Sin Luis Juez ni Rodrigo De Loredo, el libertario mostró a sus incondicionales en el Festival. El mensaje de pretemporada. El contraste con Victoria Villarruel.
Martín Menem y Gabriel Bornoroni participaron de la noche más convocante del Festival de Jesús María.
Martín Menem y Gabriel Bornoroni, cabalgata y paseo con la dirigencia que ya tiene los pies adentro del plato de LLA.
Exactamente una semana después de la solitaria incursión de la vicepresidenta Victoria Villarruel y de que la tropa de Javier Milei la vaciara de compañía, Martín Menem, junto a lo más granado de la dirigencia de La Libertad Avanza (LLA) en Córdoba, se mostró este viernes por la noche en el Festival de Doma y Folklore de Jesús María.
Fue durante la jornada más convocante de esa fiesta gaucha, que reunió a más de 30.000 personas. Hay un dato político saliente: el mileísmo cordobés eligió mostrarse en esa vidriera singular, sin pasar por la capital mediterránea. Lo hizo con una comitiva integrada exclusivamente por dirigencia propia, sin potenciales aliados como el senador Luis Juez o el radical Rodrigo De Loredo.
Toda una señal para el juego de especulaciones y rosca que arranca con vistas al armado que las huestes del Presidente preparan para las elecciones de medio término de este año, en las que Córdoba se perfila como una de las provincias más fértiles para la cosecha de votos libertarios.
Si bien no estuvo Karina Milei, la comitiva fue encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados. Menem y la hermana presidencial lideran el armado territorial de LLA en todo el país, que tuvo una escala de verano en Mar del Plata.
También estuvieron el jefe de la bancada libertaria, el cordobés Gabriel Bornoroni, su compañera de bloque María Celeste Ponce; la aliada del PRO, la bullrichista Laura Rodríguez Machado; los radicales “con peluca” Luis Picat y Soledad Carrizo; y la referente del MID, María Cecilia Ibáñez.
La foto marcó quiénes ya están dentro del plato oficialista, mientras algunos intendentes del PRO en otros distritos blanquean su pase a LLA, incluso antes de un acuerdo formal, como los casos de Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón).
“Martín invitó a todos los diputados de la provincia que no están en el cordobesismo”, dijo una fuente cercana al riojano Menem. ¿Y Rodrigo De Loredo? “Está de vacaciones”, justificaron.
Mientras a nivel nacional la agenda central gira en torno a una posible confluencia electoral entre LLA y el PRO, Córdoba presenta un escenario distinto.
El PRO local ya fue jibarizado y su conducción desplazada por un golpe de timón del propio Mauricio Macri, quien bajó de la presidencia del partido al diputado Oscar Agost Carreño para designar a la incondicional Laura Alonso como interventora.
Gran parte de las referencias del PRO local ya abrevan en el cordobesismo del gobernador Martín Llaryora, como Darío Capitani, Pedro Dellarossa, Javier Pretto y Gabriel Frizza. Fuera de ese eje, Soher El Sukaria y Laura Rodríguez Machado se mueven en LLA, y esta última busca renovar su banca nacional con el apoyo de Patricia Bullrich.
La lista de nombres dejó expuesto el vaciamiento ordenado para la visita de Villarruel, quien sólo fue escoltada en el Festival por la vicegobernadora Myrian Prunotto.
En Córdoba, el verdadero juego de alianzas del mileísmo se libra lejos del PRO. La disputa real estará entre Juez y De Loredo.
Juez ya pateó el tablero y, sin necesidad de participar en una listas este año, se ofreció al jefe de LLA a cambio de respaldo presidencial en 2027: “Quiero ser el gobernador de Milei”.
De Loredo pretende lo mismo, pero para él la parada de este año no es inocua. Se le termina el mandato como diputado a fin de año y necesita renovar banca para tomar bríos hacia la gobernación dentro de dos años.
Entre medio de las aspiraciones de De Loredo y Juez, se mete como cuña la idea que agita parte del mileísmo, en particular Bornoroni, de priorizar un armado libertario propio, bajo la idea de que la listas de LLA serán en Córdoba el caballo del comisario, con perfil netamente ganador.
Menem no soltó prenda en Jesús María sobre cuál será finalmente la estrategia presidencial para Córdoba. Por ahora, como quedó dicho, mostró su grupo de incondicionales antes de que se acelere la temporada de rosca decisiva.
Lo que sí dejó trascender uno de los diputados que se mueve muy cerca de él es que difícilmente se recree un formato de alianza, al estilo de Juntos por el Cambio.
“En Córdoba también encabezará LLA y quienes quieran sumarse serán bienvenidos”, aclaró la fuente, abriendo la puerta para incorporaciones individuales de dirigentes, al margen de las estructuras partidarias.
Juez no tiene problemas en negociar a título personal bajo ese formato. De Loredo, en cambio, necesitará batallar en la interna radical cordobesa si quiere arrastrar a todo el partido a los brazos de Milei.
Este jueves, también pasó por la vidriera del Festival de Jesús María, el presidente del Club Atlético Talleres, Andrés Fassi, aliado de Milei en el intento de facilitar el ingreso de las sociedades anónimas deportivas en el fútbol local. Cabe recordar que el dirigente mantiene una pulseada política y legal con la AFA de Claudio Chiqui Tapia y la inmensa mayoría de resto de los clubes.
Fassi llegó para firmar un convenio de “formación y gestión deportiva” con el intendente local Federico Zárate, radical en proceso de acercamiento a LLA. Se dejó ver en el stand institucional del municipio y luego con las autoridades del Festival. Repartió camisetas y selfies, y se mostró casi como un político más en proceso de instalación territorial.
El presiente Milei lo quiere sumar a su proyecto y ya mandaron a medir su imagen y nivel de conocimiento público.
“Desde Casa Rosada lo quieren sí o sí, pero no para este año, sino pensando en la gobernación en 2027”, confió a Letra P una calificada fuente libertaria.
¿Un real candidato propio del mileísmo o sólo un amague para obligar a terceros aliados a negociar por esa misma butaca condicionados?