Vencen los mandatos de diputados que ingresaron por Juntos por el Cambio y se aliaron con Javier Milei. La Neo Renovación y el peronismo que no quiere CFK.
Carlos Rovira, jefe político del oficialismo en Misiones, junto al exgobernador Oscar Herrera Ahuad y el gobernador Hugo Passalacqua.
En las elecciones legislativas 2025, Misiones renueva tres bancas en la Cámara de Diputados. Se trata de una provincia que La Libertad Avanza mira con atención ya que cuenta como propias dos de esas tres butacas. La renovación de Carlos Rovira se juega un escaño que también delimitará su poder de negociación con Javier Milei.
Esta nota forma parte de una producción especial de Letra P pensada para confeccionar el mapa federal de los comicios de medio término, bajo la premisa de que cada provincia es un mundo y de que en cada distrito el tablero político cobra una fisonomía particular que desarma el esquema de fuerzas de la política nacional.
En Misiones, además, se pondrán en juego la mitad de las bancas de la Cámara de Representantes. De las 20 a definir, 11 pertenecen al oficialista Frente Renovador de la Concordia.
Además de revalidar su poderío local que ya lleva un cuarto de siglo en el poder, el rovirismo pone en juego parte de su capacidad de diálogo con la Casa Rosada. Desde el comienzo de la gestión libertaria, la estrategia del oficialismo provincial estuvo basada en un acercamiento constante que incluyó el acompañamiento, o la eventual abstención, en proyectos clave para la gestión.
Por esa razón, a pesar de haber militado la boleta de Sergio Massa, los diputados misioneros se integraron al bloque dialoguista Innovación Federal, que compartió estrategias junto con los representantes que responden al oficialismo de Salta y Río Negro.
De esas cuatro bancas, sólo una arriegará su continuidad: la del exintendente de Oberá Carlos Alberto Fernández. El médico que llegó a la política de la mano del propio Rovira podría aspirar a ser reelecto, aunque la estrategia final estará definida por el líder del espacio que también debe sortear los desafíos que le impone el recambio generacional que exige el espacio.
Con nombres que se repiten desde hace 25 años, Rovira es consciente de ese proceso y hace ya tiempo que habilitó el juego a los más jóvenes, que tienen a su cargo el refresh necesario para uno de los movimientos políticos más importantes del Norte Grande. En Misiones le dicen Neo Renovación y su principal referente es el vicegobernador más joven del país, Lucas Romero Spinelli.
De la alianza que todavía existe entre la UCR y el PRO se destacan las fugas al mileísmo, en sus diferentes variantes. Las dos bancas que ingresaron desde la boleta cambiemita en 2021 hoy juegan abiertamente a favor del Presidente y ambas deberán renovarse en las elecciones de octubre.
Una de ellas es la del radical con peluca Martín Arjol, que fue el último candidato a gobernador de la oposición en la provincia. Si bien depende de la estrategia nacional, Arjol parece decidido a acompañar al mileísmo más allá de las consecuencias que eso pueda traer aparejado. Si fue expulsado de la UCR por sus votos en la cámara baja, el titular de la bancada, Rodrigo de Loredo, le confirmó su apoyo en más de una oportunidad y hasta lo acompañó a la reunión de fin de año en el despacho presidencial.
Ese contexto posiciona a Arjol como uno de los referentes del espacio que podría volver a pelear por la gobernación en 2027, por lo que 2025 sería una buena ocasión para recorrer la provincia y, como se dice en la jerga, probarse.
Aunque las necesidades locales eviten la implosión, Arjol tiene una interna que puede amenazar sus aspiraciones conforme al humor social y los reacomodamientos electorales. Ariel Pianessi, titular del bloque radical en la Legislatura, está alineado con Martín Lousteau y poca gracia le hace el apego a las posiciones presidenciales.
