El Partido Justicialista debe renovar autoridades y ya comenzó la pelea por el manejo del sello. Varias bancas en juego y el gobernador al acecho.
Rolando Figueroa y Tanya Bertoldi. El gobernador de Neuquén mete una cuña en la interna del peronismo.
El peronismo de Neuquén atraviesa una profunda crisis entre antiguos aliados que se enfrentan en torno a la figura del gobernador Rolando Figueroa. De fondo, se discute la renovación de autoridades partidarias y la conformación de una boleta que compita en 2025, cuando la provincia pondrá en juego tres bancas en el Senado y tres en la Cámara de Diputados. La mitad pertenecen a Unión por la Patria.
La herida reciente que provocó el mentor del frente Neuquinizate a los grandes armados nacionales en la provincia dejó en serias dificultades al peronismo neuquino. Al gobierno neuquino saltaron destacadas figuras como la diputada nacional Tanya Bertoldi, con el esquema de Centenario detrás, al igual que el presidente del PJ de la capital, Marcelo Zúñiga, otro de los dirigentes que trabaja para sumar justicialistas al gobierno provincial. A la lista se le sumaron Ana Servidio, otrora concejala capitalina y subsecretaria del Consejo de Planificación y Acción para el Desarrollo (Copade) y la exintendenta de Zapala, figura del Frente Grande, Soledad Martínez, que hoy conduce el ministerio de Educación.
Ese antecedente motoriza a los díscolos con la conducción pejotista a promover una boleta en tiempo de internas, a la espera de que venza el mandato de Darío Martínez al frente del consejo partidario. El exsecretario de Energía se muestra como la voz opositora a Figueroa más resonante en la Legislatura y pretende aumentar el discurso crítico para instalarse como candidato.
Fueron los embates de la bancada peronista los que reavivaron las diferencias entre antiguos socios. En sintonía con Martínez, el legislador provincial Darío “Pampa” Peralta, el diputado Pablo Todero y hasta la senadora Silvia Sapag se mostraron en diversas localidades en búsqueda de masa crítica para la elección de medio término que se aproxima. En encuentro con militantes, se encargaron de unificar críticas al presidente Javier Milei y a Figueroa, al que acusaron de aplicar similares políticas en la Patagonia.
Como explicó Letra P, Martínez tiene decidido competir por una banca en el Senado y delegó en laderos de la capital provincial la conformación de un partido blue que le sirva para gambetear la presión de otras figuras emblemáticas del espacio como el senador Oscar Parrilli, quien impulsaría a su hija Lorena Parrilli.
Las bancas de Sapag, Parrilli padre y Lucila Crexell se renuevan el año entrante en la cámara alta. También la de Bertoldi, Pablo Cervi (UCR-Evolución) y Osvaldo Llancafilo, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), en la cámara baja.
Bertoldi, que tiene un cargo en el organigrama provincial salió a convocar al panperonismo. Lo hizo con críticas a Martínez, del que se distanció en 2023. La diputada controla la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo (Upefe), dependiente de la Jefatura de Gabinete neuquina.
“Es hora de que el PJ salga no sólo a hablarnos entre nosotros, sino a abrir el debate y la discusión. Las internas son bienvenidas, porque generan un dinamismo necesario y para plantear qué provincia queremos, qué peronismo queremos”, dijo la joven dirigente en la radio del diario Río Negro.
“Tenemos diferencias (con Darío Martínez). Esperemos que convoque, que se abra y que nos se elijan candidatos a dedo”, dijo Bertoldi respecto de la interna partidaria. “Muchos ponen palos en la rueda y quieren debilitar al gobierno de Figueroa”, se quejó.
Camino a 2025, la tensión se traslada al Congreso del PJ. Allí se definirá el rumbo de un partido que nunca pudo ser gobierno en la provincia que gobernó siempre el MPN hasta que se conformó el frente Neuquinizate en 2023. El desenlace es incierto, porque ningún sector tiene los dos tercios asegurados para imponerse.