El vicegobernador Pedro Pesatti, el exembajador Sabino Vaca Narvaja y Juan Manuel Pichetto se encontraron en la capital. Pasados y caminos que se bifurcan.
La presentación en Viedma del libro Atento al camino (Crónicas en China), que desanda la relación entre Argentina y el gigante asiático, propició un llamativo encuentro para la arena política entre viejos conocidos del peronismo de Río Negro como el vicegobernador Pedro Pesatti, Juan Manuel Pichetto y el autor, el exembajador Sabino Vaca Narvaja.
En la tranquilidad del fin de semana largo, la casa del vicegobernador fue el punto donde convergieron los peronismos para analizar el momento histórico. Distendidos, se abrazaron para una foto que se publicaría en la previa de la disertación de Vaca Narvaja, portador de un apellido ilustre para el movimiento en los años de proscripción y la última dictadura cívico-militar, con raigambre en la Patagonia.
Su padre, Fernando Vaca Narvaja, encabezó el directorio del Tren Patagónico durante los 20 días de Carlos Soria al frente de la gobernación y llegó a ministro de Obras Públicas en el gabinete de emergencia que Alberto Weretilneck diagramó tras el asesinato del caudillo justicialista. Toda una paradoja para quien fuera cara visible de la organización armada Montoneros, una línea sensiblemente antagónica a la que abrevaba el “Gringo” Soria, expresión clásica del pejotismo ortodoxo.
La última aventura política, antes de asentarse en el conurbano bonaerense, fue reunir masa crítica que traccionara una candidatura a intendente en San Carlos de Bariloche. La realidad fue tan dura como la verdad y lo hizo desistir de una empresa sin futuro.
“Hablamos del tiempo que corre, de las oportunidades para Río Negro y el país con China”, le contó Vaca Narvaja a Letra P, tras la clase abierta sobre su libro. El resto de la charla, previa a la presentación en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), sirvió de análisis coyuntural o de autocrítica sobre el gobierno del Frente de Todos.
“Hablé de propuestas. Estoy en fase autocrítica, con nuestro gobierno creamos el monstruo Milei”, sumó el diplomático, diferenciándose del kirchnerismo en temas sensibles como la relación con Marcos Galperin, ceo de Mercado Libre, hoy radicado en Uruguay. “Es de picapiedras pelearse con Galperin y empresarios tech ”, lanzó.
Juan Pichetto, que estuvo muy cerca de convertirse en intendente de Viedma en 2015, justo cuando su padre Miguel Ángel Pichetto intentaría por última vez ser gobernador, volvió al pago chico. Gracias a la amistad de “varios años” con Sabino Vaca Narvaja, recorrió la sede de la UNRN, se abrazó a Pesatti y escuchó al embajador mandato cumplido.
“Hablamos de todo, del momento del país y del peronismo”, contó Pichetto hijo. Lejos de la política partidaria, hace uso del magister en finanzas otorgado por la Universidad Nacional de Rosario y el título de Dirección de Empresas y Negocios de la Universidad Austral: maneja una clientela nutrida a la que asesora en temas financieros, también vinculados a la energía. Pichetto hoy prefiere afianzar su relación al mundo empresario. “Estoy vinculado a la actividad privada”, machaca.
En sus recuerdos todavía aparecen los tiempos de campaña. No olvida aquel pacto entre el radicalismo y la entonces senadora Magdalena Odarda para correrlo del centro de escena, propiciando la continuidad de José Luis Foulkes en el Ejecutivo viedmense. "Siempre es bueno volver", advierte, aunque insiste en su "alejamiento" de Río Negro.
Las coincidencias pesan más que las diferencias. Pichetto y Vaca Narvaja se conocen desde la juventud y construyeron una relación de amistad que eludió el linaje familiar o el posicionamiento político. “Es un amigo”, insiste el hijo del dirigente que condujo el bloque peronista del Senado durante los mandatos de Cristina Kirchner.
Ambos podrían reencontrarse en la visita que el diplomático organiza a la región del Alto Valle como parte de una gira nacional que incluye a Chaco, Tucumán o la isla de Tierra del Fuego.
Tras la implosión del Frente para la Victoria, Weretilneck y Pesatti abrazaron las ideas del provincialismo para eludir el embate electoral del PJ kirchnerista. En un crisol de colores de partidos municipales resistieron en el poder bajo la alianza Juntos Somos Río Negro (JSRN).
Sin renegar de su pertenencia al movimiento peronista, el titular de la Legislatura rionegrina recibió a la dupla, les abrió las puertas de su casa y acompañó la presentación.
“El Aleph”, respondió Pesatti cuando Letra P le consultó sobre la foto publicada en sus redes que graficaba el encuentros de las figuras peronistas. El punto donde convergen todos los puntos, o los peronismos, fue en la ciudad a la que Raúl Alfonsín quería llevar la capital del país.
“Nos respetamos y nos queremos”, respondió a la consulta de si podría surgir alguna propuesta electoral de esa charla, que complementa a la que tuvo Pesatti con Pichetto padre hace muy pocos días en su despacho de la Legislatura.
Con o sin acuerdo, algo improbable por la actualidad de los protagonistas, la instantánea refleja el espíritu del compañeraje en tiempos de motosierra libertaria e incertidumbre.