encuestas. La competencia es estimulante, pero no está exenta de roces.
¿Será un llaryorista puro quien encabece? En el Panal contestan que “no necesariamente”. Tampoco sacan de evaluación el recurso de un “tapado”, siempre rendidor en escenarios complejos. En los pasillos del Centro Cívico sigue sonando la excanciller de Javier Milei, Diana Mondino, quien está bien plantada en los sondeos de opinión.
En la hora de componer listas imaginarias, todo vale.
El ministro de Gobierno, Manuel Calvo, es de la confianza del mandatario, pero logró mostrarse como un enclave necesario en el armado con el intendentismo cordobés. Estaría descartado para abrir la nómina. Luego, aparecen nombres que se presentan como “discutibles” o “peleables” entre las corrientes internas que conviven en esta nueva etapa de cordobesismo.
El jefe de la bancada oficialista en la Legislatura, Miguel Siciliano, comenzó anticipadamente su campaña como lo ha reflejado Letra P en distintas oportunidades. Las encuestas circulantes no son del todo generosas, en especial, la última que se viralizó en los grupos de WhatsApp esta semana.
El exsecretario de gobierno de Llaryora en la Municipalidad ostenta un diferencial negativo de imagen que cierra en -8 puntos; cerca de la vicegobernadora Myrian Prunotto (-6 puntos).
Lo curioso es que en el estudio presencial de la consultora Comparactiva los mejores posicionados son la diputada Natalia de la Sota, que tiene 30 puntos de imagen positiva y 29, de negativa; el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, con 35% en verde y un 28% en rojo; y el secretario de Deportes del intendente Daniel Passerini, Héctor Pichi Campana, con una imagen positiva del 40% y una negativa del 26%.
La posición de Siciliano anima a otras expresiones a moverse. El legislador Leonardo Limia también quiere entrar en el mazo. El hombre de la senadora Alejandra Vigo en la Legislatura juega de atrás, pero tiene una madrina potente. Al menos, la intención basta para sacudir seguridades.
Ese sector que influye en el PJ de la Capital asocia, como varias fuerzas del mundillo político mediterráneo, que la campaña de 2025 es una buena herramienta para la proyección ejecutiva en 2027. Cabe recordar que Passerini no puede aspirar a su reelección -la viceintendencia que ejerció desde 2019 a 2023 cuenta como primer ciclo- y el peronismo ya empieza a medirse ese traje.
Siciliano dijo que no quiere probar suerte en la capital en 2027, pero hay quienes que ponen en duda esa afirmación. La pulseada por la candidatura que terminó con la elección de Passerini fue intensa y dejó algunas heridas abiertas.
Y en esa pelotera, el nombre Campana empieza a sonar con fuerza. La encuesta citada lo muestra bien posicionado, pero el dato no es novedoso. Este portal ya había contado que Llaryora le había puesto el ojo hace varios meses atrás junto con el nombre del exjuecista Quinteros, que nadie imagina dejando la función, aunque nada está cerrado.
Hoy no descartan al exbasquetbolista encabece o integre un lugar expectable de la boleta cordobesista. El funcionario municipal se lleva bien con todo el paño cordobesista.
El llaryorismo reconoce sus mediciones y lo incluye en el pelotón, tiene buena relación con Schiaretti y Vigo; además de ostentar un viejo vínculo con Passerini. Los más memoriosos recuerdan que el médico de Cruz Alta, hoy responsable del gobierno de la ciudad, viajaba en su auto 57 kilómetros para ver los primeros dobles y triples de Campana en el Sport Club de Cañada de Gómez.
Pichi Campana inició su trayectoria política en 2003 como concejal de la ciudad de Córdoba, respaldado por Luis Juez y su Partido Nuevo. Su salto al oficialismo provincial llegó en 2007, cuando fue elegido vicegobernador acompañando a Schiaretti, consolidando un vínculo político que mantuvo en los años posteriores. Durante esa etapa, también tejió una relación cercana con Vigo, figura clave del espacio schiarettista.
Tras su paso por la vicegobernación, Campana presidió la Agencia Córdoba Deportes, donde lideró políticas destinadas al desarrollo deportivo provincial. Luego, ocupó una banca en la Legislatura, ampliando su experiencia en el ámbito legislativo. En la actualidad, forma parte del gabinete de Passerini en la Municipalidad de Córdoba.