Recibirá a los mandatarios de Salta, Catamarca, Tucumán y Misiones. Quiere reforzar el armado territorial y garantizarse un tercio de los votos en Congreso.
Javier Milei, al frente de una cena junto a diputados.
Para frenar la avanzada de la oposición que busca modificar la ley de los DNU, el presidente Javier Milei volverá a ponerse al frente de la rosca política este lunes cuando reciba en la Quinta de Olivos a cuatro gobernadores peronistas, que fueron clave en el Congreso para mantener el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
El jefe de Estado inivitó a cenar a los mandatarios Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones). Todos ellos ya habían dado muestras de acercamiento a la Casa Rosada, al ponderar la Ley Bases y otras políticas del gobierno libertario, mientras se muestran cada vez más alejados del armado del Frente de Todos.
A diferencia del asado en la quinta presidencial, que se realizó el 17 de septiembre pasado, esta vez Milei estará acompañado por una comitiva oficialista mucho más reducida. A su lado se sentará la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, que está al frente del armado político de La Libertad Avanza; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que circunscribe su influencia a agendas netamente institucionales; y el vicejefe de Gabinete de Interior, Lisandro Catalán, el hombre que tiene la orden del entorno presidencial de ir a persuadir a dirigentes peronistas desencantados del kirchnerismo de sumarse a las fuerzas del cielo.
El encuentro, que se llevará adelante desde las 21, tendrá para el oficialismo un objetivo legislativo inmediato: el de evitar que la oposición más intransigente como la del Partido Justicialista avance con una modificación a ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), que el jefe de Estado utiliza de manera regular. Ese es uno de los temas que más preocupa a La Libertad Avanza. De hecho, fue central en la agenda del lunes pasado con diputados y diputadas del PRO.
En Balcarce 50 quieren avanzar también con los debates por el Presupuesto 2025 y la Ley Hojarasca. Sin embargo, la lectura política de la reunión incluirá la necesidad de los libertarios de tender puentes con sectores del peronismo, que contribuyan a ampliar la base electoral de LLA y soñar con un Congreso más amigable en 2025.
La cena les permitirá a los dos sectores afianzar el vínculo que comenzaron a forjar hace tan sólo unas semanas, y a dar los primer mensajes de acercamiento político, sobre todo en un momento en el que el PJ se debate de manera interna entre la conducción de Cristina Fernández de Kirchner y Ricardo Quintela.
No es la primera vez que el Presidente deja de lado su intransigencia política pública y se mete de lleno en el barro de la política. Lo hizo cuando le pidió a Jaldo que organizara parte del acto por el 9 de Julio en su provincia, donde se firmó el Pacto de Mayo.
Desde hace unas semanas, con el aval de su hermana, el mileísmo comenzó a construir un gran acuerdo político electoral en la provincia de Buenos Aires, no sólo la jurisdicción más grande del país, sino también la cuna del kirchnerismo, en la que la figura de la expresidenta se hace fuerte gracias al respaldo de buena parte de los intendentes del conurbano.
Por eso, LLA reforzó sus diálogos con el PRO, un sector de la UCR e, incluso, del peronismo inorgánico en el territorio bonaerense. De hecho, el jueves pasado el diputado Diego Santilli tuvo una extensa reunión con el secretario de Gestión Institucional, Eduardo Lule Menem, que oficia en las sombras como el principal armador del karinismo.