50 AÑOS SIN PERÓN

Martín Llaryora y Daniel Passerini arman una misa peronista de bajo perfil en la era del Partido Cordobés

La dupla encabezará la conmemoración con la liturgia habitual de cada aniversario. El gran acto frustrado. La ampliación del cordobesismo sin vuelta atrás.

La dirigencia peronista de Córdoba está en la etapa de aprendizaje de un nuevo lenguaje político. Como un padre dedicado, pero severo, el nuevo jefe del cordobesismo, Martín Llaryora, corrige a la tropa que todavía pronuncia " Partido Justicialista" en lugar de "Partido Cordobés".

Los dedos en V y la marcha peronista son otros de los recursos de la comunicación que se desaconsejan en la nueva era expansionista del proyecto que iniciaron José Manuel Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, ambos de perfil frentista, pero de fuerte impronta partidaria a la hora de conformar sus equipos y planes de gobierno. Llaryora excede la lógica electoralista y comparte poder real con las figuras recién llegadas del sector privado y empresarial, también de la histórica oposición.

En ese marco, no debe sorprender que el peronismo de la provincia elija conmemorar los 50 años sin Juan Domingo Perón sólo con una misa en la Catedral Santo Domingo, ubicada en el casco histórico de la capital. Un perfil bajo para no incomodar la diversidad que cobija el Partido Cordobés.

La intimidad de la liturgia, que se realizará este 1 de julio, con horario todavía a confirmar, se refuerza con el énfasis en el carácter ordinario del evento que destacan altas fuentes del Panal, la sede del poder provincial.

Como ocurre en el aniversario de la muerte de Eva Duarte y del expresidente, el cordobesismo rinde culto a sus referencias en un debido marco de respeto. “Es lo que hacemos siempre”, insisten, mientras descartan despliegues de alto calibre.

El acto fallido en Córdoba

La dirigencia del PJ de la Capital, con fuerte incidencia de Alejandra Vigo, pero bajo el tutelaje de Daniel Passerini, había amagado con realizar un acto que reuniera a la primera plana del partido y a la militancia. Las reuniones empezaron hace un mes, pero el plan no prosperó por "problemas de agenda".

En el entorno de la senadora negaron estar al frente de la organización de la misa, todo un gesto de orden hacia las expresiones, cada vez más aisladas, de resistencia a esta licuación de la identidad justicialista dentro de la criatura transversal de Llaryora. Por el momento, la única expresión pública fue el homenaje del legislador Leonardo Limia en la Unicameral.

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El llaryorismo es más cáustico y niegan ruido interno. El triunfo en la ciudad de Río Cuarto que dejó a la delasotista desafiante, Adriana Nazario, relegada al tercer puesto y expuesta su incapacidad de daño, apuntala el camino del Partido Cordobés.

Lo cierto es que ese gran acto peronista para mimar a la tropa no se concretará. Todavía sonaban tibios ecos de alguna juntada, pero siempre en el marco de la actividad extraoficial.

Daniel Passerini, el alfitrión

Si bien una pata del PJ se desvincula por completo de las tareas conmemorativas, el passerinismo sí elige dejar las huellas digitales en la organización de la misa. En el entorno del intendente de la ciudad confirmaron a Letra P que él mismo instruyó a sus alfiles para la sencilla conmemoración religiosa.

Como es tradición en el cordobesismo -que desde hace más de una década elige no llamarse peronismo- las diferencias entre los líderes jamás quedarán expuestas de manera grotesca. La diversidad siempre será consensuada, incluso, con fines estratégicos.

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Alejandra Vigo, Daniel Passerini y Martín Llaryora, las cabezas del PJ de Córdoba.

Alejandra Vigo, Daniel Passerini y Martín Llaryora, las cabezas del PJ de Córdoba.

Por ejemplo, Passerini elige diferenciarse sin pruritos de la política libertaria que expresa Javier Milei. Antes, ejercitó el silencio cuando otro peronista como Sergio Massa disputaba el sillón presidencial y Schiaretti se ensañaba con la única boleta del palo; y ahora, no le escapa a las pompas peronistas. Sin embargo, el “equipo” con Llaryora no se negocia.

Lo mismo que entre el gobernador y su antecesor Schiaretti. También como lo hicieran antes, éste y De la Sota.

El rol de Martín Llaryora

Llaryora participará de la misa de este lunes que tiene como invitados a Juan Schiaretti y la senadora Vigo; al bloque cordobesista en Diputados, integrantes de la Legislatura y del staff del gobierno provincial y capitalino.

Llaryora no reniega de sus orígenes partidarios, pero a su tropa aclara que son tiempos de repensar los modelos de acción política. Gestión conjunta en pos del progreso, no partido único; alianza de gobierno, no un frente meramente electoral, son algunos de las diferenciaciones semánticas que pica fuerte el gobernador en su equipo.

Un gran despliegue y acto hubiera ido a contrapelo de un modelo que planea profundizar. No son pocas las fuentes del Panal que afirman que, en breve, anunciarán una nueva tanda de intendentes de la UCR que se incorporan a la tropa que proscribe su peronismo en sangre.

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Los gobernadores Rogelio Frigerio de Entre Ríos, Maximiliano Pullaro de Santa Fe y Martín Llaryora de Córdoba durante un acto en el túnel subfluvial en Paraná.
Axel Kicillof, Raúl Jalil y Martín Llaryora, tres gobernadores con estrategias diferenciadas respecto a Javier Milei y los sindicatos. 

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