La compañera de fórmula de Rolando Figueroa está políticamente aislada y bajo la lupa de la Justicia. El paso a paso de una relación sin retorno.
Gloria Ruiz, la vicegobernadora de Neuquén que quedó a un paso de la destitución.
La vicegobernadora de Neuquén, Gloria Ruiz, fue suspendida de su cargo en medio de una investigación que la apunta como supuesta participe en casos de corrupción. Con un destino de destitución casi irreversible, la situación expone el capítulo final de la ruptura política con el gobernador Rolando Figueroa.
La irrupción de la ahora suspendida vicegobernadora los cargos de relevancia fue, como mínimo, fortuita. Ocurrió en 2019, cuando el entonces intendente de Plottier, Andrés Peressini, había designado a su hermana, Cristina, como candidata a sucederlo. Con la estrategia definida, Cristina fue impugnada por la Justicia y la candidatura recayó, entonces, sobre la funcionaria municipal que la seguía en la lista como candidata a primera concejal: la mismísima Gloria Ruiz.
Cuando asumió, rompió con Peressini y con el entonces gobernador Omar Gutiérrez. A su antecesor lo acusó de no ejecutar la obra pública comprometida para la ciudad y con el gobernador se peleó cuando decidió desoír las recomendaciones para proteger a la ciudadanía de la propagación del Covid-19.
Ese distanciamiento con el Movimiento Popular Neuquino (MPN) hizo que se acercara a Figueroa, que también había pegado el portazo al no ser correspondido en sus aspiraciones en la previa a las elecciones de 2023.
La consolidación de Neuquinizate, el frente que conduce Figueroa y que entre otros integran el PRO, un sector libertario y expresiones del peronismo y de la UCR irrumpió en escena con premisas claras: transparencia en el manejo de las cuentas públicas y distribución equitativa de los recursos para concretar el viejo anhelo de que Neuquén no siga siendo una provincia rica con ciudadanos pobres, sino un territorio con equidad social.
De entrada, Figueroa comenzó a pagar. Se achicó todo lo que pudo y con ese ahorro, asegura, engordó las partidas para áreas esenciales como Seguridad, Educación y Salud. A la vez, salió a buscar créditos internacionales para agrandar la inversión en rutas y edificios escolares.
Sin embargo, el afianzamiento en la gestión no tuvo su correlato en el armado político que empezó a mostrar quiebres en la Legislatura, territorio a cargo de Ruiz. En Roca y Rioja aseguran que hubo llamados a la reflexión, pero que fueron desoídos por la vicegobernadora que comenzó a aislarse y a buscar nuevos aliados. Su foto con la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien visitó Vaca Muerta, fue vista como una clara señal en esa dirección.
Así pasaron los días, las semanas y los meses con un distanciamiento político más que evidente entre el gobernador y la vice, hasta que estalló el escándalo. En realidad la seguidilla de escándalos. Primero Ruiz presentó un proyecto de Presupuesto Legislativo 2025 en el que pretendía que le aprobaran gastos discrecionales por más de 6.500 millones de pesos y fue rechazado por los diputados que se negaron a incrementar los gastos políticos. Le dijeron no a Ruiz, con la bandera de cuestionar “los vicios de la vieja política”.
Casi inmediatamente después se supo que Ruiz había empleado a una decena de familiares en la planta política legislativa, entre ellos su esposo, Claudio Costa; su hermana, Vilma Ruiz y su hermano Pablo Ruiz, epicentro de la hecatombe que se desató el viernes último, cuando el asunto saltó a la luz.
Ese día, la ciudad capital y su vecina Plottier se desayunaron con allanamientos. Los investigadores llegaron de sorpresa a la Legislatura, a la Casa de las Leyes y a dos domicilios particulares. Se supo, entonces, que buscaban material probatorio para una causa por presunto fraude al Estado. Básicamente se dio por seguro que Pablo Ruiz utilizó dinero de la Legislatura para ponerlo en plazos fijos, cuyos dividendos por intereses al parecer nunca rindió. Ese mismo día Gloria Ruiz fue a Casa de Gobierno. Según cuentan en la Patagonia, pretendía que la atendiera el gobernador, pero Figueroa no lo hizo. Dispuso que lo hiciera su ministro de Gobierno, Jorge Tobares, y la cosa terminó ahí. No trascendieron detalles de esa conversación.
Lo que le siguió a eso fue un fin de semana maratónico, con renuncias al partido de Ruiz, Desarrollo Ciudadano, entre las que se destacan las del intendente de Plottier, Luis Bertolini, y la de la diputada provincial, Luz Ríos. Durante esos días, además, comenzó a gestarse lo que sucedería el miércoles: la separación preventiva por 30 días y el inicio del proceso de la investigación legislativa para determinar si la vicegobernadora está moralmente habilitada para seguir en el cargo.
La votación fue aplastante: 29 votos a favor, ninguno en contra y cinco abstenciones, los tres de Unión por la Patria y los dos del Frente de Izquierda. Entre los diputados K hay dos que son conocidos: Darío Martínez, quien fue secretario de Energía de Alberto Fernández y Lorena Parrilli, hija del senador Oscar Parrilli, hombre de confianza de Cristina Fernández de Kirchner.
Como contó Letra P, durante la sesión Ruiz mostró los arrebatos de ira que según cuentan en la provincia ya había dejado escapar durante los allanamientos a las propiedades de la familia, en Plottier. Dijo que la separación del cargo era anticonstitucional, les advirtió que había llevado a un escribano para que tome nota de cómo iba a votar cada diputado y les espetó que los denunciaría ante la Justicia. También se autodefinió como una “perseguida política”, supuesta condición de la que responsabilizó a Figueroa.
La vice suspendida venía de padecer otros allanamientos, en registros de la propiedad automotor, ocurridos apenas unas pocas horas antes. Los pesquisas tienen en la mira una camioneta Toyota que supuestamente Ruiz compró en una concesionaria de Plottier y radicó en Plottier. Pero no es el único vehículo de la familia que está bajo la lupa. Hay más.
La relación con Figueroa está hecha añicos y en el entorno del gobernador, que públicamente declaró sentirse “muy desilusionado y dolido” por los procederes de Ruiz, se preocupan en explicar que aquello de la persecución política solo anida en la imaginación de la vicegobernadora o en su “estrategia de victimizarse”. Recuerdan que fue Figueroa quien presentó un proyecto para que el Ejecutivo le devuelva a la Legislatura, el 1,5% de coparticipación que los propios diputados le habían quitado a instancias del entonces gobernador Gutiérrez, en el epílogo de 2023.
Hoy Ruiz está separada del cargo y con pronóstico de destitución. Los diputados tienen los votos para hacerlo, pero todo dependerá de los argumentos pueda llegar a esgrimir en su defensa. Mientras tanto siguen las otras tres investigaciones: la de la Justicia provincial, que tiene como principal sospechoso a su hermano Pablo; la de la Justicia Federal, que la investiga directamente a ella por no haber rendido los gastos de campaña de las municipales 2023; y la del Tribunal de Cuentas de la Provincia de Neuquén, concebido para garantizar el correcto uso de los bienes públicos.