La otra banca que llegó desde la boleta de Juntos por el Cambio es la de Florencia Klipauka, que ya forma parte del bloque de La Libertad Avanza. La diputada es parte de Activar, el espacio provincial que conduce Pedro Puerta, cuyas acciones se derrumbaron luego del escándalo protagonizado por el diputado provincial Germán Kiczka, detenido por tráfico de material de abuso sexual infantil.
En la foto final de la alianza queda el PRO, que no pone en juego bancas en el Congreso, pero tiene allí dos escaños que forman parte de los espacios aliados del oficialismo: Martin Goerling en el Senado y Emanuel Bianchetti en Diputados.
Los libertarios saben que la oposición en Misiones necesita sumarlos a un armado amplio si es que realmente quiere tener posibilidades de enfrentar al rovirismo con alguna chance victoriosa. Por eso, luego de un proceso demasiado complejo, finalmente lograron acomodar el tablero para presentar un espacio conformado con representantes “puros”. O al menos que así parezca.
El elegido para llevarlo a cabo es Adrián Nuñez, abogado que llegó al espacio de la mano de Lule Menem y que expone un currículum que amontona años en la función pública misionera. Pasó por municipios, recintos legisaltivos y hasta por gobiernos provinciales de la renovación, aunque de un lado y del otro aseguran que hoy el vínculo es inexistente.
Más allá de las posibles alianzas y los potenciales actores que deseen sumarse a las filas anarcocapitalistas, en ese armado empiezan a surgir nombres que podría aparecer en algunas de las listas de octubre. Bárbara Samantha Stekler, vicepresidenta del partido, es una de ellas. De la estructura armada por Karina Milei y Martín Menem también se desprenden Cecilia Anabel Comparín, Martín Borzi, Julieta Robledo y Walter Báez.
Misiones es una de las tierras más complicadas para la flamante presidenta del PJ. Sucede que el justicialismo provincial está atado al armado de la renovación y desde allí comparte un posicionamiento que la propia expresidenta cuestionó en más de una oportunidad.
El último de los apuntados fue al secretario general del Partido Justicialista misionero y diputado, Alberto Arrúa, que había adelantado que votaría en contra del veto de la Ley de Finaciamiento Universitario, pero terminó absteniéndose como parte de la estrategia misionerista en el Congreso. Un caso de “verdadero transfuguismo político”, dijo entonces CFK.
El PJ provincial había apoyado la candidatura de Ricardo Quintela para la interna y la dos veces presidenta ahora tiene que lidiar con una situación en la que su idea de ir con todo contra Milei se contrapone con la postura asumida por la dirigencia local.
A finales de 2024, Oscar Parrilli viajó a la provincia y fue recibido por la exdiputada Cristina Britez, que es uno de los nombres que podría ponerse en juego si es que el kirchnerismo apuesta por una lista que se despegue del rovirismo.
En Misiones no hay todavía un armado que responda al espacio que comandan Juan Schiaretti y Florencio Randazzo a nivel nacional.
En las elecciones 2023, la candidatura presidencial del cordobés fue acompañada por el empresario Abel Motte, aunque en este 2025 esa proyección se encuentra con la dificultad propia de los distritos en la que la expresión peronista mayoritaria está alejada del kircherismo y las expresiones provinciales de corte transversal expresan posiciones más afianzadas.
El Frente de Izquierda peleará por llegar a la Cámara de Representantes de la provincia. La representación mayoritaria del espacio en el distrito se encolumna detrás del Partido Obrero, que fue el sello con el que participó en las elecciones provinciales 2023.
Tuvieron una activa participación en la revuelta que involucró a docentes, policías y trabajadores estatales a comienzos de año y tienen una importante participación en los reclamos populares contra el rovirismo, a quien pegan directamente al ajuste de Milei. El sector yerbatero es otro de los espacios en los que la militancia de izquierda pelea por aumentar su incidencia.
Las docentes Lorenza Villanueva y Eduardo Cantero fue la fórmula que le peleó la gobernación a Passalacqua en 2023 y obtuvo el 1,21% de los votos.