Unión por la Patria consiguió este jueves aprobar la expulsión del senador de Provincias Unidas, Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por haber querido ingresar con 200 mil dólares sin declarar. Fue clave el apoyo de la mayoría de los bloques UCR y PRO, que desistieron de la iniciativa que habían firmado para suspender al entrerriano, avalada por Victoria Villarruel.
Con los dos tercios asegurados para la expulsión, el salteño Juan Carlos Romero, que integra el bloque de Kueider, pidió un cuarto intermedio para intentar cambiar la historia junto al jefe del oficialismo Ezequiel Atauche, pero fue en vano. La remoción tuvo 60 votos a favor, 6 negativos y 1 abstención.
Sólo se opusieron Maximiliano Abad (UCR), Martín Goerling, Andrea Cristina, Alfredo De Angeli y Carmen Álvarez Rivero (PRO) y Carlos Espínola (jefe de PU). Romero se abstuvo. Kueider, que asumió por el Frente de Todos en 2019 pero era un aliado del oficialismo, será reemplazado por Stefanía Cora, de La Cámpora. UP tendrá 34 miembros, a sólo tres de la mayoría simple. LLA, sin ayuda del peronismo, podrá aspirar a un techo de 37 votos, lo justo para el cuórum. Si hubiera prosperado la suspensión, la butaca de Kueider hubiera quedado vacía hasta diciembre de 2025. "Queremos las bancas que nos robaron, por plata", denunció el jefe de UP, José Mayans.
Como explicó Letra P, UP jugó a todo o nada a la expulsión: si no prosperaba, tenía decidido no avalar la suspensión y denunciar al resto del recinto de ser cómplice de la corrupción. Kueider había pedido la de máxima: una licencia hasta que se aclare su situación judicial en Paraguay. Cuando vio que se quedaba sin respaldo, desde su prisión domiciliaria, hizo una entrevista a La Nación para pedir que no le quiten la banca. No lo logró.
La salida de Edgardo Kueider
Hasta ese miércoles, en la UCR y el PRO estaban dispuestos a confrontar con UP para no expulsar a Kueider, pero desistieron cuando supieron del pedido de desafuero y detención al entrerriano realizado por Sandra Arroyo Salgado, anunciado poco antes de las sesión. Si el senador no era expulsado, el oficio de la jueza se habría tenido que tratar la semana próxima.
También pesó en el cambio de postura de los dialoguistas la entrevista que brindó Javier Milei en el streaming Carajo, del Gordo Dan, donde dijo que Kueider debía ser echado "a patadas" del recinto. La frase del presidente alteró los ánimos en el radicalismo. "Es un aliado de él y no lo defiende. No lo vamos a proteger nosotros", se escuchó en una reunión del bloque presidido por el correntino Eduardo Vischi, a unos minutos de abrirse el recinto.
Con la noticia del pedio de desafuero, en la previa de la sesión el jefe del PRO Luis Juez, intentó convencer a Villarruel de cambiar de postura y no lo logró. La vice se resistió y tuvieron una fuere discusión. Aseguró que el oficio de Arroyo Salgado sólo le había llegado por mail y no podía considerarse notificada. Aun así, envió el personal de seguridad a fajar las oficinas del entrerriano en el edificio anexo y evitar que nadie se acerque al despacho que ocupaba el palacio. "Es una orden", repetían los custodios ante los cronistas que querían mirar la chapa del senador detenido.
Juez no aceptó las excusas e ignoró un comunicado del consejo de su partido que proponía la suspensión. "La única manera de defender mi honor es con la expulsión", sostuvo el cordobés en su discurso de cierre, cuando las cartas estaban echadas. El jefe del PRO fue quien destrabó la sesión, cuando el martes anunció que daría cuórum. Su postura derivó en el proyecto para suspender a Kueider, que firmó junto a Atauche y Pablo Blanco (UCR), pero ni llegó a consuderarse. "Voy a cambiar. Voy a votar la expulsión", dijo el fueguino.
La caída final
Durante el debate, la suspensión sólo fue defendida por el oficialismo y Provincias Unidas, el bloque que integraba Kueider. "El artículo 66 de la Constitución dice que ante la inhabilidad moral puede caber la suspensión", sostuvo el libertario Bartolomé Abdala, presidente provisional.
Espínola pidió escuchar a su excompañero. "Nuestro bloque envió una nota a Cancillería para saber cuál es la situación procesal. Kueider tiene derecho a defensa. Si hay que echarlo lo vamos a echar", sostuvo el exmedallista olímpico.
Los dialoguistas fueron desmarcándose del proyecto de suspensión que había avalado hasta el miércoles. Guadalupe Tagliafferri, cercana a Horacio Rodríguez Larreta, fue la primera en anticipar que votaría para echar a su colega y le pidió UP que si la expulsión no prosperaba, aceptaran la suspensión.
"El kirchnerismo finge demencia de que el senador Kueider fue en la boleta con Cristina (Fernández de Kirchner). Como si los únicos viajes del senador hubiesen sido en el transcurso de este año", sostuvo la porteña. "La banca vuelve a su origen: como votó la gente en 2019", respondió Oscar Parrilli, de UP.
Mayans habló sin vueltas de coimas para pagar la ley Bases. "El día de la ley Bases, a las 10 de la mañana, Kueider me dijo que votaba con nosotros. A las 11 votaba con ustedes. ¿Qué le dieron en el medio? Se compraron votos a cara descubierta y armaron una bandita para vender su voto. ¿Cuál fue el premio? La Comisión de Asuntos Constitucionales", dijo el formoseño.
Su compañera, Anabel Fernández Sagasti, se había burlado de Kueider por haber sido detenido en Paraguay. "Si es corrupto, expúlsenlo como a una rata. Se los digo como peronista", increpó.
El oficialismo no ocultó su intención de protegerlo, siempre con la intención de no perder una banca. "Un día ese voto nos puede doler", explican cerca de la vice.
Romero pidió cuatro intermedio y Atauche suspendió su discurso de cierre para ir a negociar detrás de las cortinas. Villarruel participó de las gestiones fallidas para que prospere la suspensión. La negociación duró una hora y UP amagó con reiniciar la sesión de prepo: Silvia Sapag ocupó el estrado, por ser una de las vicepresidentas y pidió loguearse para votar.
La corrió Abdala para retomar la sesión. Atauche "No somos los indicados para decir quien cometió el delito. Lo mejor era esperar a la justicia", sostuvo el jujeño y se paseó por las bancas hasta un minuto antes de votar, con la esperanza de torcer la historia. "Hubiera querido la suspensión, pero como se logró, votamos la expulsión", anunció. Un segundo antes, se lo había ido a explicar a Espínola a su banca.
Como era de esperar, el oficialismo no consiguió los dos tercios para tratar un pedido de expulsión a Parrilli, por sus procesamientos judiciales. Deberá probar en la Comisión de Asuntos Constitucionales, que ya no presidirá Kueider. Quedará a cargo Sandra Mendoza, de UP.