Mandan en la Sociedad Rural del rico norte agrícola provincial. Quieren que el gobernador cruce el alambrado y piden la adhesión al RIGI. El jueves, la Expo.
Federico Cobreros y Carlos Matilla, los hombres fuertes del ruralismo del norte próspero de La Pampa, cerraron filas e iniciaron un operativo para que el gobierno peronista de Sergio Ziliotto cruce el alambrado y abra negociaciones con Javier Milei y Toto Caputo.
Críticos del aporte solidario que el mandatario impulsó para paliar la emergencia alimentaria, Cobreros y Matilla presiden dos de las delegaciones de la Sociedad Rural (SRA) del norte agrícola y coinciden en que la provincia debe adherir Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). En ese sentido, Cobreros reclama que Ziliottto envíe el proyecto a la Legislatura “para que lleguen inversiones al negocio petrolero, minero y gasífero”.
“Siempre dicen que soy antiindustria: yo soy pro industria, la industria tiene que crecer en La Pampa, para que el campo deje de ser la única fuente de ingresos”, asegura este licenciado en Economía agraria que en sus redes sociales muestra un apoyo cerrado al gobierno de Milei. Ante la consulta de Letra P, Cobreros ratifica su posición. “El gobierno nacional cree en todos los principios que nosotros defendemos: la libertad, el libre comercio y la propiedad privada”, dice.
Cobreros preside la Sociedad Rural del departamento Quemú Quemú, zona rica y polo agroindustrial. Esa delegación de la SRA es novísima: se formó en 2018, pero ya organiza el discurso de más de 240 productores. En 2020 fueron los más representativos y ruidosos a la hora de oponerse a la prohibición momentánea del uso de agrotóxicos, dispuesta por la provincia tras comprobar malas prácticas en la disposición final de los bidones.
El quemuense se define “90% agrícola y 10% ganadero” y asegura que el campo pampeano reclama que el gobernador se “amigue” con el Presidente. Entusiasmado con el rumbo económico de Caputo, cuenta que a Milei lo conoció por un amigo en común, Gustavo “Lacha” Lazzari, el economista libertario que es hijo de la “ama de casa” más famosa de los ‘90, Lita de Lazzari.
“Lacha me dijo que Milei es honesto, de palabra, que es un tipo que acelera o desacelera, pero que es incapaz de doblar o frenar. Eso a la gente del campo nos gusta”, confía el hombre de 49 años desde su chalet construido íntegramente en chapa negra por especialistas de la comunidad menonita, que está afincada en la zona sur de La Pampa.
Cobreros afirma que en su departamental hay más de 200 productores dispuestos a darle una oportunidad al libertario, aunque en el presupuesto 2025 no asome la eliminación de los derechos de exportación. Por eso, en la última edición de la Rural por el Día de la Ganadería, Cobreros viajó a la capital para invitarlo personalmente a su pueblo.
“Esperamos elijan el far west argentino para algún futuro anuncio: pro producción, pro crecimiento, pro argentina”, publicó en sus redes. Al productor le gusta decir que “La Pampa es Texas” y así lo enfatizó en el almuerzo que compartió con el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, en territorio pampeano.
Opuestas a toda la esperanza que depositan en el plan económico nacional de “estabilidad fiscal”, en el ruralismo pampeano llueven las críticas contra el gobierno provincial. El poder económico norteño le advierte a Ziliotto que “cualquier suba de impuestos le va a traer consecuencias electorales”. Cobreros afirmó que “el electorado no lo votó para eso”.
El 29 de agosto, tras seis meses de disputa entre oficialismo y oposición, la Legislatura amplió el presupuesto 2024 e incrementó las alícuotas por ingresos brutos a los bancos, que pasaron de 7% a 15,7% por los próximos cuatro meses. El Banco Nación ya inició una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema y amenazó con cerrar las sucursales en la provincia. La banca privada promete el mismo camino.
A propósito, Cobreros responsabilizó al gobernador y aseguró que la sucursal de Quemú Quemú es la más importante de la zona. Advirtió que su cierre sería “un golpe a la producción que más ganancias reporta a la provincia”. “Es lógico que el banco defienda su competitividad, a nosotros nos parece bien que el Estado le deje de sacar plata, porque de ese modo los empresarios podemos tener mejor condición frente al crédito”, añadió.
Carlos Matilla, cuarta generación de productores, es el presidente de la Sociedad Rural de General Pico. Coincide con Cobreros y agrega que “fue un gran error de Ziliotto no adherir al Pacto de Mayo. No asistir a una convocatoria de ese estilo suena más partidario que conveniente”.
Al mismo tiempo, está convencido de que su sector debe hacer un esfuerzo, aunque los márgenes y los rindes sean “iguales o peores que los de la campaña pasada”. La sequía y la chicharrita, por el momento, parecen ser peores enemigos que los derechos de exportación.
“El Presidente está generando estabilidad fiscal y es lógico que ahora no pueda quitarnos impuestos”, justificó Matilla que las retenciones sigan firmes y agregó que “una devaluación sería un grave problema". "Impacta directamente en la inflación y eso es aumento de precios para nosotros”, explicó.
En esa lógica, Matilla apuesta a que Milei avance con la “desregulación total de la economía, porque eso también baja costos”. El dirigente considera que “si hoy nos bajan los impuestos, vamos a desfinanciar al Estado nacional y nosotros queremos estabilidad y que no haya emisión monetaria”.
Matilla asevera que en la Rural del fin de semana pasado, la ministra de Producción, Fernanda González, coincidió con él en la necesidad de bajar el gasto público provincial, aunque advirtió diferencias en los puntos de vista. Según el productor, la puja por la coparticipación se explica con la máxima libertaria: “no hay plata”. Actualmente Ziliotto denuncia una deuda de la Nación de más de $60 mil millones, que ascendería a $100 mil millones a fin de año.
“La provincia de La Pampa tiene 80 mil empleados públicos para hacer política. Mucha discrecionalidad para gastar. Hay 150 mil empleados registrados, de los cuales 80 mil son públicos”, se queja el piquense. Mientras, reclama ajuste: “el Estado provincial debe ser más austero con sus gastos”.
Consultado acerca de esta afirmación, el secretario de Trabajo de La Pampa, Marcelo Pedehontaá, afirmó a Letra P que, tras la pérdida de 2.000 puestos formales en los últimos nueve meses, el empleo privado registrado incluye a 90.781 personas en La Pampa, mientras que el empleo público es de 35.602 agentes entre provincia y municipios de todo el territorio.
Por otro lado, Matilla señala su disgusto por la participación que tiene su sector en los fondos provinciales. “El presupuesto de la provincia para la emergencia agropecuaria es irrisorio. Sólo nos posponen impuestos. Creo que dentro del presupuesto tenemos una participación muy baja y se les da prioridad a otros rubros. A nosotros nos dan apenas 1,5% del total, cuando somos el sector productivo más importante de la provincia. Esa es la importancia que nos dan”, dijo a Letra P.
El eco de las palabras de Matilla quizá resuenen durante la semana. Este jueves arranca la muestra de la Sociedad Rural en Santa Rosa: la delegación del centro provincial será la anfitriona de la exposición. Aún no se conoce si el gobernador Ziliotto asistirá al palco a recibir los dardos del campo.