En la Casa Rosada cayó muy mal la decisión de Jorge Macri de separar las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires de las nacionales. Lo toman como una declaración de guerra que obtura la posibilidad de alcanzar un acuerdo electoral. Sin embargo, se muestran confiados en hacer una buena elección a partir de una estrategia a dos puntas: apurar la instalación de la marca que creó Karina Milei y nacionalizar los comicios porteños.
Con la jugada -adelantada por Letra P a principios de semana y formalizada este viernes-, Mauricio Macri busca justamente todo lo contrario, es decir, porteñizar los comicios en un intento por poner a salvo el bastión que el PRO gobierna desde 2007 y que ve amenazado por la avanzada libertaria.
La decisión de los Macri llega tras la advertencia de Javier Milei, quien avisó que el PRO y LLA debían ir juntos en todos lados o separados. En rigor era un pedido que hacía el expresidente hace algunas semanas, pero prefería dar algún tipo de definición electoral recién al filo del cierre de listas y no ahora.
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Según le dicen a Letra P fuentes del entorno presidencial, Milei cree que el PRO está terminado y deshecha un acuerdo de cúpula con el expresidente. Opta por ir cooptando a macristas que comienzan a pintarse de violeta. Karina Milei y Santiago Caputo, las otras dos patas del triángulo de hierro de Balcarce 50, están convencidos del éxito de esa estrategia, para la que tienen en Patricia Bullrich una aliada clave.
Con todo, en ese círculo íntimo del Presidente se menciona una última oferta al expresidente: dos diputados por la Ciudad de Buenos Aires, cinco por la provincia de Buenos Aires y ver caso por caso en las demás jurisdicciones en las que el partido amarillo tiene escasa presencia, con excepción de Entre Ríos y Chubut. “La oferta es electoral, no para integrar el gabinete, eso no va a ocurrir nunca”, comentó a este medio alguien con despacho en la Casa Rosada.
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La Casa Rosada busca consolidar a LLA
En un intento por desestimar la maniobra de los Macri, en la cúpula libertaria apelan a los últimos antecedentes electorales en territorio porteño: en 2023, un desconocido Ramiro Marra, con una campaña austera concentrada sólo en redes sociales y medios de comunicación, sacó el 13,8% de los votos, que le permitió al partido consolidarse -para aquel momento- como la tercera fuerza y tener una presencia relevante en la Legislatura, arguyen. “Hoy estamos segundos y creciendo. Lo que importa es la marca, porque la marca es Milei”, razonó ante Letra P un funcionario al que el Presidente escucha con atención.
La encargada de consolidar la marca LLA es la secretaria general de la Presidencia. Lo viene haciendo que distintos movimientos, interpretados como un doble juego político: hacia afuera del espacio, al plantarse ante los Macri en el kilómetro cero del partido amarillo; y hacia adentro, al dejar en claro que la única lapicera que escribirá la estrategia electoral y las listas será la de ella.
El Jefe tiene guardado bajo siete llaves los nombres de los posibles candidatos y candidatas para disputarle el poder al aparato del PRO, aunque en la Casa Rosada saben que será más determinante para un posible triunfo llevar adelante una estrategia de nacionalización de los comicios locales, en las que no haya dudas de que el sello libertario se asocie directamente a los Milei.
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Por ahora, los dos únicos nombres que se filtraron para competir en la Ciudad de Buenos Aires son Manuel Adorni y Patricia Bullrich. Sin embargo, siempre fueron analizados para integrar una lista de candidaturas para el Congreso y no para la Legislatura. De ahí que algunos no descartan que Karina Milei decida seleccionar a algunos de los influencers que trabajan en el Salón Martín Fierro para jugar ese partido. “Poner a Adorni o a Bullrich en la boleta de legisladores es bajarles el precio”, comentan.
La pelea por el Congreso, prioridad
En La Libertad Avanza se esfuerzan por dejar claro que la prioridad sigue siendo la contienda nacional. El jefe de Estado ordenó a su tropa hacer todo lo posible para teñir de violeta el Congreso. Quiere ganar 43 bancas de Diputados y 15 en el Senado para sumar a las 39 y 6 que tiene, respectivamente.
En el bolillero de funcionarios había salido primero el vocero presidencial para competir por la Ciudad de Buenos Aires, por su altos niveles de conocimiento en la población y la fuerte instalación en las redes sociales que consiguió desde el atril de sus conferencias matutinas. El jueves, al ser consultado sobre una posible candidatura suya, Adorni respondió: “Si el Presidente me lo pide, por supuesto” que sí.
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Victoria Villarruel, en una de sus últimas visitas a la Casa Rosada.
El funcionario es la principal sombra de El Jefe, a quien acompaña a prácticamente todas sus actividades, por lo que su pase al ámbito legislativo también sería leído en el ecosistema libertario como una intervención de la hermana del Presidente en el Senado, que controla la excomulgada Victoria Villarruel. Por eso, de cumplirse esta profecía, hay quienes no descartan que Adorni sea el elegido para reemplazar a Bartolomé Abdala -otro de los señalados por el gobierno- como presidente provisional de la cámara alta, tercero en la línea de sucesión presidencial.
El caso de la ministra de Seguridad es completamente opuesto. Bullrich no quiere saber nada con volver al ámbito legislativo y menos con enfrentarse a una posible candidatura del expresidente en la Ciudad. A su entorno político le repite que está cómoda en el Ejecutivo y que sueña con cerrar su carrera política como vicepresidenta de un eventual segundo mandato de Milei.
