Unidos resolvió votar esta semana la ley de necesidad y pone en apuros al exgobernador, que debe decidir entre su acuerdo con Pullaro y la organicidad al PJ.
Omar Perotti, ante una semana clave. ¿Banca la reforma de Unidos o respeta el acuerdo interno del PJ?
Así como quedaron planteadas las cosas este lunes, la posibilidad de que Santa Fe vote una ley de necesidad de reforma constitucional esta semana depende en gran parte del exgobernador Omar Perotti. El rafaelino quedó en el medio de los intereses de Unidos para Cambiar Santa Fe y el Partido Justicialista. ¿Cómo jugará?
Perotti fue clave para que Unidos consiga, hace doce días, la ley que habilitó la reforma judicial. Con el apoyo del bloque que lidera en Diputados, el exgobernador le dio musculatura a un proyecto de fondo, que posibilitó, entre otras cosas, una Corte Suprema de siete integrantes. Pero el acuerdo del gobernador Maximiliano Pullaro y su antecesor es leído por el grueso de la política santafesina como el primer abrazo de tres.
Nadie del entorno de ambos lo va a salir a confirmar, pero la sospecha es que el pacto se extiende al aval a la ley de necesidad que habilita la reforma constitucional y a la elección de un nombre perottista para la futura Corte.
Por ese motivo mayúsculo, el PJ programó el cónclave de este lunes. Para evitar que el exgobernador siga negociando por la suya y encontrar, en un escenario de crisis aguda, un reconocimiento, una convocatoria, un lugar en el mundo. El rafaelino, sin su presencia, pero con las referencias de su escudería, avaló la decisión del partido.
Como publicó Letra P, el PJ reclamó un llamado formal por parte de Unidos, cosa que no está clara después de la reunión que el oficialismo celebró anoche. El perottismo firmó, junto a La Cámpora, el rossismo, el Movimiento Evita, y otras tribus, el comunicado que habla de “avanzada autoritaria y perpetuación en el poder” de parte de Unidos y Pullaro.
Unidos salió para adelante este lunes y confía conseguir la ley esta semana y votar convencionales constituyentes en 2025, junto a las elecciones locales. Para ello, precisa recolectar 34 votos en Diputados; en Senado ya tiene resueltos los dos tercios que necesita.
En ese marco, el oficialismo necesita de manera imperiosa de los votos del bloque de Perotti. ¿Qué hará el exgobernador? ¿Extender y profundizar el acuerdo con Pullaro? ¿O respetar lo que firmó su espacio y coincidir con tribus con las que comparte poco y nada? Sectores internos que, interpreta, le complicaron su gestión de gobierno.
En un momento bisagra para la política y el peronismo, ¿hay un futuro de unidad entre Perotti y La Cámpora, o entre el perottismo y Agustín Rossi, quien le plantó una interna en 2021? Aún con perfil bajo, aún en un tiempo de reflexión introspectiva, Perotti dio señales hacia dentro del PJ este año.
Primero, su sector eligió no tener un rol central en el andar institucional del partido; luego, movió en soledad desde su bloque, priorizando agendas propias, temas de interés como hidrovía; y mucho más acá en el tiempo, no fue ni mandó emisarios al acto de Cristina Fernández de Kirchner en Rosario.
Una autoridad del PJ, tras el encuentro interno de ayer, deslizó que Perotti podría ser expulsado del partido si finalmente vota la ley de necesidad esta semana, contradiciendo lo resuelto por el partido. ¿Lo preocupará al rafaelino quedar fuera del peronismo en términos formales? ¿Lo inquietará?
Las cartas están echadas sobre la mesa. Luego de vencer la resistencia del socialismo, Unidos quiere votar la ley esta semana. Aún sin los votos del perottismo, puede llegar a los 34, pero sabe que con las manos alzadas del principal sector del PJ alcanzaría un tenor que le daría cuerpo, espalda y volumen al proceso. Perotti tiene un dilema.