La provincia que el radicalismo gobierna desde 2001 quedó en la mira de todo el país. Gustavo Valdés, Ricardo Colombi, la oposición y un gobierno en jaque.
Quién es quién en Corrientes: Luis Eduardo Rey Vázquez, Camau Espinola, Gustavo Valdés, Ricardo Colombi, , Lisandro Almirón, y Arnaldo Molina.
El radical Gustavo Valdés gobierna Corrientes desde 2017, cuando sucedió a Ricardo Colombi, que había alternado poder con su primo Arturo. Antes, los Romero Feris habían controlado el territorio desde 1983. El sistema político de la provincia cruje ahora ante los medios de alcance nacional, que cubren minuto a minuto el drama de Loan, el niño de cinco años que desapareció el 13 de junio.
En esta nota, una guía para entender quién es quién en un dispositivo de poder que sigue patrones conocidos en la Argentina profunda.
José Antonio y Raúl Romero Feris, “Pocho” y "Tato" para la política correntina, son hermanos. Ambos fueron gobernadores. El primero fue el que inauguró el ciclo democrático, gobernando entre 1983 y 1987. Para hacerlo fue uno de los principales artífices del relanzamiento del Pacto Autonomista Liberal nacido en la década del 60.
José Antonio Romero Feris fue senador desde el '87 hasta 2001 y desde su banca siguió ejerciendo su influencia en la vida provincial y nacional. En la última elección, tras un acuerdo con el cordobés Juan Schiaretti, fue elegido para ocupar una banca en el Parlasur.
El tío de los Romero Feris, Julio Romero, fue el último gobernador correntino antes del golpe de Estado de 1976. De origen en el radicalismo antipersonalista, se sumó al justicialismo durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón y llegó a ser uno de los hombres más cercanos al tres veces presidente de la Nación. De hecho, formó parte de la comitiva que acompañó a Perón en su primer regreso al país en noviembre de 1972. Meses más tarde fue elegido gobernador por el 75% de los votos.
Del otro lado de la familia, otro tío de los Romero Feris llegó al Ejecutivo provincial. Se trata de Gabriel Feris, que fue el vice de Ricardo Guillermo Leconte, el gobernador liberal que sucedió al “Pocho” en 1987.
“Tato” es el menor de los Romero Feris. Fue intendente de la capital y gobernó la provincia entre 1993 y 1997. Luego volvió a ser intendente. Fue destituido por la intervención federal de 1999. Inahbilitado para ejercer cargos públicos por un fallo judicial que lo condenó en 2015, actualmente sigue ligado a la actividad pública como empresario.
Como su padre, que había sido fundador de El Litoral, el primer diario de la historia de Corrientes, hoy posee un par de medios con gran alcance en la provincia.
Ricardo Colombi fue el hombre que lideró el regreso del radicalismo a la gobernación de Corrientes. Militante de familia boinablanca, fue intendente de Mercedes entre 1991 y 1999 y actualmente ocupa una banca en el senado provincial.
En 2001, cuando terminó la intervención federal, creó una coalición que con el nombre Frente de Todos unió fuerzas con los sectores liberales y le ganó las elecciones al “Tato” Romero Feris, que buscaba volver a la gobernación. Sin reelección, en 2005 pasó el mando a su primo hermano, Arturo Colombi.
Arturo rápidamente se alineó con la transversalidad propuesta por Néstor Kirchner para empezar a formar parte del denominado “radicalismo K” que tuvo como máximo exponente al mendocino Julio Cobos. Impulsó una reforma electoral que habilitó una reelección y resucitó el Frente de Todos para presentarse nuevamente en 2009.
Allí fue cuando Ricardo creó Encuentro por Corrientes (ECO), aliándose con un grupo de partidos provinciales que incorporó a una buena parte del otrora poderoso Pacto Autonomista Liberal y se impuso en las dos elecciones siguientes, convirtiéndose en el primer gobernador reelecto de la historia de la provincia.
En 2017 dejó el mando bastón en manos de Valdés, con quien ahora se encuentra enfrentado por la conducción del radicalismo correntino y las candidaturas para las elecciones de 2025.
El gobernador se reconoce como un militante radical histórico. Se crió en Ituzaingó, la ciudad que fue gobernada por su padre, Manuel, y ahora por su hermano Juan Pablo, pero ocupó sus primeros cargos públicos en la capital provincial, donde llegó para estudiar abogacía.
Ricardo Colombi lo eligió como ministro de Gobierno de su segundo mandato y en 2013 fue elegido diputado nacional. Desde ese lugar llegó a ocupar un lugar en el Consejo de la Magistratura, pero volvió a la provincia para convertirse en gobernador en 2017.
En medio de la puja interna, los roces con Colombi comenzaron cuando decidió ir por la reelección en 2021. En esa campaña, Valdés creó su sello, Vamos Corrientes, y empezó a distanciarse de sus antecesores a partir de una propuesta que puso a la idea de renovación al frente de los gestos y los discursos, terminó abrazándose con Colombi y desplegó todo el arsenal de campaña que lo convirtieron en el gobernador más votado de la historia de la provincia: ganó con más del 76% de los votos.
