El fiscal Enrique Gavier cree que Alicio Dagatti lideraba un mecanismo aceitado de contrabando en el penal de Bouwer. Más detenciones. El interrogante abierto.
Alicio Dagatti, una detención de la que nadie quiere hablar en Río Cuarto.
La situación judicial del presidente del Club Estudiantes de Río Cuarto, Alicio Dagatti, se complicó en las últimas horas. El fiscal Enrique Gavier -que lo acusa de liderar una banda que ingresó drogas y celulares en el penal de Bouwer- ordenó la prisión preventiva para él y cuatro acusados. Además detuvieron a dos de sus empleados del Frigorífico Livorno.
Se trata de la misma planta desde donde partió la carga de medias reses que escondía los elementos prohibidos que debían llegar a manos de los internos, pero fueron secuestrados en la puerta un día de diciembre de 2023.
El fiscal de Delitos Complejos protege con celo la investigación, mientras termina de armar al detalle el rompecabezas de pruebas e indicios recolectados hasta ahora. El oficialismo que lidera Guillermo de Rivas y la oposición del sur de Córdoba mira en completo silencio la escena. Nadie quiere quedar pegado porque abundan fotos de la última campaña municipal con este poderoso empresario ganadero y de medios.
El 6 de marzo, Gavier dictó la prisión preventiva para Dagatti, su hijo Ignacio Dagatti y el gerente de Livorno, Luis María Mina, a quienes se apunta como presuntos jefes de la banda. Pero también para los otros dos imputados, a quienes considera miembros sin atribuciones de mando: el guardiacárcel Ramón Farías y el chofer del camión Maximiliano Irusta.
Gavier entiende que todos los acusados tienen motivos razonables para intentar eludir o entorpecer la acción de la Justicia, desde el momento en que tienen frente a sí la perspectiva de una eventual pena de prisión efectiva. Para ponerlo blanco sobre negro: los jefes de la banda podrían ser condenados a penas de 5 años de cárcel o más y el resto de los miembros, de tres años en adelante.
Además, para el caso del Presidente de Estudiantes de Río Cuarto, considera especialmente su condición de hombre poderoso del sur provincial, que controla un pool de medios de comunicación y se vale de numerosas conexiones políticas y en organismos gubernamentales a diferentes niveles, por medio de los cuales habría intentado al menos interiorizarse en el contenido de la investigación en su contra.
Por otro lado, el fiscal toma en cuenta que su hijo Ignacio parece habituado a ocultar su crecimiento patrimonial, algo que dificulta cualquier investigación. Además, señala que tiene al menos una cuenta bancaria en jurisdicción extranjera, lo que también es un obstáculo para la Justicia.
Todo se empezó a destapar el 26 de diciembre de 2023, cuando un operativo de control en el penal de Bouwer detectó una serie de elementos prohibidos en un envío de carne del frigorífico Livorno.
A partir de ese procedimiento, el fiscal Gavier empezó a tener acceso a pruebas importantes y pudo seguir trabajando hasta cerrar el círculo sobre los presuntos jefes de la organización: Alicio e Ignacio Dagatti y Luis Mina. La detención de estos tres sospechosos, en diciembre del año pasado, le permitió abrir sus teléfonos y hacer un trabajo de minería de pruebas.
A partir de allí, el fiscal de Delitos Complejos fue encontrando una gran cantidad de piezas que evidencian la coordinación y el acuerdo entre los miembros de la banda para cometer variados delitos, hasta que logró componer el cuadro general.
Gavier inscribe el accionar de esta asociación ilícita dentro de un gran marco, que es la red de corrupción detectada en el Servicio Penitenciario de Córdoba, desde el año 2015 o antes, a partir de una investigación que él mismo materializó y que tiene detenido al exjefe de aquel organismo, Juan María Bouvier.
La principal novedad de los últimos días se centró en un nuevo allanamiento en el Frigorífico Livorno, propiedad de los Dagatti, que derivó en la detención del veterinario Roberto González y de Federico Giardina, operario de la planta. Ambos estaban jerárquicamente por debajo del director del establecimiento Luis María Mina, otro de los presuntos jefes de la banda, a quien se reportaban.
Dentro de ese organigrama interno del frigorífico, Gavier consiguió evidencia concreta de varias irregularidades incorporadas a la causa, en perjuicio del Servicio Penitenciario de Córdoba y poniendo en riesgo la salud pública. Y es allí donde, entre otros hechos, entran en escena González y Giardina, los dos últimos detenidos.
En este sentido, el veterinario González habría adulterado documentación y registros del frigorífico en el marco de una maniobra para reutilizar el envío de carne que había sido rechazado en el penal de Bouwer a fines de diciembre de 2023, luego encontrar entre esa mercadería los celulares, alcohol, drogas y otros elementos que iban dirigidos a los internos del penal.
Por su parte, Giardina, empleado de la planta de Livorno habría ejecutado una serie de órdenes de su superior Luis Mina para “emprolijar” un lote de carne vacuna rechazado por el Servicio Penitenciario de Córdoba, evadir los controles del Senasa y finalmente comercializar el lote carne en cuestión.
Además de una profusa cantidad de prueba documenta, hay un testigo clave que sostiene el caso contra el presidente de Estudiantes de Río Cuarto: Néstor Lucero, uno de los choferes que solían transportar cargamentos de carne al penal de Bouwer, actualmente detenido por otra causa de drogas.
Lucero declaró que en el 2023 ingresó elementos prohibidos a ese establecimiento penitenciario y en todas esas oportunidades lo hizo siguiendo las indicaciones impartidas por Alicio Dagatti. También detalló que eso fue el resultado de un acuerdo previo con el empresario de la carne, sellado de palabra.
Según el relato del chofer, Dagatti lo citó para entrevistarse con él en un lugar público, cerca de la ruta de circunvalación de Río Cuarto. A cambio de esa tarea, le pagó de $600 mil. Los ingresos ilegales continuaron.
El testigo dijo que en ninguna de esas oportunidades fue requisado, tal como le había adelantado Dagatti, lo que da la pauta de un acuerdo con quienes debían realizar los controles.
Hace ya varios días, Dagatti pidió ampliar su declaración indagatoria y respondió preguntas para negar todos los hechos de los que se lo acusa. Sin embargo, no bastó para evitar que el fiscal Gavier decretara que deberá esperar la sustanciación del juicio privado de su libertad.
Según lo que pudo averiguar el fiscal sobre el patrimonio de Dagatti, el empresario tiene un patrimonio potente. Sin embargo, el empresario afirma haberse delegado el control de los frigoríficos a sus hijos a fines del año 2021.
El fiscal Gavier no cree que se haya desvinculado totalmente y tiene evidencias de que se comunicó con el empleado de Livorno que cargó el camión que el 26 de diciembre de 2023 descubrieron en Bouwer con los elementos del contrabando.
Así las cosas, queda flotando en el aire un interrogante obvio que el expediente no logra despejar: desde la posición de poder económico y político de Dagatti, ¿valía la pena correr un riesgo tan alto para ingresar objetos prohibidos a la cárcel?