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Reforma fiscal: Javier Milei logró la reversión de Ganancias con el apoyo decisivo de Raúl Jalil y la UCR

Hubo negociaciones hasta el final. El gobernador de Catamarca colaboró y el radicalismo apagó una rebelión. Bienes Personales, también adentro.

Si bien la cifra representa siete adhesiones por encima de la mayoría, la sanción estuvo en riesgo por la resistencia a votar de un sector de la UCR, que se negaba a apoyar la reversión del impuesto. Finalmente cedieron.

Bienes personales estuvo más justo: fue sancionado con 134 votos y pudo caerse por una rebelión de la UCR, inesperada hasta el día anterior. El resto del paquete fiscal, con las modificaciones realizadas por el Senado, se aprobó con 144 votos, con respaldo sin fisuras de los dialoguistas (PRO, UCR, HCF, IF y partidos provinciales). No alcanzó los dos tercios el artículo para proponerle al gobierno reducir las excepciones impositivas.

La reversión de Ganancias era el corazón de la reforma fiscal, porque permite aumentar la recaudación de la Nación y es uno de los pedidos del FMI. Consiste en restituir la cuarta categoría del impuesto y bajar los mínimos no imponibles a $1,8 millones para solteros y $2,2 millones para casados, con una actualización semestral por inflación. Se estima que un millón de personas comenzarán a pagar el tributo.

En el Senado está reforma se cayó por el rechazo de los partidos de la Patagonia, donde están los salarios más altos. En la cámara baja, esa región también votó en contra del capítulo, pero tiene una incidencia menor en el recinto.

Ganancias al límite

La reforma de Ganancias casi se queda sin votos por problemas inesperados y una rebelión de la UCR que pudo frenarse a tiempo. Como explicó Letra P, un diputado aliado estuvo cerca de no asistir por problemas personales, lo cual ponía en jaque la matemática ajustada del oficialismo. Más inesperada fue el principio de rebelión de Carolina Piparo: tuvo que intervenir la Casa Rosada para que votara a favor.

Este capítulo se había aprobado en abril con 132 votos, sólo tres más que la mayoría del recinto. Paula Oliveto (Coalición Cívica) cambió la abstención de aquel día por positivo.

La UCR, que en abril había aportado 26 de sus 34 votos, era clave para la definición de este jueves. En la antesala de este jueves hubo radicales que habían puesto en duda su acompañamiento durante una reunión con Francos la noche anterior. Se trata de figuras que son opositoras en sus provincias, que estaban molestas porque sus gobernadores se iban a beneficiar con la reversión de Ganancias, por el aumento de la coparticipación, sin aportar votos.

El grupo lo lideraron Roxana Reyes (Santa Cruz), Pablo Cervi (Neuquén) y los bonaerenses Karina Banfi y Fabio Quetglas. Exigían, de mínima, compromisos de Nación para que los fondos llegaran a los municipios que gobiernan intendentes radicales. Finalmente, Francos logró ablandarlos: Reyes se abstuvo y el resto votó a favor.

A excepción de la bancas de Catamarca, UP se alineó en el rechazo, que alcanzó 116 votos. Lo completaron la izquierda, Ana Romero (PRO) y representantes de partidos patagónicos de Río Negro, Chubut, Neuquén y Santa Cruz, que también aportó una abstención, como la Coalición Cívica (Mónica Frade).

Los patagónicos se hicieron sentir, pero no alcanzaron. El chubutense Jorge Ávila, que integra HCF, lanzó una advertencia: “No le tenemos miedo a la escarcha, no le tenemos miedo al frío y no le tenemos miedo a la muerte, menos vamos a tener miedo de enfrentar a este Gobierno”. Los diputados José Manrique, Hugo Yasky y Sergio Palazzo (UP), de extracción sindical, también advirtieron por posibles movilizaciones.

Bienes Personales, con fórceps

La mayor sorpresa es que estuvo cerca de caerse la reforma del impuesto a los Bienes Personales, que va en sentido contrario a la de Ganancias: sube los mínimos imponibles (a 100 millones y a 350 para viviendas familiares) y crea un plan de pago a cinco años, para dar estabilidad fiscal los próximos diez. El Gobierno quiere este beneficio como incentivo para el blanqueo, otro de los capítulos de la reforma fiscal.

Si bien la reforma de Bienes Personales había tenido 142 votos en abril, en horas previas a esta sesión empezaron a torcerse aliados que tuvo ese día el oficialismo. Seis radicales no quisieron acompañarla: Facundo Manes, Marcela Coli, Fernando Carbajal, Mariela Coletta, Danya Tavela, Carla Carrizo y Pablo Juliano.

Este grupo había votado el capítulo en abril y justificó su conversión en el rechazo que tuvo del Senado. Hasta el martes, había un pedido del gobernador cordobés, Martín Llaryora, de votar en contra, para evitar una merma de recursos en las provincias. Si lo seguían sus colegas, el capítulo se hubiera caído.

El resto de la reforma fiscal se sancionó con las modificaciones del Senado. En el blanqueo, que estará vigente hasta el 30 de abril de 2025, en la cámara alta se sumaron entre los exceptuados a quienes ocuparon cargos hace diez años. También se prohíbe a los beneficiarios entrar en otro régimen similar hasta 2038.

El blanqueo, además, no tendrá penalidades para quienes declaren hasta US$ 100 mil y para montos mayores habrá multas de entre 5 y 15%. La moratoria fiscal incluirá obligaciones vencidas al 31 de marzo y hasta 84 cuotas. No tuvo detractores, como tampoco la reforma del sistema de monotributo, que sube los topes hasta $68 millones anuales.

El proyecto se completa con un régimen de transparencia fiscal al consumidor. Por pedido del bloque de Santa Cruz del Senado, se incorporó un aumento de regalías mineras de 3 a 5% para los proyectos nuevos.

Debate constitucional

El restitución de estos los capítulos de Ganancias y Bienes Personales trajo un debate sobre la constitucionalidad. Hay expertos que plantean que como fueron rechazados en el Senado, no podían volver a tratarse en el otro recinto. No fue la interpretación de la mayoría de Diputados, que consideró que la eliminación de capítulos no es más que una corrección y la cámara baja puede insistir con la versión original.

"La Constitución sólo habla de desechar parcialmente un proyecto para el Poder Ejecutivo. No para las cámaras del Congreso", planteó José Luis Espert. “Se intenta judicializar la cuestión. El texto es claro, esta cámara baja es la única intérprete”, agregó Nicolás Mayoraz (LLA).

Le contestó Vanesa Siley (UP): “Toda ley debe respetar el principio de bicameralidad establecido en el artículo 44 de la Constitución Nacional, que en este supuesto del título V de Impuesto a las Ganancias y el título III de Bienes Personales no ha tenido votación en una de las cámaras".

La diputada advirtió que los reclamos judiciales no saldrán desde el Congreso sino desde los propios trabajadores. Es la pelea que deberá dar el Gobierno a partir de ahora, en Tribunales.

Guillermo Francos, con diputados de la UCR, en la negociación por Ganancias. 
Martín Menem, encargado de negociar los votos para Ganancias. 

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