No tiene reelección, pero tras un movimiento que desbancó a Colombi de la conducción del Comité Central de la UCR, anticipó que ira por esa silla con el objetivo de incidir directamente en la elección del próximo candidato a la gobernación. Él quiere que sea su hermano, aunque no son pocos los correligionarios y socios políticos que empiezan a fruncir el ceño.
En medio de la interna radical, la oposición correntina se encuentra en reestructuración permanente, con el Partido Justicialista intervenido, que recientemente definió la desafiliación del senador Camau Espínola por el apoyo del exintendente de Corrientes a la ley ómnibus XXS que celebró el gobierno libertario.
En el panperonismo se ubican precisamente los sectores con mayores intenciones de dar el batacazo en 2025 tras un cuarto de siglo de gestiones radicales. El PJ se normalizará el 17 de noviembre, acoplado con las elecciones internas a nivel nacional. Mientras tanto, ya hay dirigencia que camina el territorio pensando en la elección que el año que viene definirá al sucesor de Valdés. Entre los más renombrados aparecen el intendente de Paso de los Libres, Martín “Tincho” Ascua; el de Virasoro, Emiliano Fernández; y el diputado provincial Germán Braillard.
Marcados por la cultura política provincial, casi nadie imagina un esquema de fuerzas puras enfrentándose el año próximo. Mientras se suman otros nombres al lote de aspirantes, como el del dos veces vicegobernador Gustavo Canteros, la irrupción de Javier Milei en la política nacional abre el camino a la experiencia libertaria. Allí, se enumeran los más puros, como el diputado de La Libertad Avanza Lisandro Almirón y algunos sectores hasta ahora aliados al oficialismo, como el que representa el liberal Ricardo Caíto Leconte.
Corrientes es una de las provincias argentinas en las que todavía rige un sistema legislativo bicameral. La Cámara de Diputados tiene 30 integrantes que se renuevan por mitades cada dos años. El Senado tiene 15, que se renuevan de a tercios cada dos años, con mandato de seis.
Hasta la discusión interna de la UCR, el oficialismo contaba con una mayoría apullante. Si se cuentan dentro del mismo barco, los aliados de ECO cuentan con 23 representantes en la Cámara Baja y 11 en el Senado.
Si embargo, en los últimos meses los ruidos llegaron al funcionamiento parlamentario, sobre todo en Diputados, donde el liberal Pedro Cassani preside el cuerpo desde 2009. Esa situación que divide al oficialismo entre aliados históricos de ECO y el radicalismo que responde a Valdés empieza a trabar el normal funcionamiento con fotos de bancas vacías y discusiones parlamentarias que se traban por la falta de acuerdos en el espacio que gobierna la provincia.
Luis Eduardo Rey Vázquez es el nombre de quien, desde diciembre del año pasado, transita su sexto mandato como presidente del Superior Tribunal de Justicia de Corrientes. Es ministro del máximo tribunal provincial desde 2015 y desde 2018 es elegido por sus pares al frente del cuerpo. Lo acompañan hoy Eduardo Gilberto Panseri, Fernando Augusto Niz, Guillermo Horacio Semhan y Alejandro Alberto Chain.
Rey Vázquez es también el presidente del Consejo de la Magistratura provincial, que cada dos años renueva su conformación y se completa con el Fiscal de Estado, un magistrado o integrante del Ministerio Público elegido por votación directa de sus pares, un abogado que posea las mismas condiciones requeridas para ser miembro del Superior Tribunal de Justicia, elegido por votación directa de sus pares a través de sus entidades representativas, y un profesor titular por concurso de la Facultad de Derecho de una universidad pública estatal, elegido por votación directa de sus pares.
César Pedro Sotelo es el nombre del fiscal general de la provincia. Ocupa ese cargo desde 2005, cuando Ricardo Colombi, a quien conoce de sus tiempos como juez de paz de Mercedes, lo propuso para ocupar el cargo.
Desde mediados de 2022, Alberto Arnaldo Molina está a cargo de la Jefatura de la Policía de Corrientes. Llegó allí por una decisión de Valdés, que reemplazó a Félix Barbosa, a quién él mismo había elegido en 2018.
Abogado egresado de la Universidad Nacional del Noredeste (UNNE), Molina es un hombre de vasta experiencia en el cuerpo y, de hecho, antes de asumir como jefe estaba a cargo del área de Planeamiento y Operaciones de la Dirección General de Seguridad y Prevención de la Policía de Corrientes. También fue director de Investigaciones Científicas y Pericias. También dirigió el departamento de Antecedentes Personales.
Junto a los ministros de Seguridad y Justicia, Buenaventura Duarte y Juan José López Desimoni, Molina es uno de los funcionarios con mayor exposición pública desde la desaparición de Loan. Aunque cuenta con el apoyo explícito del gobernador, que lo sentó a su lado durante la conferencia de prensa que tuvo lugar hace un par de semanas, las movilizaciones en las que se empiezan a colar reclamos por la inseguridad en la provincia también lo ponen en la cuerda floja.