La vicegobernadora radical dará a conocer la nómina de personal antes del viernes. Negociaciones contrarreloj con el gremio. El plan político que se viene.
Myrian Prunotto, vicegobernadora de Córdoba, en el ojo de la tormenta con los contratados de la Legislatura.
Myrian Prunotto en la primera sesión 2025 de la Legislatura de Córdoba.
Foto: prensaEl número de contratados en la Legislatura de Córdoba es la última espina del Partido Cordobés. El enojo no sólo es propio del oficialismo, irritado por el viaje a Nueva York que hizo la vicegobernadora Myrian Prunotto en pleno revuelo político y mediático. La misma presidenta de la Unicameral y su mesa chica sospechan fuego amigo.
El escándalo protagonizado en enero por el expuntero del PJ, Guillermo Kraisman -que intentó cobrar un sueldo de una “empleada fantasma” de la Legislatura- fue el sacudón que movió los cimientos del cordobesismo legislativo de Martín Llaryora.
De una vez por todas, Prunotto buscará esta semana poner un punto final al tema con la publicación de la nómina de empleados, con el gremio en las antípodas de esa decisión. El objetivo inmediato de la radical es zanjar la polémica y enfocarse en reparar el costo de su primera crisis política en las filas del cordobesismo open mind.
La vicegobernadora tomó unas vacaciones la semana pasada. Por redes sociales se conoció que el destino fue la ciudad norteamericana de Nueva York. El momento -además del lugar- fue lo que incomodó y enfadó a oficialistas y opositores, que no dudaron en hacer saber su descontento, aunque sea en los pasillos.
Apenas se conoció que fue la vicepresidenta de la Legislatura, Nadia Fernández, quien dio de alta y su posterior baja apenas constató que la “empleada fantasma” no se presentó a trabajar, conocer el número de contratados que tenía la Legislatura era un tema de urgencia para el recinto, pero sobre todo para el diario centenario La Voz de Interior, que fue la Justicia.
En el lapso de licencia, su lugar en la Unicameral fue ocupado por el legislador Facundo Torres, presidente provisorio que atajó los reproches hacia Prunotto. El conflicto siguió escalando y desde el entorno de la vicegobernadora apuntan a que fue fogoneado, incluso tienen un nombre y apellido bajo sospecha, que ocupa un lugar en el Panal, como se conoce a la casa de gobierno provincial.
La pregunta es ¿por qué? En tiempos donde el gasto público está en la mira, desde el círculo de Prunotto indican que los fondos que maneja la Legislatura son “migajas”. Representan un 0,38% del Presupuesto General Provincial. Antes era de un 0,43%.
Con el escándalo sin meseta a la vista, la única salida posible para intentar desarmar (aunque sea levemente) la primera crisis política de Prunotto es que, finalmente, publique el listado de personal que se desempeña en distintas áreas de la Unicameral. La fecha sería antes de este viernes. "Se vienen 72 horas clave", refuerzan el carácter de urgencia.
En esta discusión también se involucró el Sindicato de Empleados Legislativos, con Aldo Rivas a la cabeza, que rechaza que se ventilen datos personales. Su resistencia se apoya en un antecedente: la acción judicial que inició el SUOEM cuando la gestión capitalina de Ramón Mestre reveló el listado de todos los empleados municipales. En este caso, la Justicia falló a favor del gremio.
Con posiciones contrapuestas y pujas por intereses, Prunotto y el PJ cordobesista buscarán dar el brazo a torcer al gremio para que esos nombres salgan a la luz antes del fin de semana. Por su parte, desde el sindicato apuntarán no develar esos datos y proteger la identidad de sus afiliados. La pulseada tiene un ganador anticipado.
La vicegobernadora es una de las figuras políticas de otros espacios que se sumaron al PJ cordobesista. Fue esa mixtura, de la que comenzó a formar parte, en la que provocó que Hacemos por Córdoba se convierta en Hacemos Unidos por Córdoba con la incorporación de integrantes de la UCR, el PRO y otros espacios.
En adelante, Prunotto se encargará de dejar en claro que su fidelidad política es para Llaryora. Reforzará su compromiso con la gestión para que no queden dudas que tiene ganado el lugar que ocupa.
Sin intenciones electorales para las legislativas de octubre, la radical busca continuar las buenas relaciones con su círculo en la Legislatura: el jefe del bloque cordobesista, Miguel Siciliano, y Torres, los hombres de confianza del gobernador.
Volver a su casa, en Estación Juárez Celman, es el destino final si, tras los cuatro años de gestión, no encuentra su lugar en el experimento transversal. Ahora bien, se defenderá -dice su equipo- de "las hostilidades injustificadas".