Fue separada del cargo y quedó al borde de la destitución. Denuncias y pasado envuelto en polémica. La interna como método de ascenso.
Gloria Ruiz y un futuro incierto en Neuquén.
El embate que recibió en la Legislatura la suspendida vicegobernadora de Neuquén, Gloria Ruiz, es el reflejo de una carrera de ascenso frenético seguido por una caída sin precedentes. Desde una incipiente actividad política en Plottier, donde llegó a ser intendenta, a padecer sin escalas un proceso de destitución y quedar enfrentada al gobernador Rolando Figueroa.
Las denuncias que expusieron a su entorno, principalmente a su hermano Pablo Ruiz, hasta hace muy poco titular de La Casa de las Leyes (CLL), eyectaron a la vicegobernadora del parlamento. Entre acusaciones a Figueroa por persecución política, Ruiz promete batallar en la Justicia, aunque ya sabiéndose afuera. Mientras, en el palacio legislativo ya se eligieron autoridades de la comisión que la investigará.
En un último intento de utilizar su relación con sectores libertarios, cercanos a la vicepresidenta Victoria Villarruel, Ruiz afronta lo que parece inevitable: un final atravesado por problemas judiciales, al igual que dificultades de reconstruir su proyecto político.
Ruiz reseteó por completo el equipo que la llevó a ser compañera de fórmula de Figueroa y que conformó el variopinto frente Neuquinizate en 2023. La exitosa jugada electoral no enterró las aspiraciones y la intentona de independencia de la dirigente que moldeó su trayectoria institucional a partir de la ruptura.
El salto a la trascendencia neuquina se dio como intendenta. Ganó gracias a su mentor, Andrés Peressini, que había logrado imponerse en Plottier con el partido Siempre, como un amigo incondicional al Movimiento Popular Neuquino (MPN). Aquel parentesco la definió como opositora acérrima al partido del mapita neuquino y la acercó a Figueroa, que por entonces era diputado.
La posibilidad de desbancar al sector Azul del MPN, que creó el exgobernador Jorge Sapag, y al que sumó a Omar Gutiérrez, estaba al alcance. Los factores coincidieron para que Rolo diera el golpe, barriendo así con más de seis décadas de hegemonía emepenista. Como parte del acuerdo, Ruiz alcanzó un rol estratégico que le valió roces con todo el esquema de gobierno.
Con todo, el arribo a las grandes ligas de la política neuquina modificó el entorno que la acompañó, en una sensible giro en la asesoría: incluyó a un cuestionado operador, Leonardo Boela, que fue candidato a intendente en Río Negro, y a varios familiares que coparon los espacios en la Legislatura. La contratación de la esposa de su vocero fue parte de los argumentos por la que se la suspendió del cargo.
Las diferencias de criterios se profundizaron en los últimos meses. Mientras Figueroa batía el parche de la austeridad, Ruiz se sacaba chispas con las espadas legislativas del oficialismo en materia presupuestaria.
Así, originó una de las tantas crisis para que le aprobaran gastos discrecionales por más de 6.500 millones de pesos. Eso fastidió a todo el arco político, que había acompañado varios de los proyectos ideados para enfrentar la crisis imperante.
La última exposición de la fractura, previa a la suspensión, se dio por la negociación de las erogaciones para el período 2025. La conformación de un fondo anticíclico, impulsado por el bloque del MPN, desató la furia de la vicegobernadora.
La tensión fue escalando con las denuncias de nepotismo y corrupción que salpicaban a familiares y colaboradores directos. Una investigación publicada por el diario Río Negro certificaba la presencia de su esposo y parientes en la plantilla legislativa, antes de que se conocieran las denuncias de un supuesto desvío de fondos para plazos fijos de su hermano.
Los allanamientos originados por la alerta que dio el Banco Provincia del Neuquén (BPN) desataron el escándalo. La bola de nieve que se originó llegó hasta la conformación de una comisión que juzgará, como lo marca la Constitución provincial, su posible “inhabilidad moral” de ejercer el cargo que obtuvo a través del voto popular.
Ruiz, antes de su final, trató de obtener el respaldo de sectores libertarios. En una suerte de espejo inquietante, recibió a la vicepresidenta Victoria Villarruel, también enfrentada con su excompañero de fórmula, el presidente Javier Milei, y profundizó el contacto con la diputada Nadia Márquez, otra integrante de Neuquinizate que se distanció de Figueroa en el último tiempo.
Nada de esas relaciones le alcanzó para sostenerse en el cargo. Este jueves, la comisión que la investiga eligió a sus autoridades, avanzó en el llamado al funcionariado involucrado y entrelazó datos con el Ministerio Público Fiscal, el BPN, la Fiscalía de Estado y el tribunal de cuentas, entre otras dependencias del Estado neuquino.
"Llevaré a los tribunales este avasallamiento. Esto pone en riesgo la estabilidad institucional de Neuquén, no sean cómplices de la persecución política". Con esa frase se despidió de la última sesión, que puede ser la última en su turbulenta historia política.