El diputado realizó el anuncio oficial tras una promocionada reunión con el pleno de los legisladores boinablanca y el presidente del Comité Provincia de la UCR, su socio en la interna, Marcos Ferrer.
Ante la prensa, De Loredo no sólo explicó las razones por las que rechazarán el nombramiento de Valentini al máximo órgano de justicia provincial. También anticipó que el radicalismo declinará los pliegos para nombrar a Pablo Bustos Fierro como Defensor General del Ministerio Público de la Defensa (MPD) y a Pablo Pupich como Defensor Adjunto del Ministerio Público de la Defensa.
Un mismo hilo argumental une los tres rechazos. De Loredo, como quienes lo han precedido en roles protagónicos en la oposición, apuntó a una connivencia entre el peronismo local, a cargo del Poder Ejecutivo desde hace 25 años, y las principales referencias del Poder Judicial.
“El TSJ se parece cada vez más al TPJ”, dijo el extitular de ARSAT a Radio Universidad. “De los seis integrantes actuales, tres formaron parte del Ejecutivo. No vamos a seguir contribuyendo a la politización (de la Justicia) o la mayoría automática que maneja el TSJ”, añadió.
Un pacto con Martín Llaryora
Con su jugada de ayer, que combinó declamación pública y gestualidad, el excandidato a intendente vuelve a surcar las diferencias que mantiene con el proyecto de Partido Cordobés que encabeza Llaryora.
También busca reubicarse como una de las dos principales referencias de la oposición, sitial aún en disputa con su socio, Luis Juez, quien en la semana previa había denunciado la existencia de un acuerdo entre el gobernador y la institucionalidad de la UCR para completar vacantes en la Justicia y el flamante MPD.
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Encumbrado desde la exigua derrota del pasado año, el senador nacional no vacila en apuntar sus reflectores a la continuidad de un pacto de gobernabilidad entre el PJ cordobés y el centenario partido. Dicho arreglo no sólo contempla un reproche ético. Por simple obstrucción al mismo, Juez se ofrece como el único dirigente libre de octógonos cordobesistas.
Desde el deloredismo mantienen las formas y ratifican la vigencia de una sociedad política con el Frente Cívico. No obstante, destacan que es la liviandad de responsabilidades, no la blancura de los legajos, lo que guía las críticas que desgrana el exintendente de la capital.
“No reaccionamos intempestivamente. Ante temas relevantes discutimos y tomamos posiciones mancomunadamente. Tenemos un partido muy fuerte en toda la provincia, gobernamos más de 160 municipios, de manera que nuestra postura tiene que ser legitimada, conversada”, dijo ayer mismo De Loredo.
Desde su entorno decodifican de modo directo. “Luis tiene ritmos distintos. Le es más fácil dar ciertas opiniones. El radicalismo tiene otros protocolos. Hay pasos formales que cumplir. Además, tenemos otro peso”, explican.
Esos "ritmos" de Juez son los que desde el llaryorismo observan como los que "empujan" a De Loredo a tener que sobreactuar su postura opositora. Entre otras cosas, por esa razón los anuncios que encabezó el diputado fueron cuestinados por las espadas legisaltivas del cordobesismo que confían en tener los votos para aprobar el pliego "y seguir".
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La interna de la UCR
La digresión también remite a una interna que no termina de cauterizar en el radicalismo. Sectores opositores a la conducción partidaria, en manos del tándem Ferrer – De Loredo, cuestionaron que sean el diputado y los legisladores los que salgan a fijar posición institucional. Según entienden, tal acción correspondería al Comité Provincia, máxima autoridad partidaria.
Las voces deloredistas justifican la salida al ruedo en un punto medio respecto del apuro juecista. “Si tenemos que validar la decisión a través de todas las instancias existentes no terminamos más. Tendríamos que consultar al Foro de Intendentes, a los legisladores nacionales, etc. Se nos iría largo. Y muchos nos estaban pidiendo una posición pública ya mismo”, explican.
No obstante, remarcan la representatividad del núcleo que acompañó al jefe del bloque radical en Diputados. En sus palabras, estuvo todo el radicalismo reconocido como tal.
La descripción marca límites al interior. Por fuera quedaron los legisladores que se manejan con relativa independencia, como Dante Rossi, Sebastián Peralta (ambos de Construyendo Córdoba) y Graciela Bisotto.
En diálogo con Letra P, Rossi repudió la falta de convocatoria y remarcó que hasta el momento siempre han coordinado sus posturas con el bloque, algo que se verifica en sus votaciones. En el mismo marco, destacó que, al no ser comunicada por el Comité Provincia, la decisión de rechazar los pliegos de Valentini deberá ser refrendada por las autoridades partidarias.
Aún así, anticipó que ni él ni Peralta irán en contra del juego parlamentario del partido. “No voy a votar a favor si el partido pide votar en contra. Tampoco le voy a facilitar las cosas al oficialismo”, subrayó.
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El radicalismo de Jessica Valentini
Rossi es una de las tantas voces que considera que la actual Oficial Mayor de la Municipalidad de Córdoba cuenta con los pergaminos suficientes para llegar al TSJ. Tampoco duda de su filiación radical.
Idoneidad y radicalismo son precisamente los conceptos sobre los que pivotea el rechazo del bloque boinablanca a la postulación de la también exdefensora del Pueblo.
“No acredita una trayectoria relevante en lo académico, tampoco en lo profesional, mucho menos en el Poder Judicial. En todo caso, es una funcionaria que ha hecho su trayecto principal en el Ejecutivo provincial”, justifican voces oficiales.
En la misma línea, ubican a Valentini en una región lindante al peronismo, cada vez más lejos de la estirpe radical. “Nunca tuvo protagonismo en el partido. Nunca ocupó cargos internos. La vez que le ofrecimos representar a la UCR, dijo que no. Hoy es más peronista que radical”, espolea un vocero de fuste.
Negar la filiación radical de la postulada no sólo disuade versiones de acuerdo de cúpulas entre Llaryora y la UCR. También actualiza los rechazos a cualquier tipo de negociación espuria, coto de caza de Juez.
Es el mismo mensaje que intenta transmitir la decisión, anunciada ayer también, de apoyar el proyecto de Ficha Limpia que presentará el cordobesismo. Aunque sea distinto al original, las espadas radicales subrayan que la autoría corresponde a la UCR, mucho antes de las alianzas con el Frente Cívico.