El bloque legislativo muestra estrategias distintas. Franco Volpe es fiel al diputado Mayoraz, pero Sabrina Prence se recuesta cada vez más sobre Romina Diez.
La concejala Prence y Romina Diez, nuevas aliadas en Rosario y en del mundo libertario de Santa Fe.
Una separación de hecho entre el dúo que integra el bloque de La Libertad Avanza(LLA) en el Concejo de Rosario dejó traslucir un ruido interno entre la diputada Romina Diez y su par, el también candidato a convencional constituyente en Santa Fe, Nicolás Mayoraz.
Franco Volpe y Sabrina Prence fueron la revelación legislativa de la elección 2023 en Rosario. Dúo de jóvenes sin recorrido en política partidaria, accedió al Concejo luego de sacar más de 52 mil votos a través de la lista Viva la Libertad que, si bien no tenía la bendición de Javier Milei, levantaba las banderas de quien se convertiría meses después en presidente.
Volpe y Prence convivieron en el Palacio Vasallo desde diciembre de 2023, aunque no se conocían en profundidad antes de la campaña. Detrás del primero asoma la figura de su papá, Gustavo, una suerte de armador en las sombras del bloque.
Ocurre que Gustavo Volpe tiene una amistad muy fina con Mayoraz desde hace muchos años, tanta como para convertirse en asesor del diputado. Prence apareció por otro lado. Para ubicarla como números dos en la boleta se le reconoció en su momento una militancia barrial y su condición de católica practicante.
Transcurrió el tiempo y Volpe y Prence empezaron a distanciarse. Al punto que, en los últimos días, el cortocircuito quedó expuesto en más de un movimiento. Primero, el joven se jugó un pleno a cambiarle el nombre del bloque a La Libertad Avanza para quedar en línea con el nacimiento formal del partido en la provincia. Le hizo el pedido a la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck.
Un par de semanas después, en la sesión del 6 de marzo, Volpe volvió tras sus pasos y retiró el pedido para quedarse con el nombre inicial del bloque. La decisión de llamarse LLA no habría sido consultada con Diez, persona de extrema confianza de Karina Milei. La concejala de Iniciativa Popular, aliada al peronismo, Fernanda Gigliani, no se la dejó pasar.
“Son hijos no reconocidos, ¿qué está pasando?”, se preguntó Gigliani, dañina. “Es mala la concejala”, acotó Schmuck. “La semana pasada votamos, hoy rebobinamos”, agregó la edil de Iniciativa Popular, quien para cerrar aprovechó para facturarle cosas del pasado a Volpe. “Nos dice siempre que discutimos estupideces, ¿y esto qué es?”, cerró.
Este fin de semana se sumó otro capítulo que cristaliza el ruido interno en el bloque libertario rosarino. LLA inauguró sede en Venado Tuerto, la cabecera del sur provincial. Al mando del sello, Diez comandó el acto e invitó a Prence, pero no a Volpe, lo que supone que la concejala empieza a recostarse en el ala de la diputada y ya no tanto en el de Mayoraz. Prence aprovechó la oportunidad y mostró en redes todas sus fotos con Diez.
La tensión escala también a la arena provincial, porque quien también faltó al acto de Venado Tuerto es el propio Mayoraz, primer candidato a convencional constituyente de LLA en Santa Fe. Se sabe, Diez y Mayoraz vienen de corrientes distintas. Ella tiene la bendición de Karina y él ofreció todo su armado y esquema al arco libertario, pero tiene un partido propio.
En plena campaña, a dos semanas de las elecciones, el primer candidato de LLA en la provincia no fue a la inauguración de un búnker en una de las cinco localidades más pobladas. Extraño, como mínimo.
Ahora, a 11 días de la contienda y según diversas encuestas, la lista de Mayoraz navega en el segundo pelotón, detrás del gobernador Maximiliano Pullaro, con la expectativa de alzarse con el segundo puesto de la categoría.
